Alertan por falta de insumos y violencia creciente en el Hospital Fiorito
Profesionales del hospital de Avellaneda advierten sobre la falta de repuestos para el funcionamiento de equipos de diagnóstico. La afluencia de pacientes se multiplicó, esto en parte debido a que muchos abandonan las prepagas por la crisis.
El Hospital Fiorito está en la cuerda floja. Así lo aseguraron profesionales de la salud que atienden a diario en ese centro interzonal de Avellaneda. Señalan que los problemas son múltiples, pero encadenados: falta de insumos, aparatos rotos y aumento exponencial de la demanda tras la desregulación y encarecimiento de las prepagas. A la vez, en las guardias abarrotadas cada vez se registran más actos de violencia contra el personal.
La situación en este hospital, que es de referencia en la zona sur, no escapa a una crisis generalizada, pero los trabajadores sostienen que, especialmente la semana pasada, se alcanzó un punto particularmente preocupante. Después de que CICOP, gremio de los Profesionales de la Salud bonaerense, emitiera un comunicado, el gobierno bonaerense comenzó a resolver algunos focos de conflicto, explicaron. Pero los problemas son muchos al mismo tiempo.
Aníbal Aristizábal, médico de ese centro y secretario sindical, considera que «es importante visibilizar lo que está pasando con esta crisis generalizada». Uno de los problemas más complejos que tenían era el funcionamiento de un resonador y de los equipos de diagnóstico por imágenes en general (incluyendo tomógrafo y rayos) «debido a problemas de repuestos y mantenimiento en moneda extranjera, limita aún más la atención médica y aumenta las complicaciones para los pacientes».
Si bien algunos de esos aparatos ya volvieron a funcionar, a nivel estructural el Hospital Fiorito vive una explosión de demanda sin precedentes. El aumento de las prepagas en los últimos meses hizo que muchas personas las dieran de baja y fueran a atenderse al hospital público, saturando los servicios en épocas donde, además, la epidemia de dengue y el inicio de la temporada de virus respiratorios de por sí complicó y seguirá complicando el servicio de guardia.
En paralelo, otro gran problema que plantearon los médicos es la «falta de flujo de medicamentos», es decir, de insumos con los que cuenta el hospital para atender a los pacientes, tanto dentro como para el seguimiento afuera del hospital. Alertan que muchos pacientes abandonan sus tratamientos o «cumplen a medias» con las medicaciones que deberían tomar por diversas condiciones de salud, muchas veces crónicas, al no conseguirlos. Señalan, también que la salud mental de muchas personas estará comprometida por no poder continuar con tratamientos básicos para diversas patologías.
Como la situación, además, es generalizada con diversa intensidad en todo el sistema de salud, los médicos cuentan que «es habitual que los pacientes lleguen después de haber rebotado en otros dos o tres hospitales».Comunicado gremial sobre la situación en el Hospital Fiorito.
El clima en las guardias, entonces, no puede ser más tenso. Entre médicos que tienen una sobrecarga de trabajo y pacientes que llevan horas yendo y viniendo por hospitales de la región, las situaciones de violencia son una constante. «Lamentablemente la gente está muy mal económicamente, eso repercute en un estado de nerviosismo y, lógicamente, al tener un problema de salud es aún peor. Pero nosotros también estamos en la misma crisis y con trabajo continuo y sin descanso. La verdad no damos abasto», cuenta un médico del servicio de guardia.
Cada tanto, en el Hospital Fiorito advierten sobre situaciones de violencia. En 2013 colocaron botones antipánico en las guardias después de una situación de extrema violencia en noviembre de 2012, cuando un grupo de treinta personas armadas se atrincheró en la guardia del hospital por cuatro horas para reclamar por la muerte de un joven motociclista. Sin llegar a ese extremo, en la actualidad las discusiones y peleas en la guardia son moneda corriente a diario.
«En un hospital interzonal como el Fiorito lo principal que deberíamos tener resuelto es el tema del tomógrafo, también la digitalización del servicios de imágenes y queremos que se resuelva el flujo de medicamentos que es un tema muy sensible», afirmaron en otra parte del comunicado los trabajadores.
El Hospital Interzonal General Agudos “Pedro Fiorito” está en Av. Belgrano 855, es uno de los centros de salud más grandes de zona sur y recibe pacientes no solo de Avellaneda, sino de todos los distritos vecinos. Fue fundado en 1913, por lo cual está totalmente arraigado a la historia de esa región del GBA y cuenta con todo tipo de especialidades.
Durante muchos años, sobre todo en la década de los ‘60, se lo consideró el hospital más moderno y tecnológico entre Capital Federal y La Plata, por haber sido pionero en diferentes áreas. Fue el primero del país en tener Unidad Coronaria, el precursor al instalar guardias pediátricas y neuroquirúrgicas de 24 horas en la Provincia, y el único en armar un centro de rehabilitación de trastornos del lenguaje en niños disléxicos.
En él, además, se realizó la primera neuroendoscopía del país a un paciente con hidrocefalia. En 2005 abrió un Complejo Cultural; el primer museo de un hospital en toda la Provincia.
Fuente: https://www.clarin.com/zonales/alertan-falta-insumos-violencia-creciente-hospital-fiorito_0_Er7PoV2fNg.html