El impacto de la pandemia en la frontera
Dispuestos a observar a nivel regional en la zona de la Triple Frontera el impacto socio ambiental de la pandemia por Covid, Jorge Deschutter y Sergio Gabriel Viudes, docentes de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), analizaron las consecuencias sociales y económicas en la población de la zona y plasmaron las conclusiones en un libro editado en Brasil que reúne trabajos de varios países desde una mirada que trasciende el abordaje «biomédico».
POR GRISELDA ACUÑA – RED ARGENTINA DE PERIODISMO CIENTÍFICO
“Es parte de la epidemiología socioambiental poder responder ¿qué quedará o qué escenario se instalará en el post Covid-19, en particular en nuestra región?”. La frase de los docentes e investigadores Jorge Deschutter y Sergio Gabriel Viudes, de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), es parte de un capítulo del libro “Epidemiología socioambiental en tiempos de Covid 19” de la editorial Argos Editora de Unochapecó (Brasil) que reúne artículos de investigadores de Argentina, Bolivia y Brasil.
El aporte de los misioneros bajo el título “Expuestos, infectados y recuperados… de una epidemiología biomédica reforzada en tiempos de Covid-19: aportes desde una reflexión crítica” es un análisis de lo acontecido en la etapa más dura de la pandemia en 2021, planteando las consecuencias sociales y económicas sobre todo para las zonas de frontera. No es un planteo menor teniendo en cuenta la condición de provincia fronteriza que ostenta Misiones: 90 % de su territorio limita con Brasil y Paraguay.
Jorge Deschutter, secretario de Investigación de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Unam y director de la Maestría en Salud Pública y Enfermedades Transmisibles (Spyet), explica en diálogo con Télam – Confiar “lo que tratamos fue de abordar las nuevas concepciones que hay en epidemiología de lo socio ambiental. En esencia destacar que en una pandemia, no se puede limitar solamente en el abordaje biomédico, que todo era contar infectados y decesos y la cuestión se resolvía con la vacuna”.
“El mayor impacto de la pandemia lo tuvo esta región del planeta. Inicialmente fue gravísimo, podemos tomar el modelo Iguazú, el cierre de la frontera, la suspensión del movimiento de las actividades principales. Sobre eso hicimos un trabajo con los colegas de Brasil y nosotros del lado argentino, en Posadas, sobre cuál era la percepción de los ciudadanos de la pandemia, el impacto económico, sociodemográfico, las medidas sanitarias, el funcionamiento de los servicios esenciales y cómo impactaba el aislamiento en la salud mental. Y de ahí surge, de los datos de la gente, cómo vivieron el drama de las primeras medidas de la aparición del Covid”, señala.
En ese sentido, el ensayo destaca: “hay tres eventos que en la región identificada como la triple frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) expresan profundos cambios asociados a la pandemia sin precedentes históricos, al presente: el cierre permanente de los pasos fronterizos (más de 18 meses); la concentración de riqueza en pequeños grupos según actividad económica (incluido la intensificación de actividades ilegales incluyendo el contrabando hormiga); el incremento de la pobreza estructural a niveles históricos (así lo expresan en Argentina indicadores de registros oficiales)”.
“Muchos sanitaristas, epidemiólogos y políticos a lo largo del mundo dicen que la pandemia acentuó las desigualdades sociales. Lo nuestro toma esa información y reflexiona en el contexto local, donde se observa lo mismo, con sus características particulares y dentro de la Argentina, nosotros que vivimos en zona de frontera”, sostiene Deschutter.
Por su parte, Sergio Viudez, psicólogo especialista en Salud Social y Comunitaria, doctorando de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Unam, cuestiona el recorte de la mirada en un acontecimiento que cambió radicalmente la vida en comunidad.
“Más que una investigación es un artículo de reflexión. Hay varias cuestiones que se plantean en el artículo y uno de los puntos principales es remarcar qué mirada termina siendo reforzada. Y en ese sentido, recupera un poco el modelo biomédico hegemónico y vemos una noción que prima y eso deja por fuera o socava la mirada socio ambiental, que de alguna manera busca decir que ‘no se puede pensar lo biológico por fuera de lo social’”, analiza.
“Puede decir, actualmente estoy como coordinador de becas de Salud Investiga y una de ellas está vinculada en el impacto de la pandemia en las medidas de Aspo y Dispo en la salud mental en los adultos mayores. Esta población, se vio golpeada en un doble sentido, en términos económicos porque su trabajo informal no era factible de ser realizado y en términos afectivos. ¿Por qué? Muchas de esas personas son de procedencia paraguaya, quedando parte de su familia primera del lado de Paraguay. Y una de las cuestiones que se ve es el impacto psicológico y emocional de no poder ver o contactar un vínculo fraterno” cita a su becaria a modo de ejemplo.
El trabajo de los académicos concluye entonces en “no se descarta el hecho de que es necesario, en el actual contexto, monitorear infectados, muertos, expuestos y recuperados, lo que cuestionamos es la preeminencia de dichos monitores y reflexionamos sobre que va dejando a su paso la pandemia. En este contexto, se vuelve necesario, entonces, volver a afirmar que la salud es mucho más que lo biológico, y que los procesos de salud-enfermedad se encuentran histórica y socialmente determinados y que los caminos-métodos deben poder albergar la posibilidad de construir conocimientos que den cuenta de esa complejidad desde marcos epistemológicos que reconozcan las batallas sobre las cuales, en base a las cuales, se sostienen las producciones de conocimiento que intentan dar cuenta de la realidad. Y que esa batalla, en última instancia, si interesa ganarla es porque en juego no está ni más ni menos que el derecho a la salud de muchos, contra el privilegio de unos pocos”.
Fuente: Télam