Ahora la ANMAT habilitó sólo cuatro productos con cannabis
A cinco años de la sanción de la Ley de Cannabis Medicinal, los aceites llegaron a muy pocas farmacias y abundan las cremas “truchas”. Piden una nueva ley para agilizarlo.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó los primeros cuatro productos con derivados del cannabis, dos de ellos bajo la categoría de cosméticos. Sin embargo, a cinco años desde la sanción de la Ley que habilita el uso medicinal de la planta, el impacto en farmacias es menos que incipiente y la mayoría de los pacientes todavía dependen de la importación o el autocultivo y la fabricación artesanal.
Hay un avance, sí. El Vademecum Nacional de Medicamentos, que -valga la redundancia- es el listado donde figuran todos los medicamentos habilitados a nivel nacional por la Anmat, ahora incluye dos aceites del cannabidiol CBD. Son el Convupidiol del laboratorio Alef y el Kanbis de Elea. ¿Esto qué dice? Que los farmacéuticos ya pueden levantar el teléfono y hacer el encargo al proveedor.
De ahí a que efectivamente estén en las farmacias hay otro trecho. Valeria Salech, referente y fundadora de la organización Mamá Cultiva, que impulsó la aprobación de la ley y nuclea a familias de consumidores por razones médicas en la Argentina, explicó que hay dos problemas: “Por un lado, la disponibilidad de los productos aprobados por la Anmat varía. Es decir que aunque es posible acceder, no están en todas las farmacias”.
Por otro lado, describe Salech, “los laboratorios y farmacias que quieran producir formulaciones magistrales (una actividad habilitada por la Ley de Cannabis Medicinal 27.350) deben importar las flores de cannabis o el extracto de cannabis encareciendo mucho los costos para la venta en el país”.
Recién este mes, el Ministerio de Salud anunció la incorporación en el al Registro Nacional de Cultivares de las dos primeras variedades de semillas nacionales: la Cepa Argentina Terapéutica 3 (CAT 3) y la EVA. Esto permitirá acceder a semillas de producción nacional tanto los usuarios registrados en el Reprocann como a los proyectos de investigación con aprobación del Ministerio de Salud.
Desde la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) explicaron a Clarín que “no hay en el país droga de calidad para hacer” fórmulas magistrales, una práctica frecuente en las farmacias con laboratorio que permite que los pacientes reciban las drogas indicadas en las dosificaciones más convenientes para su tratamiento. En cuanto a cannabis, se puede importar el ingrediente activo, que es el extracto con propiedades terapéuticas de CBD, pero a precios altísimos y de una manera “difícil”, detallaron.
En Mar del Plata se inauguró el primer laboratorio de certificación de cannabis medicinal.
Esta misma situación se podría reflejar en los precios de estos dos productos habilitados por Anmat, ya que aunque se preparen en la Argentina, utilizan ingredientes activos importados. Salech aclaró que “las provincias han iniciado investigaciones y tienen materia prima disponible para vender, pero no pueden hacerlo porque la Ley 27.350 no permite la comercialización”.
¿Cuánto sale el aceite de cannabis? Al ser medicamentos de venta bajo receta, el valor puede depender de la cobertura prepaga u obra social. Pero, por poner una referencia, el precio sugerido del Convupidiol de 100 miligramos por mililitro es de $ 66.754 en su versión de 35 mililitros y de $ 86.754,20 en la de 70 mililitros, informó el laboratorio Alef. En el caso de la solución oral Kanbis, que está disponible para la venta desde diciembre, el precio por 30 mililitros de $ 9.951,10 y por 100 mililitros de $ 27.315,61.
En la actualidad, hay más de 15 proyectos públicos y privados de investigación en cannabis medicinal que se extienden por el país, como el del municipio de La Madrid y el de la pyme Pampa Hemp junto al Inta en Pergamino, en Buenos Aires; el del Inta Patagonia Norte, en Río Negro, o los de las provincias de Misiones (MisioPharma), San Juan (CanMe), La Rioja (Agrogenética Riojana), Corrientes (Seprofi), Santa Fe (LIF) y Jujuy (Cannava), entre otros.
La iniciativa más avanzada es la de Cannava, que contempla la totalidad del proceso productivo, desde la siembra de la planta a la extracción de ingrediente activo y su procesamiento (la mezcla con aceite de sésamo para dosificarlo) para la elaboración de un aceite de cannabis. El primer lote del aceite de cannabidiol CBD10 de Cannava S.E. fue entregado en noviembre de 2021, pero el abastecimiento por ahora es solo a nivel provincial, a través de una habilitación del Ministerio de Salud provincial. No hay aprobación de la ANMAT.
