La respiración consciente como hábito
Diversas investigaciones demostraron que técnicas simples fortalecen el control emocional y optimizan las funciones cerebrales frente a determinados desafíos
En un contexto donde el estrés y la ansiedad predominan, la respiración consciente emerge como una herramienta efectiva para mejorar la salud mental. Numerosos estudios científicos destacan que ajustar el ritmo y profundidad de la respiración no solo influye en el estado emocional, sino también en la capacidad de pensar y reaccionar ante diversas situaciones. Sobre esta práctica, Helen Lavretsky, psiquiatra integrativa de la Universidad de California en Los Ángeles, destacó en el informe desarrollado por The Washington Post que “la respiración es una herramienta inmediata para regular emociones que nos acompaña a lo largo de nuestra vida”.
Desde hace siglos, distintas culturas y tradiciones reconocieron la estrecha relación entre la respiración, el cuerpo y la mente. Este vínculo se menciona en textos de yoga que sostienen que “a medida que se mueve la respiración, se mueve la mente”, según explica Paul Dallaghan, experto en técnicas respiratorias. Sin embargo, la ciencia contemporánea amplió esta comprensión con investigaciones que revelan cómo cada ciclo respiratorio afecta tanto el cuerpo como el cerebro.
Con cada inhalación se produce una activación sutil pero significativa: las pupilas se dilatan, la capacidad de recordar información mejora y las respuestas emocionales se intensifican. Mientras que al exhalar, estos procesos disminuyen y facilitan una sensación de calma. De acuerdo con Jack Feldman, director del Departamento de Neurociencia de la UCLA y descubridor del complejo preBötzinger (región cerebral responsable de generar los ritmos respiratorios); la actividad neuronal en áreas clave como la amígdala y la corteza prefrontal fluctúa en sincronía con la respiración.Inhalaciones profundas intensifican las respuestas emocionales, mientras las exhalaciones inducen calma (Imagen Ilustrativa Infobae)
El cerebro y la respiración: un intercambio constante
La influencia de la respiración no se limita al estado de alerta o la calma, y también juega un papel crucial en funciones cognitivas y emocionales. Durante el sueño o en la vigilia, el acto de respirar se coordina con regiones como el hipocampo, fundamental para la memoria. Este proceso también conecta con áreas responsables del procesamiento emocional, evidenciando su impacto en el bienestar psicológico.
Como explica Feldman, la respiración lenta y profunda no es solo un reflejo automático, es una herramienta que podemos manejar conscientemente para modular tanto nuestras emociones como nuestros pensamientos. De ahí que en situaciones de tensión, como antes de un examen o una presentación, muchas personas recurran a un respiro profundo para recuperar el equilibrio.
El ritmo ideal para la respiración consiente
Aunque el ser humano respira de manera automática entre 12 y 20 veces por minuto, investigaciones sugieren que existe un ritmo específico que puede optimizar la respuesta del cuerpo al estrés. El especialista Dallaghan sostiene que el número ideal de respiraciones para alcanzar un estado de calma oscila entre 5.5 y 6 por minuto, una frecuencia que se observa de forma espontánea en personas en meditación profunda.
Este ritmo desacelera la activación del sistema nervioso simpático, responsable de la respuesta de “lucha o huida”, y refuerza la influencia del sistema parasimpático, asociado al descanso y la recuperación. Guy Fincham, investigador de la Brighton and Sussex Medical School, señala al WAPO que este cambio fisiológico es posible gracias a la activación del nervio vago, un canal de comunicación clave entre el cuerpo y el cerebro. Es por ello que Fincham además afirmó: “Cuando el nervio vago se activa, envía una señal de alto a los sistemas de alerta, ayudando a detener las preocupaciones excesivas”.Un ritmo de 5.5 a 6 respiraciones por minuto contrarresta los efectos del estrés según los expertos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cómo incorporar la respiración consciente en la vida diaria
La respiración consciente no requiere equipamiento especializado ni escenarios complejos; puede practicarse en cualquier momento y lugar. Aunque los expertos destacan la importancia de establecer una base adecuada para maximizar sus beneficios. El especialista en técnicas respiratorias, Dallaghan, recomienda comenzar con una postura estable: sentarse con los pies firmemente plantados en el suelo, permitiendo que la respiración fluya de manera más natural y eficiente.
Técnicas para una respiración más efectiva
1- Suavidad y naturalidad en el ritmo
Dallaghan aconseja realizar exhalaciones completas seguidas de inhalaciones suaves y sin esfuerzo, permitiendo que la respiración se torne fluida. “Relajarse y aceptar que al principio puede ser difícil es clave para inducir la calma que buscamos”, agregó Guy Fincham, investigador en técnicas de respiración.
2- Respirar por la nariz
Utilizar la nariz para respirar no solo filtra y humidifica el aire, sino que también tiene un efecto más potente en la regulación del sistema nervioso autónomo. Para Dallaghan, este tipo de respiración amplifica la capacidad del cuerpo para entrar en un estado de calma.
3- Conexión con el cuerpo
Ser consciente de los movimientos corporales al respirar es fundamental. Colocar una mano sobre el abdomen, justo debajo del diafragma, puede ayudar a percibir si el aire está alcanzando las zonas más profundas de los pulmones. Dallaghan explica que si la respiración se concentra solo en el pecho, probablemente no se esté logrando la profundidad necesaria.