Recetas electrónicas: quedarán 50 apps al menos hasta marzo de 2024
Antes de diciembre deberán inscribirse en un registro y en marzo habrá una evaluación para determinar cuáles pueden seguir. Es tras el final de la receta con foto.
En un empalme con el último día para que las farmacias acepten el formato de la foto-receta médica, esta semana por fin saldrá la reglamentación de la Ley de Recetas Electrónicas, confirmó este lunes la ministra de Salud Carla Vizzotti, en una reunión con periodistas en la que aclaró que, en principio, no se lanzará un sistema nacional para la confección de prescripciones digitales sino que las aplicaciones que ya existen (cerca de 50) deberán registrarse y pasar por un proceso de “fiscalización”.
Tanto las apps gratuitas o pagas que en los últimos años muchos profesionales de la salud bajaron informalmente a sus celulares como las plataformas con las que los médicos de prepagas y obras sociales vienen emitiendo recetas electrónicas, deberán inscribirse, antes de que termine diciembre de 2023, en un registro ministerial. Allí completarán un formulario que les pedirá informar distintos detalles técnicos.
Luego, como parte de un proceso que definieron como “progresivo”, para marzo de 2024 el Ministerio deberá haber dirimido qué plataformas tienen el “ok” oficial para funcionar. La fiscalización estará a cargo de las jurisdicciones.
El tamizaje partirá de un combo de estándares a definir, que se basarán en el marco normativo que le da contexto a la ley de Recetas Digitales.
Según destacó Vizzotti, entre las más importantes de ese cuerpo hay que mencionar la ley de Prescripción por Nombre Genérico (de 2002), la de Derechos del Paciente (de 2009) y la de Protección de Datos Personales (de 2000), normativa que, informaba Clarín hace unos días, adolece de una actualización acorde al descomunal avance del mundo digital sobre la vida diaria.
Recetas electrónicas fiscalizadas
Además de Vizzotti, varios funcionarios de la cartera de Salud estuvieron en el encuentro, tal vez, en línea con el énfasis que puso la Ministra respecto de la “enorme complejidad” que revirtió reglamentar la ley 27553, sancionada en agosto de 2020, cuando por el ASPO se habían debido habilitar las foto-recetas, un recurso práctico pero endeble, que -se sabía- debía caducar apenas terminara la cuarentena.
Además de María Teresa Iturburu, directora nacional de Calidad en Servicios de Salud y Regulación Sanitaria, estuvieron Sonia Tarragona, jefa de Gabinete del Ministerio, y Claudio Ortiz, subsecretario de Calidad, Regulación y Fiscalización.
Ortiz puntualizó que “la reglamentación de las recetas electrónicas es federal, pero acepta el trabajo conjunto con cada jurisdicción”. Remarcó, además, que “es progresiva”, en el sentido de que “se marca que las plataformas que hoy están en uso pueden seguir usándose”.
“No hay ningún problema con ninguna plataforma; solo se señala hacia dónde vamos; qué cuestiones habría que mejorar en el futuro”, aclaró el funcionario, antes de explicar que se están “generando estándares con las provincias para, dice la resolución, empezar a registrar, y en marzo de 2024, autorizar las plataformas”.
Ortiz le llamó a esto “sistema de fiscalización”.
Padrón de profesionales de la salud
El subsecretario advirtió que los países que implementaron el uso de la receta electrónica demoraron “no menos de cinco a diez años” en afianzar esta modalidad.
Es un formato que pretende superar la (casi vieja) receta de “puño y letra”, muchas veces inentendible para el paciente y hasta para el farmacéutico. Sin embargo, el desafío no es sencillo.
Entre otros escollos que podrían ser conflictivos está la fluidez que se logre ganar en una materia llamada “interoperabilidad”, es decir, la interconexión entre los sistemas y registros de alcance provincial y nacional.
Por ejemplo, para permitir cuestiones elementales, como que las apps de recetas digitales estén conectadas con la red de farmacias del país, que en Argentina incluye unas 13.000, o para verificar la identidad del médico que intenta gestionar una receta electrónica.
Lo último ocurrirá cuando la plataforma de licencias sanitarias federales (que conjuga los registros provinciales de matrículas de profesionales de la salud) se modernice. El Ministerio está trabajando en esto, enfatizaron, y prometieron que “nadie va a tener que hacer un trámite adicional”.
Protección de datos personales
Para los inquietos del atraso nacional en materia de protección de datos personales, hay que remarcar que, como falta un año para que estos softwares tengan que “acomodarse” al control oficial, la acumulación y manejo de datos sensibles de los pacientes recae, por ahora, en la buena fe de los responsables legales de esas plataformas.
Son ellos los que, antes de diciembre, deberán completar el formulario “con distintos detalles técnicos”, explicó Ortiz.
Si bien muchos médicos ya usan la receta electrónica, una cuenta pendiente que se suma en este momento de transición es la incorporación de la firma digital o electrónica, un tema apenas mencionado en la reunión, pero que fue contemplado en la enumeración de los “estándares” con los que habrá que cumplir.
Consenso en el sector de la salud
La ley de recetas digitales se aprobó en la segunda mitad de 2020, hace más de dos años. Tarragona se refirió a la demora en la reglamentación al explicar que “se estuvo trabajando durante bastante tiempo, en todo 2021 y en 2022”.
“Hubo miles de reuniones y se logró consenso en la reglamentación. Nadie puede decir que no conozca los plazos que se van a dar a conocer ahora”, remarcó.
Clarín consultó si no estuvo en el horizonte crear una plataforma nacional que evitara el bache de “adaptación” por venir hasta marzo de 2024.
Explicaron que, en efecto, estará la posiblidad de que las provincias generen plataformas opcionales, tal como hizo la provincia de Buenos Aires, que lanzó un sistema de recetas electrónicas propio; técnicamente, un módulo dentro de la plataforma nacional de historia clínica digital, que el Ministerio impulsa con especial énfasis.
Planes post electorales
Uno de los temas sanitarios que más le preocupa a Vizzotti es la resistencia a antimicrobianos. Es decir, el uso descontrolado de antibióticos, que no solo genera bacterias fortalecidas, resistentes a los medicamentos, sino principalmente un alza de cuadros de pacientes graves, que resulta muy difícil tratar.
Dado que la digitalización de las recetas médicas le permitirá al Estado recabar más información sobre los medicamentos que se prescriben y consumen, Vizzotti remarcó que “cuando esto funcione, va a ser un antes y un después”.
Clarín le consultó si cabe la posibilidad de que el registro y control de las apps se frustre, tras las Elecciones de este año.
“Estamos generando esto ahora, sin ninguna especulación electoral», dijo la Ministra, y aclaró: «Los plazos van estar asentados en la reglamentación. El cronograma tiene que trascender lo electoral».
Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/recetas-electronicas-gobierno-deja-usar-50-aplicaciones-marzo-2024_0_PXLULNIRmn.html