Todo lo que necesitas saber

 Poco frecuente y silencioso, así se considera al cáncer del riñón, una enfermedad difícil de diagnosticar y de prevenir pero que puede tratarse.

riñones
  1. Isabel Gallardo Ponce

El cáncer de células renales también conocido como cáncer de riñón o adenocarcinoma renal se sitúa en el octavo o noveno puesto entre el resto de cánceres. Es más frecuente en los hombres, con una proporción de 2 a 1, y suele aparecer entre los 50 y los 70 años. El informe Las Cifras del Cáncer de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), sitúa a la incidencia esperada del cáncer de riñón, sin incluir la pelvis, en 9.208 casos nuevos en 2024.  

Según Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica y director de Investigación Clínica de la Fundación MD Anderson España, y Pablo Maroto, jefe de la Unidad Urooncológica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, se trata de un cáncer difícil de diagnosticar en estadios iniciales porque no provoca síntomas llamativos. 

Grande añade que se ha achacado al cáncer de riñón una triada clásica de síntomas que, en realidad no es habitual y que afecta a muy pocos pacientes: 

  • Hematuria (sangre en la orina).
  • Dolor en el costado. 
  • Aparición de una masa en el abdomen. 

Diagnóstico casual

La mayoría de las veces el cáncer de riñón se detecta cuando se realizan pruebas de imagen por otros motivos, es lo que se denomina incidentaloma. “La mayoría de los cánceres renales los diagnosticamos cuando están en una etapa incidental. Son tumores localizados en el riñón. Se pueden operar y se curan la mayoría”, añade Grande. Esto implica que unas 44.000 personas en España viven con este tipo de tumor. 

Maroto puntualiza que el cáncer renal no tiene ningún síntoma. “Es un tumor que pasa totalmente desapercibido y con un crecimiento lento. A veces los pacientes refieren alguna zona en la zona lumbar cuando son tumores más grandes, pero los pequeños son completamente asintomáticos”. 

En un 10% de los casos el tumor se descubre cuando ya ha avanzado y ha producido metástasis. “En estos casos los síntomas dependerá de donde se sitúen esas metástasis, ya sea en los huesos, en el hígado o en los ganglios”, explica Grande. 

Factores de riesgo

No hay manera, hasta la fecha, de prevenir la enfermedad. Sin embargo, existen algunos factores de riesgo que pueden tener cierto impacto en el número de casos nuevos, según la SEOM: 

  • Fumar duplica el riesgo de padecer este tumor.
  • La exposición a ciertos productos químicos (cadmio, asbestos, petróleo).
  • Obesidad
  • La enfermedad quística renal adquirida en pacientes sometidos a diálisis crónica. Se estima que el 30% de estos pacientes desarrollarán un cáncer renal. 
  • El uso indiscriminado de analgésicos se asocian con un incremento de los casos nuevos de cáncer renal.

Grande y Maroto añaden que en algunos casos la hipertensión también podría ser un factor de riesgo, así como la presencia de piedras en el riñón (litiasis). 

¿Hay un componente genético? Sólo entre el 5 y el 10% de los casos pueden asociarse a factores hereditarios. 

cáncer de riñón

Prevención

Adoptar hábitos de vida saludable podría ayudar en la prevención del cáncer de riñón, así como de otros tumores y de la mayoría de enfermedades prevenibles. Así pues se recomienda seguir una dieta equilibrada y saludable, huir del sedentarismo y practicar actividad física. 

Tratamiento

Maroto explica que habitualmente en los estadios iniciales se aborda con cirugía, lo que no significa que haya que extirpar completamente el riñón. “Siempre que sea posible se hace una nefrectomía  parcial. El objetivo es intentar el máximo de parénquima renal”  y preservar la salud renal para el futuro. 

En los pacientes con metástasis, Grande comenta que con la llegada de la inmunoterapia en la última década se está consiguiendo “si no curar la enfermedad, sí cronificarla. Por lo menos ya tenemos muchos pacientes que son largosupervivientes”. 

La inmunoterapia buscar reforzar el sistema inmune para luchar contra las células tumorales. Ahora también se está aplicando en pacientes con tumores localizados que presentan un alto riesgo de recaída. “Para evitar el desarrollo de las metástasis y, ahora sabemos que también para mejorar la supervivencia, podemos aplicar la inmunoterapia”, añade Grande. Este tipo de tratamiento, obtiene respuestas en aproximadamente “el 20-40% de los pacientes, en los cuales la calidad de vida mejora mucho”. Maroto apunta que también ha reducido el riesgo de recaída y fallecimiento en un porcentaje significativo. 

Bibliografía

Fuente: cuidateplus