Día Mundial del Cerebro
¿Qué tipo de ejercicio hacer? ¿Cuál es el peor enemigo de la memoria? Un especialista en Neurociencias aclara conceptos y brinda consejos.
La memoria no solamente puede cuidarse, también puede entrenarse. Y no hablamos solo desde el punto de vista mental: el ejercicio físico es clave para poder «mantener en forma» el cerebro y, por ende, algo tan importante para nuestra calidad de vida y subjetividad como es la capacidad de recordar.
Así lo asegura, en el Día Mundial del Cerebro, el profesor universitario e investigador del CONICET y del Departamento de Ciencias de la vida del ITBA, Jorge Medina.
«Existen métodos para entrenar la memoria, y uno es usar el raciocinio en forma seguida», afirma el neurólogo Jorge Medina.
Ahora bien: ¿Todos los ejercicios físicos tienen el mismo impacto? ¿Qué es un olvido? ¿Cómo y en qué momentos de la vida se producen? ¿Cuáles deberían preocuparnos? ¿Se puede recuperar la memoria? ¿Debemos ocuparnos de fortalecerla desde la juventud? ¿Es la pérdida de recuerdos una consecuencia inevitable del paso del tiempo?
De todas estas cuestiones conversó Clarín con el reconocido investigador, que posee una vasta trayectoria profesional, ya que desde hace más de 20 años es Investigador Superior del CONICET especializado, dentro del campo de las Neurociencias, en la formación, expresión y persistencia de la memoria.
1-¿ La memoria se entrena?
Como se explica al comienzo de esta nota, el cerebro, y por ende la memoria, puede entrenarse. «Existen métodos para entrenar la memoria, y uno es poder usar el raciocinio en forma seguida», introduce Medina.
En este sentido, sugiere ejercicios que desafíen al cerebro, como el bridge, el ajedrez o los juegos mentales. El neurólogo aclara que lo que se ejercita en estos casos es la memoria de corto plazo («la memoria que uno tiene online en la cabeza mientras está pensando variantes», grafica). Leer es otro de las grandes consejos, sobre todo en personas mayores.
Jugar al ajedrez, al bridge o tener desafíos mentales, es una buena forma de ejercitar el cerebro. Foto Shutterstock.
Sin embargo, también subraya la importancia de entrenarla de manera física.»La forma física es hacer ejercicios moderados, que genera mejor guardado de memoria, eso está claramente demostrado tanto en animales como en el hombre, incluso se conoce el mecanismo, que implica una serie de cambios en la química cerebral que genera el ejercicio», explica.
2- ¿Puede recuperarse la memoria perdida?
La respuesta en este caso sería: «depende».
«Hay veces en que uno no recuerda algo, y ese algo se vuelve a recordar quince días o un mes después. Es natural que uno recuerde -o no recuerde- cosas debido al estado de su sistema nervioso en el día en que el que se intenta recordarlo», reconoce Medina.
El ejercicio físico moderado es el ideal para fortalecer la memoria. Foto Shutterstock.
Y continúa: «Por ejemplo, cuando alguien va a dar un examen y le hacen tres preguntas: contesta una más o menos, y dos mal. La persona reprueba el examen, pero cuando sale, se empieza a acordar de las respuestas correctas. Este demuestra lo difícil que es definir el olvido, cuando uno no se acuerda de algo», grafica.
Para incrementar las chances de recuperarla, aconseja «dormir bien, comer sano, hacer ejercicio», aunque aclara que estas medidas, que hacen a un estilo de vida saludable, tampoco aseguran que se recupere.
3- ¿Es posible retrasar la pérdida de memoria?
Es sabido que a medida que aumenta la expectativa de vida, también se incrementa la prevalencia de las enfermedades que suelen ocurrir en la tercera edad.
Una de las sugerencias del profesional es instar a las personas que lean, incluso «que lean mucho», enfatiza.
Hay cosas que se recuerdan muchos años después de que sucedieron. Foto Shutterstock.
«Hay muchas cosas que se dicen sobre cómo prevenir el Alzheimer, en realidad es difícil porque aún no se conoce la causa real. Se discute mucho sobre sus causas neuroquímicas y neuropatológicas, y de hecho representan un gran debate», reflexiona Medina.
