El psicólogo Raúl Padilla sobre la depresión y las relaciones íntimas: “Hay una obligación de cumplir”

 La depresión afecta a todos los planos de la vida de una persona, incluido el sexual. La búsqueda del placer se sustituye por el deseo de simplemente cumplir, algo que lleva a la culpa y a la agudización de los síntomas propios de este trastorno. 

Ilustración de un hombre triste
  1. Alicia Cruz Acal

“La definición que más me gusta de la depresión es aquella que compara esta enfermedad con un duelo. El duelo por la persona más importante en tu vida que sientes que has perdido. El duelo por ti”, destaca a CuídatePlus Raúl Padilla, psicoterapeuta. La depresión, como tantas otras patologías que ponen en jaque la salud mental, afecta a todos los ámbitos de la vida de quien la sufre, incluido el sexual.  

Según Padilla, “cuando alguien está deprimido no se quiere, no se desea”. En este sentido, recuerda que es con uno mismo con quien se tiene relaciones sexuales: “Si no tenemos ganas de disfrutarnos, es normal que no nos apetezca compartirnos”. Una de las características de la depresión es la falta de motivación, “originada en parte por la pérdida de aliciente por los estímulos que antes nos gustaban”. En lo referente al sexo, el psicólogo afirma que este estímulo es sustituido por la necesidad de cumplir, algo que conlleva a «la falta de espontaneidad y empobrecimiento». 

La depresión es un trastorno casi tres veces más frecuente en la mujer (58,5%) que en el hombre (23,3%), de acuerdo con la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP), que observa que esta diferencia entre sexos es más acusada en la edad adulta y que la prevalencia crece con el paso de los años, disminuyendo ligeramente en las personas mayores. En el plano sexual, “la manifestación más común de esta patología en el varón son los trastornos de erección, es decir, la imposibilidad del reflejo de erección o la pérdida de esta durante la relación sexual”, detalla Padilla. 

En cuanto a la mujer, el especialista subraya que se produce más el deseo sexual inhibido. Por ello, aclara que en realidad no hay diferencia en la manera de cómo se manifiesta esta afección en hombres y mujeres porque “detrás de los problemas de erección, en el caso de la depresión hay una obligación de cumplir, es decir, una falta de deseo que es forzado”. 

Una mujer y un hombre tristes acostados en la cama

¿Cómo afecta el tratamiento antidepresivo a la vida sexual?

No sólo la depresión afecta a las relaciones íntimas, sino también el tratamiento farmacológico que recibe el paciente para combatir la enfermedad. “La medicación suele interferir en todas las fases de la respuesta sexual: falta de deseo, pérdida de erección, poca lubricación o inhibición del orgasmo”, apunta Padilla, quien agrega que los antidepresivos son “una especie de almohadillas emocionales que amortiguan tanto las emociones positivas como las negativas”.

Cómo ayudar a tu pareja si tiene depresión

Si por algo se caracteriza el sexo es por el placer que provoca. “Si no es placentero, no es sexo; sino obligación, entrega o moneda de cambio”, señala el psicólogo. Por esta razón, prosigue, en caso de compartir la vida con alguien que está sufriendo esta enfermedad, “deberíamos dejarle su espacio físico y emocional sin apartarnos de él, es decir, abstenernos de invadirle. Es probable que se preocupe más de que nosotros no estemos mal que de su placer, algo que lleva a la culpa y a la agudización de los síntomas depresivos”. “Necesitan saber que estamos bien y que estamos para ellos. Hay placeres que no necesitan un rendimiento, como las caricias”, agrega. 

Por otra parte, el primer paso (y quizás el más difícil) de la persona con este trastorno mental para poder abordarlo es darse cuenta de que lo sufre. Según Padilla, “debe asumir que la depresión es algo que le está sucediendo y no identificarse con sus síntomas, sino buscar ayuda para superarlos”. 

Un error común del que el especialista advierte es comparar el estado depresivo con el de antes de que aparecieran los síntomas. “El ‘aquí y ahora’ es lo que importa y el cómo sacar el mejor partido a lo que tenemos”, afirma Pasilla, quien concluye citando a Martin Luther King: “Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, anda. Si no puedes andar, gatea… pero no te pares”. 

Fuente: cuidateplus