Alimentos para no comer antes del café
El café es un alimento saludable que sienta bien a la mayoría de las personas. En combinación con algunos alimentos dificulta la absorción de nutrientes o incrementa las molestias digestivas, pero solo en casos muy concretos. La nutricionista Ruth García, del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana, detalla cuáles son.
El café ha sido demonizado y alabado a partes iguales. En los últimos años han proliferado los estudios científicos sobre sus beneficios para la salud y su relación con la disminución del riesgo de mortalidad por todas las causas y también por cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer de hígado. Un consumo de entre 3 y hasta 4 tazas es perfectamente asumible, dependiendo de los gustos y el estilo de vida de cada persona.
Han caído muchos mitos en torno a esta bebida, empezando por los que hacían referencia a su prohibición total en personas con hipertensión arterial. No obstante, sigue habiendo casos en los que se considera conveniente moderar su consumo. Fundamentalmente, además de en hipertensos, durante el embarazo y en el periodo de lactancia.
Cuestión aparte son las recomendaciones sobre el momento en el que es más adecuado tomar café -por la mañana, después de comer-, así como las posibles interacciones de la cafeína con diversos medicamentos y alimentos. Sobre los efectos de estos últimos cuando se ingieren justo antes de una taza de café se han vertido algunas exageraciones que aclara la dietista-nutricionista Ruth García, responsable de Proyectos del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (Codinucova).
Incompatibilidad del café con algunos alimentos, ¿qué hay de cierto?
La experta señala que tanto el café como el té (cafeína y teína son la misma sustancia) pueden interaccionar con algunas vitaminas y minerales, especialmente con la vitamina C, el hierro y el calcio. “Por ejemplo, tomar un café inmediatamente después de una comida rica en hierro -como las lentejas- puede hacer que no se absorba este mineral en su totalidad”. De ahí que se recomiende a las personas con insuficiencia de hierro o anemia “que esperen entre media hora o una hora a tomarse el café de después de comer”.
En esos supuestos, puede ser interesante tomar, en lugar del café, una infusión o, mejor aún, aguas infusionadas con limón o jengibre, que al ser ricos en vitamina C potencian la absorción del hierro de los alimentos vegetales.
Las comidas picantes pueden ser una fuente de molestias en personas con problemas digestivos, acidez y ardor. El café puede empeorar estas manifestaciones. Si además existe un déficit de ciertos nutrientes, hay que tener en cuenta que la cafeína promueve una digestión más rápida, lo que se traduce en una reducción en la absorción del hierro, el calcio y otros micronutrientes.
En cuanto al efecto del café después de haber ingerido alimentos ricos en grasas, García indica que la digestión tiende a ser más pesada. “Dado que el café es un estimulante, la digestión se acelera y las molestias son mayores”, describe la representante de Codinucova. Aquí hay que precisar igualmente que esto solo es aplicable en personas con trastornos digestivos. Por ejemplo, “quienes tienen problemas de vesícula digieren mal las grasas y, por eso, si toman café inmediatamente después de ingerir comidas ricas en ellas, verán sus molestias aumentadas”.
El efecto de la cafeína en la absorción de nutrientes podría llevar a quienes tienen déficit de calcio a no tomar café con leche pero, en realidad, no es necesario hilar tan fino. Al fin y al cabo, no es que ese calcio no se asimile, sino que se absorbe peor. Además, esa leche no es la única fuente de calcio que se consume, sino que a lo largo del día también se ingieren otros alimentos ricos en este mineral, como frutos secos, legumbres, pescado, huevos y otros lácteos.
Recomendaciones de la nutricionista
En conclusión, solo deben tener cuidado con los efectos del café en la absorción de nutrientes y el aumento de los problemas digestivos algunas personas con trastornos digestivos diagnosticados o problemas de anemia o riesgo de déficit relevante de hierro y otros micronutrientes.
Y en esos casos no se trata de evitar el café, sino de no ingerirlo justo antes o después de los alimentos con los que puede interaccionar. Para ello, basta con esperar por lo menos media hora para tomarlo. Esto también es aplicable a diversos medicamentos.
El resto de las personas, es decir, la población general, puede tomar café tranquilamente sin tener que preocuparse de si combina bien o mal con tal o cual alimento.
Fuente: cuidateplus