Aún así, menciona «ciertas reglas comunes, no para prevenir, pero sí para disminuir las probabilidades de padecerla», indica.
«Hacer una vida sana: dormir bien, tener una alimentación sin demasiadas grasas ni ácidos grasos, porque eso suele perjudicar la salud mental, ciertas funciones neuronales», postula.
Aunque admite que es difícil, sugiere intentar manejar el estrés, y realizar ejercicio, ya que los músculos u órganos que no se ejercitan, se atrofian. «Si vos no ejercitas el cerebro, algunas neuronas se empiezan a morir porque no se usan. Esto es clave, es clave el uso de la maquinaria cerebral para prevenir malas funciones», precisa.
4- ¿Debe entrenarse la memoria cuando funciona bien?
«Los expertos sostienen que la memoria funciona muy bien entre los 18 y los 20, y los 45 y los 50 años. ¿Esto significa que cuando uno tiene 60 no funciona bien? No, poblacionalmente hablando uno es más memorioso –puede recordar mejor muchas cosas- en la vida adulta. En esta etapa de la vida dicen que es muy difícil mejorar lo que ya funciona bien», señala el investigador.
¿Se puede tener más memoria? «Hoy hay un debate muy intenso sobre si se puede mejorar la memoria cuando está funcionando muy bien», reconoce.
La alimentación saludable es otra de las claves para cuidar el cerebro. Foto Shutterstock.
En este sentido, indica que el cerebro se usa principalmente para guardar información y para recordarla. «La edad adulta es una edad apropiada para entrenar el cerebro y, de hecho, se entrena continuamente: charla, discute, lee, ve películas».
Cuando uno es muy joven, es cuando más incrementamos nuestra capacidad cerebral: precisamente entre la niñez y los 20 años. «En esa etapa hay gran surgimiento de nuestra capacidad cognitiva. ¿Conviene mantenerla? Por supuesto, por eso es la etapa en la que más estudiamos, es la edad en la que adquirimos más conocimientos», detalla.
¿Qué sucede en la tercera edad? «¿Se tiene la misma memoria que se tenía a los 50 o que se tenía a los 35?», se pregunta «No -prosigue-, pero no es motivo de preocupación, porque hay un declinamiento muy suave que todos tenemos cuando envejecemos. En este momento – y antes – lo mejor es ejercitarla».
5- ¿Qué alimentos debemos priorizar?
«Un exceso de lípidos, de ácidos grasos, no es bueno para el funcionamiento cerebral. La falta de ellos también es mala, pero el exceso es muy malo«, cuenta.
«La glucosa, por ejemplo, genera un mejoramiento de la memoria que fue demostrado hace 30 o 40 años. El problema es cuánta glucosa, porque su escasez provoca disminución de la memoria, y de hecho la recuperación de esa disminución se logra con glucosa. En conclusión, con buenos niveles de glucosa se tiene una mejor memoria», concluye.
Esto significa que la desnutrición o la malnutrición infantil puede implicar, como una de sus consecuencias, problemas de memoria. «Es impresionante los problemas que trae la mala nutrición infantil en nuestros cerebros. En general, las dietas hipoproteicas- con bajo contenido de proteína– son dañinas para el normal funcionamiento de nuestras neuronas», precisa.
6- ¿Por qué recordamos algunas cosas y no otras?
El neurólogo señala que hay muchas cosas que se recuerdan muchos años después de que sucedieron. Todos recordamos cosas que reconocemos consciente o inconscientemente como importantes.
Hasta los 20 años nuestra capacidad cognitiva goza de su mejor momento. Foto Shutterstock.
«Es muy difícil que uno recuerde cosas que son neutras emocionalmente, pero aquellas que son muy salientes– por ejemplo, mi primera novia, mi primer beso, mis primeras vacaciones – o al revés, un accidente grave o una situación de mucho estrés o algún trauma, esas memorias que tienen que ver con la supervivencia de uno, generalmente son difíciles de olvidar«, pondera.
7- ¿Se puede tener más memoria?
Para pensar maneras de solidificar aún más ese recuerdo, sebe pensarse en cuándo se repite la experiencia vivida, y si está separada temporalmente de la primera vez que se vivió.
