¿Es peligroso limpiar tus oídos?

Lo que los médicos dicen sobre este hábito

Hay personas que producen un exceso de cerumen. Utilizar objetos rígidos como bastoncillos no es la mejor idea para eliminarlo, entre otros motivos, por el riesgo de tapones. 

Una mujer se introduce un bastoncillo de algodón
  1. Alicia Cruz Acal

Es importante dejarlo claro desde el principio: la higiene auditiva no significa tener que usar bastoncillos de algodón diariamente. Antes de coger esto como costumbre, los expertos advierten y aclaran todas las dudas que rodean a la limpieza de los oídos

Lo primero que hay que saber es que, en realidad, estos órganos no necesitan limpiarse. Como señala Mónica Franco Cerezo, vocal de Óptica y Acústica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huesca, cuentan con un mecanismo de autolimpieza por el que la piel de la zona y la cera que se acumula salen al exterior. “En la mayoría de las personas, esta cera suele ser blanda y, por ello, no debería ser necesario eliminarla ya que tiene funciones antifúngicas y antibacterianas y ofrece protección frente al agua”, añade.

¿Qué ocurre? Pues que, a pesar de que los oídos no requieren de esta limpieza, hay personas que producen más cera de la que pueden eliminar. Cuando el cerumen se endurece, puede bloquear el oído, y si se intenta limpiar esa cera, lo que se está consiguiendo es empujarla hacia la parte más profunda, informan desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc). Lo habitual, continúan, es que los tapones de cerumen no produzcan síntomas, pero a veces ocasionan molestias, picor o dolor en la zona, sensación de taponamiento, ruidos o zumbidos, mareos, tos y disminución de la audición.

Sobre el uso de bastoncillos u otros objetos rígidos o puntiagudos, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) alerta de que, además de empujar el cerumen hacia el interior del conducto auditivo, es posible que causen heridas: “También puede desprender restos de algodón, provocando infecciones”, asegura la entidad. 

A una mujer le duele el oído

Cómo evitar el exceso de cerumen y los tapones

Por tanto, se deben llevar a cabo medidas de higiene sobre los oídos siempre y cuando se produzca un exceso de cerumen y para evitar la formación de tapones. “Para ello, suele emplearse agua de mar y emolientes (aceites y tensioactivos), utilizando dispositivos de eliminación por arrastre, como espráis o aerosoles”, según la SEFAC. “El líquido debe permanecer entre o dos minutos minutos dentro del oído, manteniendo la cabeza inclinada para después incorporarla a su posición normal”, agrega Franco Cerezo.

La sociedad médica insiste en que no hay que obsesionarse con la limpieza ni con la cera (y, como ya se ha mencionado, no introducir objetos rígidos que puedan arrastrarla hacia el interior). Tal y como indican, “es aconsejable limpiar regularmente el conducto auditivo con una gasa húmeda o una toallita. El conducto auditivo externo (CAE) podrá limpiarse cada dos o tres días (salvo situaciones especiales como patologías del oído, malformaciones, etc.) con productos farmacéuticos específicos”.

Otros consejos para mantener la salud auditiva

Franco Cerezo apunta otras recomendaciones para mantener una correcta higiene auditiva:

  • Limpiar los oídos por dentro y por fuera durante la ducha, pues es más fácil retirar el cerumen con la piel húmeda. Al salir, solo hay que secar la oreja suavemente con una toalla o gasa por el pabellón externo, sin apretar ni insistir demasiado en la zona del conducto auditivo.
     
  • Evitar el uso continuado de auriculares y otros aparatos externos. 
     
  • Acudir al especialista al menos una vez al año.   

Acerca de los beneficios de una buena higiene auditiva, la SEFAC asegura que son numerosos: 

  • Logra mantener una buena audición. 
     
  • Evita dolores.
     
  • Previene acúfenos y vértigos. 
     
  • Evita la retención de agua en el canal auditivo
     
  • Permite la exploración clínica del tímpano por el médico. 
     
  • Asegura que los audífonos funcionen de manera óptima.

Bibliografía

Fuente: cuidate plus