Ley de Cáñamo Industrial
En este marco, tanto las organizaciones civiles, como sectores industriales de la esfera privada y pública, reclaman que se avance este año en el tratamiento del proyecto de Ley “Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial”, promovido por el Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas.
“Si tuviésemos la ley de producción habría más diversificación de productos y toda la cadena de valor sería nacional, desde el cultivo hasta el producto que llega a las farmacias”, explicó Salech. El proyecto, que se conoce como Ley de Cáñamo Industrial, debería ser tratado este año o perderá estado parlamentario y la búsqueda de consensos en la Cámara Baja deberá comenzar de nuevo.
El primer laboratorio de desarrollo de derivados médicos del cannabis medicinal en Jujuy.
A fines de marzo, en coincidencia con los cinco años de la aprobación de la ley, el Ministerio de Salud concedió el pedido del Consejo Consultivo del Reprocann, que es integrado por Mamá Cultiva y otras organizaciones, médicos y funcionarios: ahora se autoriza a las asociaciones para cultivar para un máximo de 150 personas con fines medicinales. Ahora podrán cultivar hasta 9 plantas al aire libre en un máximo de 15 metros cuadrados y de hasta 6 metros cuadrados para indoors.
La ANMAT también habilitó en los últimos meses dos cremas de estos mismos laboratorios bajo la categoría de “cosméticos” cannábicos. Son el Dermabiol (Alef) y el Ratisalil CBD (Elea). Esto fue posible tras la Disposición 8504, publicada en septiembre de 2021.
En el medio, está todo el mercado “trucho”, productos de procedencia dudosa que se ofrecen -ya sin ningún disimulo- tanto por vendedores ambulantes en ferias y el transporte público, como a través de las redes sociales y páginas de e-commerce. Las publicaciones prometen “salud, bienestar y belleza”, a través de los conocidos aceites y cremas.
Pero también hay serums que evitan “el frizz y las puntas abiertas” y geles íntimos “diseñados para placer extremo”, que podrían considerarse dentro de la categoría de estética cannábica -una tendencia mundial en crecimiento- si no fuera que los consumidores carecen de seguridad sobre el contenido prometido en los envases.
“Deberíamos tener una mirada productivista para que todo lo que se genere en el país. Como país, vos tenés la posibilidad de que se empiece a desarrollar una verdadera industria, pero en vez de alentar la producción del principio activo en Argentina, habilitaste a los laboratorios a importar y a que registren los productos con principios activos de afuera”, critica el presidente de la Cámara Argentina del Cannabis (Argencann) Pablo Fazio.
El cannabis medicinal está autorizado en Argentina para la epilepsia refractaria.
En definitiva, dice el referente del sector industrial cannábico, “todo lo que se está generando en la Argentina es con el principio activo importado, lo que no genera valor agregado y todo lo que tiene que ver con la producción y los puestos de trabajo de siembra, cosecha y procesamiento quede relegado, porque termina siendo mucho más fácil y económico traerlo de afuera”.
Argencann estima que el cannabis medicinal podría generar más de 1.000 millones de dólares en exportaciones y 15 mil puestos de trabajo en los próximos 10 años, de poder aprovechar el potencial de esta industria. “Para eso se necesita la Ley de Cáñamo y que la ANMAT abandone la mirada restrictiva respecto a los productos derivados del cannabis en el marco legal vigente. Esto no significa aprobar cualquier cosa, sino tomar los antecedentes menos restrictivos que existen en el mundo, como lo hacen un montón de países en Europa”, opinó.
Un ejemplo de esto es la flexibilidad que se tenga con respecto al THC, otro tipo de cannabidiol (como el CBD) que se usa para tratar distintas patologías. Mientras algunos países permiten la elaboración de productos de cosmética con CBD, con menos del 1% de THC, otros países solo admiten un porcentaje de THC de 0,2%. “Esto último, que es lo más restrictivo, es lo que el Estado argentino decide admitir en su habilitación de productos de estética cannábica”, explicó Fazio.
La aprobación del proyecto de Ley de Cáñamo Industrial se espera para este año. “Va a dar mucha más claridad y sacar a estos proyectos de la condición proyectos productivos con fines de investigación, como los planteó la 27.350. A su vez, al tener licencias de producción reales y la posibilidad de usar la planta de cáñamo para distintas finalidades además de la medicinal, como por ejemplo la textil, se generará un mayor interés desde la inversión”, opinó.
Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/ahora-anmat-habilito-solo-productos-cannabis_0_iRStYB65lX.html