Consejos antes de inyectarte bótox y rellenos
La toxina botulínica o los rellenos dérmicos son procedimientos estéticos habituales cuando de rejuvenecer el rostro se trata. Conocer estos productos o no obsesionarse con retoques frecuentes son algunos de los consejos del dermatólogo Ricardo Ruiz.
Si estás pensando en infiltrarte toxina botulínica, rellenos dérmicos, inductores de colágeno u otro tipo de material, es importante tomar decisiones informadas para obtener los mejores resultados posibles y evitar complicaciones. Estos procedimientos han ganado popularidad debido a sus resultados rápidos y efectivos, pero también es cierto que vemos diariamente el síndrome overfilled, es decir, personas que se han inyectado demasiado producto y que misteriosamente se parecen entre sí.
Por esta razón quería daros siete consejos esenciales para que tengas una experiencia segura y satisfactoria que nosotros siempre damos a nuestros pacientes de nuestros centros.
Si te gusta tu médico, ¡no cambies!
El primer paso, y uno de los más importantes, es elegir un médico cualificado y con experiencia. Hay que tener habilidades técnicas y conocimiento de la anatomía facial. Si el precio parece demasiado bueno para ser verdad, puede que sea un indicativo de que el profesional no tiene la experiencia o los materiales inyectados no son de calidad. Una vez que has encontrado a un médico que consigue buenos resultados, ¡no cambies! Tu médico te hará un programa personalizado valorando tus necesidades médicas y estéticas, y no conviene cambiar de técnica y productos. Lo que te hagas ahora influirá en cómo de veas dentro de unos años.
Conoce los productos
El bótox se utiliza para relajar temporalmente los músculos y reducir arrugas dinámicas (como las de la frente o entrecejo) y nunca produce efecto de relleno ni deja huella estética, ya que desaparecen sus efectos a los pocos meses. Los rellenos dérmicos añaden volumen y suavizan líneas profundas, y los inductores de colágeno, como la hidroxiapatita cálcica, estimulan la producción natural de colágeno a lo largo del tiempo. Es importante entender qué producto se va a usar, cuánto dura su efecto y cómo actúa en tu piel.
Sé realista con los resultados
Uno de los errores más comunes al realizarse procedimientos estéticos es tener expectativas demasiado altas. Estas técnicas inyectables no producen resultados espectaculares, pero sí puede ayudarte a tener mejor cara y a prevenir el envejecimiento facial. No te fíes de las fotos de las redes sociales. Muchas no son reales.
¡Puede haber complicaciones!
Aunque estos procedimientos son relativamente seguros, todos implican ciertos riesgos, como hinchazón, enrojecimiento, hematomas, infecciones e incluso embolias vasculares. Es importante hablar con tu médico sobre posibles efectos secundarios y cómo manejarlas si llegaran a ocurrir. Y no hagas ejercicio intenso el día del tratamiento ni te frotes la zona tratada.
No vayas a esa reunión importante con un hematoma
Si tienes un evento especial en mente (una boda, una fiesta importante o vacaciones), asegúrate de realizar el tratamiento con suficiente tiempo de anticipación, ya que los resultados no son inmediatos y el proceso de recuperación puede tomar unos días o semanas. Por ejemplo, el bótox puede tardar entre 3 y 7 días en mostrar sus efectos completos, mientras que los rellenos dérmicos pueden provocar inflamación que disminuye con el tiempo. Los inductores de colágeno, por su parte, requieren varias semanas o incluso meses para mostrar sus mejores resultados, ya que necesitan tiempo para estimular la producción natural de colágeno.
Cuidado con la aspirina y los antioxidantes
Algunos medicamentos y suplementos pueden aumentar el riesgo de hematomas y sangrado durante el tratamiento. Entre los productos a evitar están el ibuprofeno, la aspirina, ciertos suplementos herbales como el ginkgo biloba, la vitamina E o el aceite de pescado. Si estás tomando algún medicamento o suplemento de manera regular, informa a tu médico antes del procedimiento para que te indique si es necesario suspenderlo temporalmente.
No te obsesiones con retoques frecuentes
Aunque es tentador querer mantener resultados perfectos, es importante dejar que el producto se asiente y que tu piel se adapte antes de buscar nuevos retoques. Realizar retoques demasiado pronto puede sobrecargar tu piel o causar un aspecto artificial. Hay que valorar la belleza de lo imperfecto, como decía Picasso.
El objetivo de estas técnicas es doble: prevenir el envejecimiento facial y mitigar la cara de cansancio o de tristeza. Usada con prudencia y sentido común la dermatología estética puede ayudarte a que te veas de la edad que sientes tener. Al final para cuidar el alma a veces hay que cuidar la cara.