7 tipos de cáncer que el alcohol puede provocar
El alcohol es responsable del 4% de los casos mundiales de cáncer. El daño celular y la alteración hormonal son algunas de las razones que justifican esta relación poco conocida en la población.
El consumo de alcohol está asociado a numerosos riesgos para la salud. De casi todos la población es consciente en mayor o menor medida, pero hay uno sobre el que hace falta hacer hincapié, especialmente en el Día Mundial sin Alcohol, el 15 de noviembre. Y especialmente también por la gravedad que supone el asunto: la ingesta de alcohol incrementa el riesgo de sufrir cáncer. Para ser más concretos: el 4% de los casos mundiales de esta enfermedad son causados por su consumo.
Lo cierto es que menos del 50% de los europeos conoce esta relación, según datos proporcionados por #RedefineAlcohol, la nueva campaña lanzada por la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa. El objetivo principal es invitar a las personas a repensar su relación con el consumo de alcohol, aprender más sobre este, conocer los riesgos para la salud y considerar los beneficios de beber menos o no beber en absoluto.
Son cuatro los mecanismos que vinculan el consumo de alcohol con el riesgo de padecer cáncer y que Fernando Alonso Ecenarro, vocal de la Junta Directiva de Socidrogalcohol detalla a CuídatePlus: “En primer lugar, el daño celular que se produce por la oxidación. Por otro lado, la ingesta de alcohol potencia los efectos del tabaco, además de los efectos estrogénicos que intervienen en el cáncer de mama. Asimismo, produce sustancias cancerígenas que hacen que el riesgo aumente”.
El alcohol es responsable de siete tipos de cáncer: de intestino grueso (58.000 casos de colon y de recto en 2020, según las últimas cifras europeas de la OMS); de boca, garganta, esófago y laringe (un total de 54.000); de mama (26.200); y de hígado (15.000). Cada año, casi 70.000 muertes por cáncer en la Unión Europea son atribuidas al alcohol, siendo indiferente de qué bebida alcohólica se trate, pues todas entran en el mismo saco (cerveza, vino o licores).
¿Por qué la relación entre alcohol y cáncer es tan poco conocida?
A la pregunta lanzada, Alonso responde: “El alcohol está falsamente asociado a una sensación de protección. Se ha hecho mucha publicidad que asegura que niveles bajos de alcohol son protectores. La realidad es que, respecto al cáncer, el único nivel protector es cero”. En este sentido, continúa el experto, “incluso un consumo mínimo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir cáncer”.
Para que el lector se haga una idea, el experto aclara que un consumo ligero o moderado equivale a dos o una bebida alcohólica al día. “Estamos hablando de una asociación muy, muy potente”, subraya Alonso, quien lamenta, por tanto, el poco conocimiento que existe al respecto. “Hay que decir a la población que cualquier ingesta se asocia a esta enfermedad, incluso una unidad de bebida estándar, que es lo que consideramos un consumo diario. En cuanto se empieza a consumir, la mortalidad por cáncer ya aumenta”, insiste.
Los beneficios de no beber alcohol
Neuropsiquiátricas, cardiovasculares, digestivas… El alcohol se asocia a más de 200 patologías más allá del cáncer. Por ello, nunca está de más recordar las ventajas de limitar o evitar su consumo. “Hay beneficios que son inmediatos, aunque hay otros a medio y largo plazo. Por ejemplo, la evidencia científica confirma que beber menos puede mejorar la calidad del sueño, la memoria y la claridad mental y reduce mucho el riesgo de enfermedades crónicas como hepatopatías, deterioro cognitivo, pancreatitis u osteoporosis”, resalta Benjamín Climent, presidente de Socidrogalcohol. Entre otros beneficios a nivel social, destaca menos lesiones, menos ahogamientos y suicidios, menos violencia, también violencia sexual y de género, etc.