pelomenopausia

Además de los efectos en la salud cardivascular, en el peso y en la masa ósea, también existen efectos menos discutidos pero muy importantes de la menopausia en la salud capilar. Te contamos por qué ocurre.

caida del pelo
  1. Ricardo Ruiz
  2. Dermatólogo y director de la Clínica Dermatológica Internacional

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que ocurre entre los 45 y los 55 años y que se caracteriza por una disminución en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona. Aunque es bien sabido que esta transición influye en aspectos como la salud cardiovascular, ósea y emocional, existen efectos menos discutidos pero muy importantes, como la influencia de la menopausia en la salud del cabello. 

En este artículo, gracias a Elena Tevar, dermatóloga de Clínica Dermatológica Internacional que dirige nuestra Unidad de Dermatología de la Mujer, experta en el manejo de lesiones de la piel propias de la menopausia, exploraremos las causas detrás de la pérdida de pelo de este periodo, los tipos de alopecia más comunes en esta etapa y los tratamientos disponibles para lidiar con estos cambios.

¿Por qué la menopausia afecta al pelo?

Durante la menopausia, los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen de manera significativa debido a la reducción de la actividad de los ovarios. Esta disminución provoca un desequilibrio hormonal, pues mientras bajan los niveles de estrógeno, los andrógenos (hormonas masculinas) mantienen sus niveles. Este desequilibrio puede resultar en cambios no solo en el metabolismo y el estado de ánimo, sino también en la salud del cabello.

Los estrógenos juegan un papel importante en la fase de crecimiento del cabello, conocida como la fase anágena. Con niveles de estrógenos adecuados, el cabello permanece en esta fase por más tiempo, lo que favorece un crecimiento continuo y un aspecto voluminoso. Sin embargo, en la menopausia, la reducción de estrógenos produce que el cabello pase más rápidamente a la fase telógena o de reposo, aumentando la caída del cabello y reduciendo su densidad.

Además, los andrógenos, como la testosterona, se transforman en una forma más activa llamada dihidrotestosterona (DHT) en el cuero cabelludo. Esta hormona tiende a debilitar los folículos pilosos en el área superior de la cabeza, lo que puede llevar a la pérdida de pelo característica de la alopecia androgenética, común en los hombres, pero también presente en mujeres después de la menopausia.

La raíz es otra de las zonas afectadas del debilitamiento del pelo en la menopausia (Foto Shutterstock)

Tipos de pérdida de pelo en la menopausia

Existen varios tipos de alopecia o pérdida de cabello asociadas a los cambios hormonales de la menopausia. Los dos más comunes son la alopecia androgenética femenina y la alopecia frontal fibrosante.

1. Alopecia Androgenética Femenina

La alopecia androgenética femenina o pérdida de pelo de patrón femenino, es una de las formas más comunes de pérdida de cabello en mujeres postmenopáusicas. En esta condición, el pelo se adelgaza progresivamente en la parte superior y frontal del cuero cabelludo, mientras que la línea de nacimiento del cabello generalmente se conserva. La alopecia androgenética femenina es un proceso multifactorial, pero el desequilibrio entre estrógenos y andrógenos es un factor clave.

Aunque esta condición puede presentarse en la juventud, suele empeorar con la llegada de la menopausia. La mayoría de las mujeres afectadas por esta condición tienen niveles normales de andrógenos (hormonas masculinas), lo que sugiere que es la reducción de estrógenos el factor desencadenante. En cuanto al tratamiento, el uso de minoxidil, un medicamento de uso tópico es una de las opciones más recomendadas. También existen opciones sistémicas, como el uso de antiandrógenos (finasteride y dutasteride) e incluso el mismo minoxidil pero de forma oral.

2. Alopecia Frontal Fibrosante

La alopecia frontal fibrosante (AFF) es una forma de alopecia cicatricial que afecta principalmente a mujeres en la etapa de la menopausia. Este tipo de alopecia se caracteriza por una pérdida de cabello progresiva en la zona frontal y temporal del cuero cabelludo, lo que hace que la línea de nacimiento del cabello retroceda. A menudo, las cejas también pueden verse afectadas.

Aunque se desconoce la causa exacta de la AFF, se ha observado que la condición parece estar relacionada con el estado perimenopáusico, lo que sugiere un posible vínculo hormonal. Algunos estudios han explorado el uso de antiandrógenos para tratar esta condición, y ciertos tratamientos tópicos como corticosteroides también pueden ser útiles para reducir la inflamación. Sin embargo, la AFF es una condición que, al tener un componente cicatricial, es difícil de manejar y requiere un manejo especializado.

3. Hirsutismo en la Menopausia

Además de la pérdida de pelo en el cuero cabelludo, muchas mujeres experimentan un crecimiento de vello no deseado en áreas como el rostro. Este fenómeno, conocido como hirsutismo, es también consecuencia del desequilibrio hormonal. A medida que los niveles de estrógenos disminuyen, los andrógenos pueden provocar el crecimiento de vello en el mentón, las mejillas y el labio superior.

Para el manejo del hirsutismo, los tratamientos incluyen desde opciones tópicas como la crema de eflornitina, hasta antiandrógenos que ayudan a reducir el crecimiento de vello facial. También es común el uso de técnicas de depilación física o láser para reducir el impacto del hirsutismo en la apariencia.

Opciones de Tratamiento para la Pérdida de Pelo

El manejo de la pérdida de cabello en la menopausia puede variar según la causa y la severidad. Aquí algunas de las opciones de tratamiento disponibles:

  • Minoxidil: Este es uno de los tratamientos tópicos más usados para tratar la alopecia androgenética. Se aplica directamente sobre el cuero cabelludo y puede ayudar a estimular los folículos para promover el crecimiento del cabello. Ahora lo usamos de forma eficaz y segura en pastillas a dosis bajas.
     
  • Antiandrógenos: Fármacos como el finasteride y el dutasteride bloquean la acción de la DHT, reduciendo su impacto en los folículos pilosos. Su uso en mujeres debe estar bien monitorizado y suele reservarse para casos más severos.
     
  • Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH): La TRH puede ayudar a restablecer los niveles hormonales y reducir algunos de los síntomas de la menopausia, incluyendo la caída del cabello. Sin embargo, existen riesgos asociados con su uso, como el ligero aumento del riesgo de trombosis y cáncer de mama en algunos pacientes, por lo que se debe usar en casos determinados con controles ginecológicos.
     
  • Suplementos Nutricionales: Vitaminas como la biotina y el zinc pueden ser beneficiosas para fortalecer el cabello, aunque no se consideran un tratamiento principal.
     
  • Tratamientos Estéticos y Quirúrgicos: En casos graves, se pueden considerar opciones como el trasplante de pelo o el uso de pelucas y prótesis capilares para mejorar la imagen.

Conclusión

La pérdida de pelo en la menopausia es una consecuencia común de los cambios hormonales, y puede tener un impacto considerable en la autoestima y la calidad de vida de las mujeres. Si bien existen varios tratamientos para manejar esta condición, es importante recordar que cada caso es único y que el tratamiento debe ser adaptado a las necesidades individuales.

Entender que la pérdida de pelo en la menopausia es parte de un proceso natural y no una enfermedad es esencial para adoptar una actitud positiva y buscar el apoyo médico adecuado. Por ello se agradece ver movimientos como WOMANHOOD, que defiende que esta fase de la vida de la mujer no debe ser gris ni debe ser considerada una enfermedad. Con el trabajo conjunto de dermatólogos, ginecólogos, endocrinólogos y otros profesionales debemos minimizar el impacto de la menopausia en la salud del cabello, la piel y el bienestar general de nuestras