Carbohidratos
  1. Joanna Guillén Valera

¿Qué son los carbohidratos?

Los carbohidratos «son uno de los nutrientes principales de los alimentos que comemos, junto a las proteínas y las grasas», señalan Inmaculada Yruela e Isabel Varela-Nieto, autoras del documento Las moléculas que comemos, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«La mayoría de ellos están presentes en los alimentos de origen vegetal. De manera natural, abundan en los cereales y derivados como el pan o la pasta, los tubérculos (patata, zanahoria), las legumbres (garbanzos, judías, lentejas), la fruta, la leche, la miel o el azúcar blanco». Al ser asequibles y relativamente baratos, su consumo ha estado muy extendido a lo largo de la historia y siguen siendo la base de la alimentación para la humanidad.

Son unas biomoléculas que también reciben el nombre de hidratos de carbono, glúcidos, azúcares o sacáridos; aunque los dos primeros nombres, los más comunes y empleados, no son del todo precisos, ya que no se tratan estrictamente de átomos de carbono hidratados, pero los intentos por sustituir estos términos por otros más precisos no han tenido éxito. Estas moléculas están formadas por tres elementos fundamentales: el carbono, el hidrógeno y el oxígeno, este último en una proporción algo más baja. Su principal función en el organismo de los seres vivos es la de contribuir en el almacenamiento y en la obtención de energía de forma inmediata, sobre todo al cerebro y al sistema nervioso.

Esto se cumple gracias a una enzima, la amilasa, que ayuda a descomponer esta molécula en glucosa o azúcar en sangre, que hace posible que el cuerpo utilice la energía para realizar sus funciones.

Tipos de carbohidratos

Existen cuatro tipos, en función de su estructura química: los monosacáridos, los disacáridos, los oligosacáridos y los polisacáridos.

Monosacáridos

Son los más simples, ya que están formados por una sola molécula. Esto los convierte en la principal fuente de combustible para el organismo y hace posible que sean usados como una fuente de energía y también en biosíntesis o anabolismo, el conjunto de procesos del metabolismo destinados a formar los componentes celulares. También hay algunos tipos de monosacáridos, como la ribosa o la desoxirribosa, que forman parte del material genético del ADN. Cuando estos monosacáridos no son necesarios en ninguna de las funciones que les son propias, se convierten en otra forma diferente como por ejemplo los polisacáridos.

Disacáridos

Son otro tipo de hidratos de carbono que, como indica su nombre, están formados por dos moléculas de monosacáridos. Estas pueden hidrolizarse y dar lugar a dos monosacáridos libres. Entre los disacáridos más comunes están la sacarosa (el más abundante, que constituye la principal forma de transporte de los glúcidos en las plantas y organismos vegetales), la lactosa o azúcar de la leche, la maltosa (que proviene de la hidrólisis del almidón) y la celobiosa (obtenida de la hidrólisis de la celulosa).

Oligosacáridos

La estructura de estos carbohidratos es variable y pueden estar formados por entre tres y nueve moléculas de monosacáridos, unidas por enlaces y que se liberan cuando se lleva a cabo un proceso de hidrólisis, al igual que ocurre con los disacáridos. En muchos casos, los oligosacáridos pueden aparecer unidos a proteínas, dando lugar a lo que se conoce como glucoproteínas.

Polisacáridos

Son cadenas de más de diez monosacáridos cuya función en el organismo se relaciona normalmente con labores de estructura o de almacenamiento. Ejemplos de polisacáridos comunes son el almidón, la amilosa, el glucógeno, la celulosa y la quitina.

En función de los alimentos que comemos, la clasificación sería diferente y existirían tres tipos de carbohidratos: 

Azúcares

Pasan de forma muy rápida a la sangre, por eso los alimentos que los contienen tienen un índice glucémico alto, según informan los expertos de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Están formados cadenas de uno o dos eslabones de glucosa, fructosa y la galactosa, entre cuyas combinaciones más comunes está la sacarosa o azúcar de mesa, formado por una glucosa y un fructosa, o la lactosa o azúcar natural de la leche, formado por una glucosa y una galactosa. 

Se encuentran en el azúcar común, miel, siropes, jaleas, zumos de frutas, y todos las bebidas y alimentos que lleven azúcares añadidos. Se deben consumir en la menor medida y frecuencia posible”.

