Bradicardia: los riesgos de tener un ritmo cardíaco bajo
Un corazón con menos latidos puede significar problemas para la salud. Causas, síntomas y excepciones.
Tener el ritmo cardíaco más bajo de lo habitual no es tan frecuente, y recibe el nombre de bradicardia o bradiarritmia. Por eso resulta importante saber en cuestión de salud del corazón, la taquicardia o el ritmo elevado de los latidos no es la única arritmia a la que prestarle atención.
Pese a que sean menos conocidas, no dejan de llevar ciertos peligros la disminución de la frecuencia cardíaca.
Normalmente, el corazón late entre 60 y 100 veces por minuto. En las personas que hacen ejercicio habitualmente o que toman medicamentos para reducir el ritmo cardíaco, la frecuencia puede caer por debajo de esa cifra, especifica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Como fue dicho, puede ser habitual por ejemplo los casos de ciclistas profesionales, conocidos por tener pulsaciones en reposo excepcionalmente bajas.
Pero la intención es poner el foco en saber por qué razón extra puede reducirse esa frecuencia cardíaca, llegando incluso a 30 pulsaciones por minuto.
Corazón, bombeo de sangre y oxigenación
En circunstancias normales, tener menos de 60 latidos por minuto puede suponer ese riesgo que no permitiría un bombeo de sangre que asegure la correcta oxigenación del organismo.
Sucede esto porque nuestro corazón funciona a través de impulsos eléctricos que se generan en el nódulo sinusal, que es el que se encarga de poner en movimiento al nódulo auriculoventricular y es el que transmite ese impulso a través de diferentes tejidos, aún en el corazón, ejerciendo una especie de correa de transmisión que será la que ponga en marcha esta serie de conexiones, define el portal de salud.
Debido a la complejidad de esta misión, la bradicardia puede tener diferentes orígenes y encontrarse en el principio, como es el nódulo sinusal. Pero también, amplía The Objective, en las partes distales como pudieran ser la red de Purkinje o el haz de His.
Esto significa que cuánto más lejos del nódulo se produzca la disfunción, más difícil de detectar es y más peligrosa puede resultar, por la complejidad del diagnóstico.
Desde Mapfre Salud explican que se puede encontrar la isquemia del tejido cardíaco secundaria a un infarto, enfermedades sistémicas o enfermedades relacionadas con la infiltración en el tejido cardíaco.
Sin embargo, más allá de la enumeración, la mayor parte de los fallos son de origen desconocido.
De todos modos, resulta siempre fundamental acudir a un médico cardiólogo antes de tomar cualquier decisión para determinar el mejor diagnóstico o tratamiento.
Bradicardias: los riesgos de un ritmo cardíaco bajo
Resulta muy frecuente que se confunda la sintomatología de la bradiarritmia o de la bradicardia con otros patrones vinculados también a una presión arterial anormalmente baja.
Es el caso de las lipotimias o el síndrome de hidrocución (el mal llamado corte de digestión) y que se suelen justificar a través de síncopes donde los síntomas son bien conocidos, refleja Access Medicina.
Mareos, fatiga, cuadros de síncope (sin llegar al desmayo), apatía, cansancio o debilidad muscular están entre esos síntomas, todos ocasionados por la falta de eficacia del bombeo.
La dificultad, al contrario de lo que pasa con las palpitaciones o presión en el pecho en las taquicardias, es que es poco frecuente que la persona que lo sufre sea tan consciente de lo que está atravesando.
Síntomas de alarma por bradicardia
De todos modos, existen ciertas señales para descubrir la aparición de la bradicardia. Por ejemplo, que no se acelera el ritmo cardíaco con estímulos como actividad física o la fiebre.
Hay que ser conscientes de que esta situación aparece cuando no se reacciona a esos estímulos y además van acompañados de los síntomas mencionados, determinan los cardiólogos.
La bradicardia se puede ver aumentada por ciertos hábitos, pero también venir dada por patologías previas, además de por el envejecimiento.
Sin embargo, cualquier afección cardíaca, hipotiroidismo o el consumo de ciertos fármacos, además de un desequilibrio de sustancias químicas como el potasio (hiperpotasemia) o el calcio (hipercalcemia) se pueden vincular a su aparición, amplía el portal de salud.
Fuente: https://www.clarin.com/internacional/bradicardia-riesgos-tener-ritmo-cardiaco-debe-hacer_0_4au6AFujtF.html