Hay un declinamiento muy suave que es normal en el envejecimiento. Es un momento ideal para entrenar la memoria. Foto Shutterstock.
En esta dirección, manifiesta: «No se debería hacer un aprendizaje masivo, sino que se debería hacer un aprendizaje separado en el tiempo. No es lo mismo leer de golpe un texto que leerlo hoy, después leerlo mañana, y luego volver a leerlo la semana próxima: de este modo se forma un recuerdo mucho más sólido», detalla.
«En cambio, si se pretende incorporarlo todo en poco tiempo se forma un recuerdo menos sólido, porque la capacidad de nuestro cerebro requiere tiempo para almacenar las experiencia».
8- ¿Cómo se produce un olvido?
«En cuanto a los mecanismos del olvido, el más fácil se denomina interferencia retrógrada: algo reciente interfiere con lo que yo estaba guardando diez minutos antes. Se da por ejemplo cuando a uno le enseñan algo, y al rato le enseñan otra cosa que tiene mucha carga emotiva o mucha información, y el resultado de esta secuencia es que lo que me enseñaron primero tiende a olvidarse», introduce.
El estrés es uno de los peores enemigos de la memoria. Por eso, recomiendan combatirlo. Foto Shutterstock.
«Esto significa que nuestro cerebro tiene una capacidad de percibir, adquirir y de guardar con ciertas limitaciones. Si todo viene muy pegado temporalmente es muy probable que te acuerdes de lo último, pero no de lo primero», profundiza.
La otra explicación del olvido es el simple paso del tiempo. «Las memorias tienen vida, nacen, existen durante un tiempo, algunas viven durante mucho tiempo y otras viven muy poquito, y al final se olvidan», relata.
Lo más difícil de explicar en cuanto al olvido es que el cerebro tiene «un mecanismo de freno, que hace olvidar algunas memorias o disminuir mucho algunos recuerdos», detalla, y explica que esto se da en base a cambios químicos que ocurren en determinadas estructuras del cerebro, siendo una de ellas es el hipocampo que es muy importante para formar memorias, pero también para olvidarlas.
9- ¿Qué olvidos son preocupantes?
«Conviene estar alerta si – a cierta edad – uno pregunta adonde tiene que ir, por ejemplo, para ir a tomar un colectivo y, cuando te lo dicen y vos terminas de escucharlo, no sabes llegar porque te olvidaste lo que te dijeron. Ahí yo me preocuparía», advierte.
Y contrapone: «Si tengo 30 años no me preocuparía, pensaría que esta persona está desatenta. La atención es muy importante para tener una buena memoria. En una persona mayor, si esto ocurre en reiteradas ocasiones habría que ir a consultar al neurólogo o al médico clínico primero», sugiere.
10- ¿Cuál es el factor que más afecta la memoria?
Podría decirse que combatir el estrés y lograr un buen descanso asoman como las claves centrales para proteger la memoria.
«Ya mencionamos llevar una alimentación sana, hacer ejercicio físico moderado, y también es muy importante evitar el estrés crónico, que es muy dañino, es probablemente el factor más dañino en lo que se refiere a la memoria, es prácticamente destructivo«, dictamina.
Deben dormirse entre 6 y 8 horas sin interrupciones ni sobresaltos. Foto Shutterstock.
También, sugiere evitar fármacos que pueden provocar la pérdida transitoria de la memoria, y hace hincapié en el significado del buen descanso.
«Dormir bien significa que una persona adulta tiene que descansar entre 6 y 8 horas, debe descansar ese lapso con el ritmo normal de sueño que tenemos la mayoría de los humanos; es decir, sin sobresaltos y sin levantarse varias veces durante la noche», asegura.
Y explica que dormir bien ayuda a consolidar las memorias que empezaron a guardarse durante el día, «es la culminación», según sus palabras.
Por último, reitera que entrenar nuestros cerebros con juegos, lecturas, charlas y «discusiones sanas con amigos» también hace muy bien a nuestro sistema nervioso.
Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/10-pautas-entender-olvidos-deben-preocuparnos-cuidar-memoria-perdure-largo-plazo_0_2Q8qvLrzme.html