Reconocer y romper con una relación tóxica
El 20% de la población sufre un trastorno narcisista por lo tanto son muchas las víctimas que conviven con personas que pueden llegar a ser muy tóxicas. Detectarlos a tiempo y huir es la mejor forma de evitar problemas psicológicos graves.
Existen muchos tipos de personas tóxicas. Algunas lo son para unas personas en concreto y otras, por el contrario, lo son para todo el mundo, como los narcisistas. La realidad es que todo el mundo “tiene o ha tenido tenido una persona tóxica a nuestro alrededor”, señala Silvia Congost, psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y conflictos de pareja, además de ser autora del libro Personas Tóxicas. Cómo identificarlas y liberarte de los narcisistas para siempre. Saber identificarlas a tiempo nos ayudará a evitar relacionarnos con ellas o tomar distancia pero ¿qué ocurre cuando ya hemos establecido una relación con ellas? ¿cómo podemos romper este vínculo? ¿cómo nos podemos recuperar de una relación así?
Como explica a CuídatePlus, “existen dos tipos de personas tóxicas. Aquellas que lo son sólo para personas concretas porque su forma de ser no encaja con ellos o porque los gustos u objetivos no son los mismos y eso puede llegar a angustiar a la otra persona y aquellas que son tóxicas para todo el mundo, los llamados narcisistas”.
En el primer caso, se trata de personas con las que no encajas, por mucho que te esfuerces. “Sientes que con ellas nunca acabas de relajarte, que te agotan y que no fluyes porque su forma de ser no es como la tuya”, detalla Congost. En el segundo caso, las consecuencias pueden ser más graves ya que un narcisista suele ser una persona “sádica y que no tiene problemas en hacer daño a otros”, asegura la experta. Esto, añade, “les hace sentir más poderosos, más fuertes y creer que tienen el control sobre los demás”. Es importante saber que no se trata de un problema menor ya que, según sus datos, “cerca del 20% de la población sufre este trastorno” por lo que son muchas “las víctimas” que padecen las consecuencias de convivir o estar con una persona con un problema de este tipo.
En todos los casos, cuando estamos en una relación así, “nos sentimos mal, con ansiedad, con insomnio o, incluso, baja autoestima (en los casos más graves)”. A pesar de ello, hay personas que no son capaces de romper y desvincularse, bien porque no quieren “y piensan que tienen suerte de haber encontrado a esa persona”, o bien porque no saben hacerlo.
Para todos ellos, Congost ofrece una serie de consejos pueden ayudar a terminar con una relación así.
Eso sí, hay que saber qué relación existe entre ambas partes, ya que es posible que estemos en una relación tóxica y que el “tóxico” sea un familiar muy cercano como un padre o una madre. En estos casos, su consejo no es “romper por completo con él o con ella, pero sí intentar desvincularnos poco a poco”. Como señala, “este es el único caso en el que irá bien aplicar la compasión, es decir, ponerse en el lugar del otro, pensar en cómo ha sido su vida en el pasado y entender cómo es ahora y por qué no te da el amor que necesitas”. Esto, asegura, “te ayudará a verlo diferente y a ver que lo que te hace no es por tí, sino por lo que ha vivido en el pasado”. En estos casos, “viene bien tomar distancia, sin romper el vínculo por completo”.
Dejar la relación de forma tajante
Cuando tomas conciencia de que estás en una relación con una persona tóxica (narcisista), el mejor consejo es “huir, sin excusas, sin peros y sin autoengaño”.
Debes asumir que “tienes que cortar la relación lo antes posible y para siempre, ya que no podrás estar nunca bien con esa persona al ser una relación insana”.
Desde su experiencia, “lo más sano es asumir la realidad de lo que nos ocurre y tomar la decisión más coherente, no basada en la justicia ni el sentido común”. Para ello, es recomendable pedir ayuda profesional de inmediato, pero no el “narcisista”, si no la otra parte de la relación.
Y es que, “uno de los mayores peligros son las recaídas”, afirma Congost. “Las personas que han tenido una relación de este tipo están tan dañadas y tan manipuladas que cualquier contacto, por mínimo que sea, con esa persona o con alguien que nos pase información del tipo que sea, puede ser el detonante para que volvamos a escribir o llamar o buscar el encuentro”, alerta.
Aunque la relación tóxica es muy evidente desde fuera, «quien lo vive no lo siente así y puede ser que, tras un tiempo de separación en el que nos vamos recuperando, si no estamos bien del todo y volvemos a encontrarnos con la persona, puede hagamos cosas irracionales y retomemos la relación con más intensidad». Esto es así porque «sigue habiendo un enganche fuerte”, de ahí la importancia de evitar recaídas.
¿Por qué no pueden pedir ayuda psicológica los narcisistas? La respuesta es sencilla: “Porque no pueden cambiar”, sentencia la psicóloga. Esto es así porque “debido al trastorno que sufren estos sujetos, son incapaces de asumir sus propios errores, de ver y reconocer su forma tan dañina de tratar a los demás, de manipular o de destruirles”. Como explica la psicóloga en su libro “los narcisistas tienen claro que ningún psicólogo tiene nada que aportarles y si un día visitan uno será para hacer gala de su inteligencia o por que su pareja está decidida a dejar la relación”.
Tampoco existe terapia farmacológica posible para estas personas ya que “no son conscientes de que tienen problema y, por lo tanto, no accederán a ningún tipo de terapia”. Ellos, señala, “son felices siendo así, son felices manipulando y no sienten ni padecen cuando otros sufren a su costa”.
Fuente: Télam