El segundo tipo de calvicie más frecuente
Así es el nuevo tratamiento oral de la alopecia areata, el segundo tipo de calvicie más frecuente
Se estima que unos 8.000 españoles sufren alopecia areata, una enfermedad con un alto impacto físico y psicológico. Pfizer ha presentado un nuevo tratamiento oral indicado para adultos y menores a partir de los 12 años para combatir esta enfermedad en su forma más grave.
La alopecia areata es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos o raíz del pelo, provocando su caída. Se trata del segundo tipo de alopecia más frecuente (solo detrás de la androgénica, es decir, la calvicie común). Se calcula que 8.000 españoles sufren esta afección, cuyo impacto no es únicamente estético, sino también psicológico.
A pesar de su prevalencia, hasta el 70% de la población desconoce la patología, según la encuesta Alopecia areata en España: conocimiento y percepción de la enfermedad, impulsada por Pfizer. Este y otros datos del estudio se han dado a conocer este miércoles junto a la presentación de un nuevo tratamiento para la alopecia areata grave, dirigido tanto a los adultos, como a los adolescentes a partir de los 12 años. El hecho de que este fármaco cubra a pacientes menores de edad supone atender una necesidad hasta ahora no cubierta.
La segunda novedad que ofrece el medicamento radica en su mecanismo de acción, “pues ataca a la enfermedad desde su base”, ha afirmado José Chaves, director médico de Pfizer España. Según el especialista, “está especialmente diseñado para atacar una serie de dianas. En concreto, se trata de dos quinasas, que son como dos vías de señalización que perciben el folículo como algo extraño y por eso lo agrede. Inhibiendo esas vías, se logra que el pelo vuelva a crecer y no se caiga”.
La disponibilidad de este tratamiento, de administración oral y diaria, se ha basado en la eficacia demostrada en un ensayo clínico en el que han participado seis hospitales españoles.
La alopecia areata no es solo cosa de adultos
Solo un 2,83% de los encuestados cree que esta enfermedad puede afectar a adolescentes de entre 12 y 18 años, cuando la realidad es que hasta en el 20% de los casos la alopecia aparece antes de los 18. “Esta patología es muy democrática, afecta por igual a hombres y mujeres y, como desorden autoinmune que es, puede aparecer en cualquier momento de la vida”, ha subrayado Raúl de Lucas, jefe de sección del servicio de Dermatología pediátrica en el Hospital Universitario La Paz.
Además, el experto ha apuntado que los síntomas son iguales independientemente de la edad. Sobre los mismos, Sergio Vañó, dermatólogo y director de la Unidad de Alopecia del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha concretado que el principal es la pérdida del cabello, que puede ser leve (en forma de círculos), resolviéndose el cuadro por sí solo; o graves: “En cuestión de días, el paciente pierde todo el pelo del cuerpo”. Todo ello, prosigue, conlleva alteraciones funcionales. Por ejemplo, “cuando se pierden las pestañas, pueden entrar partículas en los ojos y producir daños en las córneas”. La secreción nasal y los estornudos frecuentes, la sensibilidad a los cambios de temperatura y a las quemaduras solares o la fragilidad en las uñas son otras consecuencias de la alopecia areata.
Al caerse el pelo tan rápidamente y en forma de mechones, la apariencia del paciente con alopecia areata es similar al del oncológico que ha recibido quimioterapia, pero en el primer caso no existe una causa aparente. “Hay una conjunción de factores genéticos y ambientales. El sistema inmunológico se altera y ya va a mantener esa predisposición de atacar al pelo de forma crónica”, ha informado Vañó.
A todos estos signos físicos se unen todos aquellos emocionales que tienen un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes. Diferentes estudios destacan que las personas con alopecia areata tienen entre un 30 y un 38% más de posibilidades de sufrir depresión o ansiedad. En el caso de los adolescentes, el 48% se avergüenza de su caída de pelo, el 59% afirma que ha sentido que han hablado de ellos y el 52% ha reconocido que esta condición le ha obligado a limitar sus actividades.
“La alopecia areata representa un desafío emocional significativo para quienes la padecen, sobre todo para los pacientes más jóvenes. Para estos, el diagnóstico llega en un momento de cambio, donde la imagen y la autoestima se ven afectadas”, ha resaltado Concepción Botillo, paciente y presidenta de la Asociación Alopecia Madrid. Esta combinación, ha continuado, “puede tener un impacto en la autoimagen y la confianza, algo a lo que se suma la incomprensión y el desconocimiento social que, a día de hoy, todavía existe. Por esto, creo que es vital comprender que detrás de cada mechón de cabello perdido, hay un torrente de emociones que merecen ser reconocidas y apoyadas”.
Fuente: cuidateplus