Se distinguen 3 tipos de deshidratación: isotónica, hipertónica e hipotónica. Te enseñamos sus diferencias y características.

La deshidratación se describe como la pérdida excesiva de agua en el cuerpo. En condiciones normales existe un equilibrio entre el nivel de agua que se ingiere y el que se pierde en procesos metabólicos básicos. Cuando existe un desequilibrio en negativo se dice que se está en presencia de un cuadro de deshidratación. No todos los casos son iguales, de manera que se catalogan varios tipos de deshidratación.

Cuando no se trata esta situación puede ser mortal. La mayoría de los casos se manifiestan por episodios de diarrea, vómitos, ingesta de algunos medicamentos y enfermedades subyacentes (como diabetes). En las líneas siguientes te enseñamos todo lo que deberías saber sobre los tipos de deshidratación, en qué se diferencian y cuáles son sus características.

Principales tipos de deshidratación

Esta condición ocurre cuando existe un pérdida mayor de agua en relación con aquella que ingresa al cuerpo. No todos los episodios son iguales, de manera que estos se clasifican de acuerdo con la concentración sérica de sodio. Se distinguen entonces 3 tipos de deshidratación: isotónica, hipertónica e hipotónica. Veamos con detalle sus características.

Deshidratación isotónica

Se denomina deshidratación isotónica cuando existe una pérdida de agua y de sodio proporcional. Es decir, el descenso de sodio y de agua se hace en valores equidistantes; lo que da como resultado una osmolalidad sérica normal. Lo que es lo mismo, en los pacientes con deshidratación isotónica su osmolalidad oscila entre 285 y 295 mOsm/Kg (miliosmoles por kilogramo).

La mayoría de los casos de descompensación isotónica ocurren por diarreas y vómitos, aunque la sudoración excesiva producto del ejercicio intenso o el calor también puede ser responsable.

Es frecuente que los pacientes manifiesten una disminución de la tasa de filtración glomerular y un aumento de las enzimas hepáticas y pancreáticas. Cuando no se corrige puede dar lugar a una lesión renal.

Deshidratación hipertónica

Los tipos de deshidratación incluyen la hipertónica
Cuando la pérdida de agua es mayor que la de sodio, se origina un cuadro de deshidratación hipertónica.

Se cataloga como deshidratación hipertónica cuando la pérdida de agua es mayor a la disminución de los valores de sodio. Esto se traduce en un aumento de la concentración de sodio; o lo que es lo mismo hipernatremia, lo que da como resultado que el agua se desplace desde el espacio intracelular al espacio extracelular. Como consecuencia las células se atrofian.

Sus causas son muy variadas, aunque se puede desarrollar por la fiebre, la sudoración excesiva, la ausencia de la ingesta de líquidos, la sobreexposición al calor, el ejercicio, las quemaduras, los vómitos y las diarreas. Los exámenes de laboratorio para este tipo de deshidratación arrojarán una osmolalidad sérica superior a 300 mOsm/Kg.

Deshidratación hipotónica

El último de los tipos de deshidratación es la hipotónica, la cual se desarrolla cuando la pérdida de sodio es mayor que la pérdida de agua. Esto provoca una disminución de la osmolalidad sérica, lo que a su vez da lugar a un desplazamiento del agua del espacio extracelular al espacio intracelular. Como consecuencia las células se hinchan.

La deshidratación hipotónica, que suele asociarse a un cuadro conocido como hiponatremia, puede desarrollarse por fibrosis quística, enfermedad de Addison, ingesta de diuréticos y por sudoración excesiva. Los valores de sodio séricos serán inferiores al estándar durante las pruebas de laboratorio.

Al margen de estos 3 tipos de deshidratación también se pueden producir otros desequilibrios de los electrolitos. Los más comunes son la hiperpotasemia, la hipopotasemia, la hipomagnesemia y la hiperfosfatemia. Todo esto se puede desencadenar por las causas reseñadas de los tipos de deshidratación anteriores, de manera que deben ser considerados durante el tratamiento.

Tratamiento de los tipos de deshidratación

Los tipos de deshidratación tienen diversos tratamientos
Si bien muchos casos pueden solucionarse con medidas ambulatorias, los pacientes graves requieren hospitalización para corregir el desequilibrio hidroelectrolítico.

Los investigadores apelan por el uso de pruebas diagnósticas para distinguir los diferentes tipos de deshidratación. Una vez se determina cuál de los tres tipos caracteriza al episodio, se procede a aplicar el respecto tratamiento. La gravedad del cuadro clínico también condiciona qué tipo de alternativa se utilizará. Los casos graves demandan una intervención intravenosa para una recuperación rápida y oportuna.

En general el tratamiento es similar y tiene el mismo objetivo: devolver los niveles de sodio y agua a sus valores normales. De acuerdo con la gravedad se puede modificar el porcentaje de solución salina, la velocidad y la frecuencia. También se deben tener en cuenta las posibles complicaciones asociadas a cada tipo de deshidratación.

Se debe evaluar y monitorizar los valores de otros electrolitos, así como la evolución del paciente durante el tratamiento. Pueden pasar un par de días antes de que se logre una estabilización completa, todo depende de la gravedad de la deshidratación. Buscar asistencia médica es imprescindible para evitar que los episodios evolucionen a cuadros de coma e incluso de muerte.

Fuente: https://muysalud.com/salud/tipos-deshidratacion/