Para mejorar su sistema de salud, Argentina se beneficiaría de una combinación de reformas estructurales, inversión en tecnología y enfoques preventivos

Por qué cruje el sistema de salud y cómo hacerlo viable

Más allá del conflicto por los aumentos de las prepagas, una multiplicidad de factores vienen generando en los últimos años la sensación de que el sistema de salud en Argentina necesita varios cambios para poder ser viable.

Dicho sistema, tal como ocurre en casi toda la región, enfrenta numerosos desafíos que se han acentuado en los últimos años, exacerbados por la pandemia de Covid-19.

A la polémica por los aumentos de las prepagas por encima de la inflación hay que sumarle, como otro de los problemas visibles, las demoras en la asignación de turnos para consultorios, lo que, en muchos casos puede llevar al deterioro de los pacientes, que suelen recurrir finalmente a las guardias más generales.

Otro tema, relacionado con el anterior, es la desvinculación de médicos de las obras sociales y pre pagas, por bajos aranceles y las demoras en los pagos. Y, para cerrar la radiografía, otro problema que aqueja a la salud es la desigualdad en la distribución de recursos médicos, que se concentran en las grandes áreas urbanas, mientras los pueblos del interior sufren de escasez de profesionales y equipamiento.

Todas estas dificultades, como dijimos, fueron ampliadas por la pandemia, llevando al sistema a la crisis actual.

La complejidad de este panorama no permite encontrar medidas mágicas ni de corto plazo, pero sí existen líneas de acción que pueden ayudar. Una de ellas es la modernización del sistema: implementación de sistemas de gestión de información de salud electrónicos para mejorar la eficiencia (como, por ejemplo, el reciente DNU que establece la necesidad de receta electrónica desde julio),acceso a la información médica y la coordinación entre diferentes niveles de atención.

Otra medida posible es la ampliación de los servicios de telemedicina, que puede permitir reducir la congestión en hospitales y clínicas y mejorar el acceso a especialistas. Y sumado a eso, una modernización del esquema laboral: mejorar las condiciones y aumentar los incentivos para los profesionales médicos y personal auxiliar, especialmente en zonas desfavorecidas.

El Estado, lógicamente, también tiene un rol central. Debe fomentar la integración entre diferentes proveedores de servicios de salud para crear redes de atención más eficientes. Debe aumentar la inversión en programas de prevención para reducir la incidencia de enfermedades crónicas. Y debe trabajar en una regulación del sector de medicina privada más eficiente para controlar los aumentos de tarifas y garantizar la calidad del servicio.

A su vez, debería implementar campañas de concientización sobre los riesgos de la automedicación y simplificar el acceso a consultas médicas para obtener recetas apropiadas.

Por lo tanto, para mejorar su sistema de salud, Argentina se beneficiaría de una combinación de reformas estructurales, inversión en tecnología y enfoques preventivos, tomando como referencia las mejores prácticas de sistemas de salud que ya han demostrado ser eficaces.

Fuente: https://www.clarin.com/opinion/cruje-sistema-salud-hacerlo-viable_0_itzFGqdTqu.html