El uso abusivo de pantallas afecta a la salud mental
Los problemas derivados van más allá de la simple distracción. También se asocian con niveles más altos de ansiedad, depresión y soledad e interfieren en las relaciones personales. Cómo utilizarlas de forma saludable
El FOMO, o miedo a perderse algo, es un fenómeno asociado con la ansiedad y la depresión, exacerbado por el uso excesivo de redes sociales (Getty Images)
Existen muchas razones por las que vivimos pegados a nuestros celulares, pero una de las principales es que las aplicaciones están diseñadas especialmente para mantenernos prendidos a ellas, porque así es como sus creadores ganan dinero.
Estas aplicaciones son parte de lo que se conoce como la “economía de la atención”, donde es, justamente, la atención y los datos sobre cuestiones de nuestro interés los que se venden, en lugar de bienes o servicios.
Cuando estos minutos dedicados, de forma excesiva, a las redes se repiten durante horas, días, semanas y meses, se suman a un gran caudal de tiempo de nuestras vidas.
Por ejemplo, cuatro horas diarias de uso del teléfono (lo cual es bastante típico ) equivalen a poco más de 60 días completos cada año según estadísticas de Reviews.org
Cuando estos minutos dedicados, de forma excesiva, a las redes se repiten durante horas, días, semanas y meses, se suman a un gran caudal de tiempo de nuestras vidas
Los expertos explican que las aplicaciones atrapan la atención imitando las técnicas utilizadas por las máquinas tragamonedas, consideradas uno de los artefactos más adictivos jamás inventados. Esto se debe a que están diseñadas para desencadenar la liberación de dopamina, que es un neurotransmisor que, entre otras funciones, ayuda al cerebro a registrar cuándo vale la pena repetir un comportamiento y luego nos motiva a repetirlo, según explican en Responsible Gambling Council (RGC).
De hecho, nuestros teléfonos y aplicaciones están llenos de tantos desencadenantes de dopamina que expertos como Tristan Harris, cofundador y director ejecutivo del Center for Humane Technology, se refieren a los teléfonos como “máquinas tragamonedas que guardamos en nuestros bolsillos”. Por ejemplo, los colores brillantes son desencadenantes de dopamina. También lo son la novedad, la imprevisibilidad y la anticipación, todos presentes en las redes.
El director general de Sanidad de Estados Unidos ha pedido una acción inmediata para proteger la salud mental de niños y adolescentes frente a los peligros de las redes sociales (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las recompensas también son grandes desencadenantes de este neurotransmisor. En el caso de las máquinas tragamonedas, la recompensa potencial es obviamente dinero. En los celulares, las más comunes son la aprobación social en las redes, como un “me gusta” o un comentario en una publicación. Esta es la razón por la que es tan fácil perder el tiempo en aplicaciones como las redes sociales, el correo electrónico, los juegos y las compras: son las que tienen más disparadores de dopamina.
Las consecuencias, a nivel global, de estos comportamientos son impactantes. Recientemente, las noticias se están ocupando de los efectos nocivos que las redes sociales producen en un sector vulnerable de la población, como son los niños y los jóvenes.
El año pasado, el director general de Sanidad de Estados Unidos, doctor Vivek Murthy, pidió una “acción inmediata” por parte de las empresas tecnológicas y de los legisladores para proteger la salud mental de los niños y adolescentes en las redes sociales, como Instagram, TikTok y Snapchat.
Los teléfonos móviles y las aplicaciones están llenos de desencadenantes de dopamina, como colores brillantes, novedad e imprevisibilidad, lo que aumenta su potencial adictivo (Imagen ilustrativa Infobae)
Recientemente, en una nota de Infobae, los expertos advirtieron que los jóvenes que pasan mucho tiempo en TikTok pueden presentar síntomas semejantes a los producidos por la narcolepsia, un trastorno del sueño que afecta la capacidad del cerebro para regular los ciclos del sueño y la vigilia. Los narcolépticos sufren de somnolencia excesiva durante el día y la noche y, en muchos casos, por ese mismo efecto, les cuesta diferenciar los sueños de la realidad.
Pero el uso excesivo no solo afecta a niños y adolescentes. También en los adultos desencadena varios efectos que pueden impactar en la salud mental.
Como todas las formas de actividades compulsivas, un mayor uso puede conducir a una mayor dependencia. A continuación, algunos problemas causados por el uso excesivo del teléfono celular, según la ciencia.
5 efectos negativos
El uso excesivo del teléfono celular se asocia con problemas de salud como ansiedad, depresión y soledad (Imagen ilustrativa Infobae)
1. Ansiedad. Según un estudio reciente del International Journal of Environmental Research and Public Health, el uso excesivo del teléfono celular produce niveles más altos de ansiedad, depresión y soledad.
Desafortunadamente, las malas noticias no terminan ahí. Está demostrado que el uso excesivo del teléfono celular, no solo afecta el bienestar mental, sino que también aumenta los problemas de salud como fatiga visual, dolor de cuello y espalda y aumento de peso.
El psicoterapeuta Sean Grover explicó en un artículo en Psychology Today: “Demasiadas redes sociales pueden desencadenar reacciones de comparación y desesperación que te hacen sentir decepcionado con tu vida. Al alimentar tendencias voyeuristas, empiezas a obsesionarte con la vida de otras personas en lugar de concentrarte en la tuya”.
2. FOMO. La sigla proviene de la expresión en inglés Fear of Missing Out (“temor a perderse algo”, en castellano). Este miedo a “quedarse afuera” puede estar relacionado con salidas o eventos sociales, oportunidades laborales, relaciones, etc. En una nota reciente en Infobae la Licenciada Gabriela Martínez Castro (MN 18627), directora del Centro de Estudio Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA), explicó: “Desde hace unos años existe un diagnóstico llamado FOMO o temor a quedar desconectado o fuera de circulación en las redes sociales. Se asocia con trastornos de ansiedad generalizada y fobia social”.