Los carbohidratos son una fuente esencial de energía en nuestra dieta diaria. Comprender su importancia y cómo afectan a nuestro cuerpo puede mejorar significativamente nuestra salud. Además de una buena alimentación, también es importante encontrar maneras de relajarse y disfrutar del tiempo libre. Para explorar opciones de entretenimiento en línea, visita vavada casino online. Encontrarás recursos valiosos y consejos útiles para disfrutar de tu tiempo libre.

Almidones 

Tardan más en absorberse y, por lo tanto, en entrar en la sangre, haciéndolo de forma más lenta y gradual. Por eso se llaman también carbohidratos de absorción lenta. Como explican desde la Academia «se encuentran, entre muchos otros, en los cereales, las legumbres y los tubérculos, como las patatas».

Los alimentos que contienen almidón deben cocinarse para facilitar su digestión.

Fibra

Este tipo de carbohidratos no se descompone en su totalidad y, por su alto contenido en fibra, aportan la sensación de estar llenos, como el caso de los frutos secos, las semillas y las verduras.

Función de los carbohidratos

Aunque su función principal es la energética, también hay ciertos hidratos de carbono cuya función está relacionada con la estructura de las células o aparatos del organismo, sobre todo en el caso de los polisacáridos. Estos pueden dar lugar a estructuras esqueléticas muy resistentes y también pueden formar parte de la estructura propia de otras biomoléculas como proteínas, grasas y ácidos nucleicos. Gracias a su resistencia, es posible sintetizarlos en el exterior del cuerpo y utilizarlos para fabricar diversos tejidos, plásticos y otros productos artificiales.

Tanto los hidratos de carbono simples como los complejos «se convierten en glucosa durante la digestión», informan desde el CSIC. Después, «la glucosa va a la sangre y se absorbe en el intestino delgado. Los carbohidratos simples se convierten rápidamente en glucosa». Son una fuente de energía rápida y fácil de asimilar por el organismo.

Por el contrario, «los carbohidratos complejos se digieren y asimilan lentamente. Tardan más tiempo en liberar la glucosa a la sangre y en ser asimilados». Por esta razón, producen la energía más lentamente. Los hidratos de carbono proporcionan energía a todos los órganos del cuerpo, desde el cerebro hasta los músculos de las extremidades.

Pero no solo esta es su función. También tienen otras funciones no menos importantes. Participan en la síntesis del material genético (ADN y ARN), en el metabolismo de las grasas y las proteínas y en la formación de las membranas de las células, las neuronas y los tejidos musculares.

Nutrición

En el ámbito de la nutrición, es posible distinguir entre hidratos de carbono simples y complejos, teniendo en cuenta tanto su estructura como la rapidez y el proceso a través del cual el azúcar se digiere y se absorbe por el organismo.

Así, los carbohidratos simples que provienen de los alimentos incluyen la fructosa (que se encuentra en las frutas) y la galactosa (en los productos lácteos); y los carbohidratos complejos abarcan la lactosa (también presente en productos lácteos), la maltosa (que aparece en ciertas verduras, así como en la cerveza en cuya elaboración se emplea el cereal de la malta), y la sacarosa (que se encuentra en el azúcar de mesa o azúcar común).

Algunos alimentos que son ricos en carbohidratos simples son las frutas y verduras, la leche y los productos derivados de esta como el queso o el yogur, así como en los azúcares y productos refinados (en los que también se produce el suministro de calorías, pero a diferencia de los anteriores se trata de calorías vacías al carecer de vitaminas, minerales y fibra); entre ellos se encuentran la harina blanca, el azúcar y el arroz. En cuanto a los carbohidratos complejos, se incluyen alimentos como legumbres, verduras ricas en almidón y panes y otros productos que incluyan cereales integrales.

¿Los carbohidratos engordan?

Desde la Academia Española de Nutrición y Dietética recuerdan que, por sí mismos, los carbohidratos no engordan, sino que lo hace la energía no quemada y el tipo de hidratos que comamos. 

Un estudio publicado en Jama Network por investigadores de la Universidad de Harvardseñala la importancia de mantener el consumo de hidratos en dietas de pérdida de peso, eso sí, siempre que sean de buena calidad. Los autores destacan la calidad de los nutrientes por encima de la cantidad o de la restricción. 

Fuente: cuidateplus