¿Cuánta agua hay que beber al día?

El agua es necesaria para la hidratación y para mantenernos con vida. Aunque no todo el mundo debe beber la misma cantidad, sí hay una cantidad estipulada por normal general. Hay que pensar que además del agua del grifo hay otras opciones. 

Manos con vasos de agua.
  1. Mar Sevilla Martínez
  1. Joanna Guillén Valera

Sabemos que podemos vivir sin comer durante meses, por una serie de mecanismos de adaptación del organismo que noer permiten periodos de ayuno prolongados, pero ¿podemos vivir sin beber agua? ¿cuánto tiempo podríamos sobrevivir? Según diversos estudios, no podríamos mantenernos con vida más allá de una semana sin beber agua. Este dato refleja la importancia del agua en nuestras vidas. Ahora bien, sabemos que es indispensable, pero ¿cuánto agua hay que beber al día? 

Todas las actividades que realizamos a lo largo del día consumen agua de nuestro organismo y, por tanto, es necesario reponerla para mantener una buena hidratación. Según la Comisión Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el consumo recomendado de líquidos a partir de los 14 años debería ser de 2,5 litros al día para los hombres y de 2 litros en el caso de las mujeres. 

Sin embargo, la realidad es que aunque no estamos deshidratados, los españoles no llegamos a ese consumo básico de agua, tal y como señala el estudio Anibes, el cual indica que el 75% de los adultos y el 90% de los niños no alcanzan a los mínimos establecidos. “No llegamos a cubrir el requerimiento ideal para una población sana. En el caso de los adultos hombres, el 33% se queda por debajo de los 2,5 litros y en el caso de las mujeres, el 21% no consume los 2 litros indicados”, explica Mariela Nissensohn, del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias.

Alimentos que tienen más agua

Aunque es cierto que el agua no tiene calorías y no engorda, la verdad es que aporta minerales y vitaminas que son indispensables para la vida. Al agua que ingerimos también hay que sumarle la que tomamos pero sin que nos demos cuenta, como es el caso de las frutas y verduras.

Nissensohn señala un aspecto importante: el agua no sólo se aporta por lo que uno bebe, también por la comida. Es decir, de la cantidad total de agua que deberíamos ingerir a lo largo de la jornada, entre el 70 y el 80% debe ser proporcionada por la bebida y entre el 30 y el 20% por los alimentos. Pero, ¿qué productos son los que tienen más agua? La experta señala que los alimentos qué más agua aportan son frutas y verduras. “Dietas ricas en frutas y verduras nos van a aportar muchísima más hidratación que la comida rápida”, por ejemplo. señala el experto. 

Entre las frutas con más agua, los expertos del Colegio de Farmacéuticos de Valencia señalan: “Las frutas y las verduras son los alimentos que más agua contienen, aproximadamente entre un 91 y un 95 %. En la leche, por ejemplo, el contenido es de entorno al 88 %; los pescados, aunque no lo parezca, aportan entre un 70 y un 80 % de agua; en el caso del huevo es un 75 %; y el contenido en las carnes es de alrededor de un 65 o 70 % de su peso.

¿Cuándo hay que tomar agua? 

Lo primero que hay que saber es que no hay que esperar a tener sed para beber. Según indica Manuel Moñino, miembro de honor del cuerpo de académicos, del comité científico y del Área de Gestión del Conocimiento Científico y coordinador de los grupos de Especialización de la Academia Española de Nutrición y Dietéticalo, «hay que reaccionar a la sensación de sed. Beber agua en las comidas y entre horas cuando la sed aparezca y tener una alimentaciónrica en hortalizas y frutas” deben ser la base.

A partir de aquí, cada persona tiene sus necesidades.

Deportistas, ancianos y niños ¿deben beber más agua?

Hay grupos que, por diferentes motivos, tiene un mayor riesgo de deshidratación como son los deportistas, que pierden agua por el sudor, la orina y la respiración. En estos casos, el mecanismo de la sed no es suficiente y «hay que pautar un programa especial de hidratación, y no sólo a partir de agua”.

Además, el mecanismo de la sed no es tan eficaz en niños y ancianos (que, además, pueden tener problemas para tragar). En estos casos, los expertos aconsejan ofrecerles «agua u otros alimentos (gelatinas) con frecuencia para mantenerlos con la hidratación correcta. Y evitar la exposición prolongada a entornos muy calurosos». 

Consecuencias de no beber agua

Como señala Moñino, es importante saber que «cuando hay una pérdida de agua del 1% se activa el mecanismo de la sed y no llega a haber síntomas de deshidratación». Pero “cuando la pérdida de agua es del 2%, si no se calma la alta sensación de sed, puede aparecer dolor de cabeza, cansancio, disminución del rendimiento intelectual, falta de concentración, incluso aparecer problemas circulatorios”. Cuando el organismo recupera su equilibrio con la cantidad que necesita, los síntomas pasan.

Por su parte, Nissensohn hace hincapié en que las consecuencias de no beber el agua necesaria son muchas a nivel clínico en el día a día. Para empezar, favorece la disminución de la capacidad de conducir, aumenta la probabilidad de tener dolor de cabeza y falta de atención, entre otras afecciones.

Entre los consejos que da Nissensohn para aumentar y mejorar la hidratación destacan:

  • Consumir más agua durante el día.
     
  • Incrementar el consumo de frutas y verduras, lo que aumentarían ese porcentaje de líquidos aportado por los alimentos.
     
  • Consumir bebidas entre horas, no solamente con la comida o en las primeras horas del día.

Cómo afecta el agua a la piel

El agua también desempeña un papel muy importante en nuestra piel. De hecho, tal y como señalan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el agua supone el 35 por ciento de la estructura de la piel, por lo que es imprescindible beber suficientemente agua al día para mantener las funciones de barrera y protección de nuestra piel, así como para mantener sus características y cualidades estéticas.

Román Barabash Neila, miembro de la AEDV, da una serie de consejos respecto al uso del agua para mejorar el cuidado de la piel:

  • Evitar ducharse con agua muy caliente o muy fría. “Lo ideal es el agua tibia y no ducharse más de una vez al día, ya que esto supondría una agresión para la piel”, explica.
     
  • Cuidado con la limpieza: el exceso de limpieza o de exposición al agua de nuestra piel también puede deteriorarla en caso de pacientes sanos o agravar enfermedades dermatológicas ya existentes. “En el punto medio está la virtud”, insiste Barabash.

Cuál es la mejor agua

En función de donde vivas, la recomendación general es beber agua del grifo, pero a veces que la calidad no es buena y no es recomendable. En este caso, según informa Moñino, algunos filtros pueden ayudar a mejorar su sensorialidad, siempre teniendo en cuenta que “beber agua natural del grifo o embotellada –teniendo en cuenta el coste medioambiental de los plásticos– es la primera opción para hidratarse”.

Para mejorar el sabor, los expertos en nutrición aconseja aromatizar con rodajas de cítricos, canela, hierbas aromáticas, pepino o con pequeñas cantidades de zumo. Beber infusiones, té y café son otras opciones siempre que no se le añadan azúcar.

Los refrescos o bebidas azucaradas están totalmente desaconsejadas, así como el alcohol

Fuente: Cuidate plus