La mala calidad del sueño se ve afectada por el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, que interrumpen el ciclo natural de sueño-vigilia (Imagen Ilustrativa Infobae)
Si bien es difícil cuantificar la ansiedad y el estrés relacionados con el miedo a perderse algo, estudios como el publicado en 2020 por la revista Cyberpsychology Behaviorand Social Networking, demostró que las personas que pasan más tiempo en las redes sociales tienen un mayor riesgo de sufrir ansiedad social y depresión.
3. Mala calidad de sueño. Ligado con el punto anterior, el FOMO, el no querer perderse nada en las redes afecta el buen descanso. Según la Fundación del Sueño de Estados Unidos los expertos están cada vez más preocupados por los efectos de la luz azul de estos dispositivos electrónicos en el ciclo de sueño-vigilia.
Se estima que 2 de cada 3 adolescentes duermen regularmente menos de la cantidad recomendada, y el tiempo frente a una pantalla puede ser responsable de la falta de sueño y otros problemas.
Y advierten desde esta fundación: “Los teléfonos inteligentes, las tablets, las computadoras, las pantallas de televisión y algunos libros electrónicos emiten luz azul de longitud de onda corta muy similar a la luz solar. Esta luz no sólo hace que las personas estén más alertas, sino que también engaña al cuerpo haciéndole creer que todavía es de día.
En respuesta, el cuerpo produce menos melatonina, lo que interfiere con el ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo. Cuanto más tiempo se pasa frente a la pantalla, mayores son las consecuencias para el sueño”. Es importante destacar que dormir no solo permite consolidar recuerdos, sino que desempeña un papel clave para mantener fuerte el sistema inmunológico.
El phubbing o ningufoneo, el acto de ignorar a las personas presentes por prestar atención al celular, afecta negativamente las relaciones personales (Getty Images)
4. Problemas de atención. La doctora María Teresa Calabrese, endocrinóloga, psiquiatra y psicoanalista especializada en enfermedades psicosomáticas, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), de la misma institución internacional (IPA) y docente de la Universidad de Buenos Aires, explicó a Infobae en una nota reciente que el uso excesivo de celulares puede ser una de las causas de la llamada “mente de mono”.
“Esta es una forma de pensamiento que tiene que ver con el movimiento de estos animales, de ir saltando de un lado a otro; de liana en liana. Eso ocurre cuando nuestros pensamientos van cambiando sin focalizar en uno en especial, sino pasando de un tema al otro. Esto tiene que ver con la dispersión y la cantidad de estímulos de información de los celulares, estos aparatos ‘malditos’, que llevamos siempre con nosotros”.
Y agregó: “Las redes sociales y las notificaciones hacen que estemos más desatentos. Porque, recordemos, que el multitasking no existe, ya que nuestro cerebro está capacitado para prestar atención a una cosa a la vez; sí podemos hacer varias tareas al mismo tiempo, pero no de la misma manera que si nos focalizamos en una sola cosa. En ese caso, no tenemos la concentración al ciento por ciento en la actividad y en ese sentido es que nuestra mente va en piloto automático por las vías facilitadas”, explicó la experta.
El exceso de uso de celulares puede llevar a la llamada «mente de mono», donde los pensamientos saltan de un tema a otro sin concentración, afectando la capacidad de atención y concentración (Imagen ilustrativa Infobae)
5. Puede afectar las relaciones personales. El phubbing o ningufoneo surge del neologismo que combina “phone” (teléfono) y “snubbing” (desdeñar, desairar) e indica el acto de ignorar a la persona que se tiene enfrente por mirar la pantalla de un dispositivo. El término no es tan conocido como la acción, que años atrás podría haberse visto como una falta de respeto y hoy parece incorporada a la cotidianeidad.
Alexis Alderete (MP 85367), licenciado en psicología, especialista en trastornos de ansiedad y entrenamiento en habilidades, (Fundación Foro), posgrado en Sexología Clínica, describió el término a Infobae en una nota reciente: “Entendemos el phubbing como el acto de ignorar a una o varias personas que están físicamente cerca nuestro, ya sea en una cita, en una conversación con amigos o en una reunión de trabajo, para prestar atención al celular u a otro dispositivo electrónico. Dicha acción nos invita a reflexionar que la tecnología ha penetrado en nuestras actividades más íntimas y cotidianas, alejándonos de las personas que apreciamos”.
Aunque la tecnología tiene un aspecto positivo, en las relaciones interpersonales se necesita el contacto humano, la cercanía y sentir a la persona para comunicarnos plenamente, afirman los expertos.
Crear apagones diarios del celular y descansos semanales son estrategias para frenar el estar pendientes del celular (Imagen Ilustrativa Infobae)
¿Cómo frenar el uso excesivo del teléfono móvil?
Sean Grover recomienda programar descansos semanales para usar el teléfono celular. “Elija un día y desafíese a dejar la pantalla y adquirir nuevos hábitos”.
También es importante sustituir el uso del celular por actividades creativas. “En lugar de tomar el celular, hacer algo creativo. Escribir, dibujar, bailar, tomar fotografías; cualquier cosa que devuelva la energía creativa a tu vida”.
Por último recomendó crear apagones diarios del celular, por ejemplo, durante las comidas, antes de acostarse, en las vacaciones o al socializar. “Estarás más presente y centrado en el momento, lo que dará mayor satisfacción y claridad a tu vida”.
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2024/01/05/cinco-formas-en-las-que-el-uso-abusivo-de-pantallas-afecta-a-la-salud-mental/