Enfermedades transmitidas por mosquitos
La mitad de la población mundial está expuesta al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por mosquitos. La mayoría de estos insectos no son vectores de patologías, pero los que sí lo son tienen un gran potencial de expansión.
Las enfermedades transmitidas por mosquitos no son exclusivas de los países tropicales. Existen múltiples especies de insectos que actúan como vectores de virus y otros microorganismos y las patologías que pueden causar también son muy variadas. En las distintas latitudes del planeta varían las amenazas a las que hay que enfrentarse, pero ninguna zona está a salvo.
No existe una solución definitiva porque, tal y como apunta Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, “los mosquitos tienen su papel en el conjunto global” y son fundamentales para la supervivencia de las distintas especies del planeta. Entre otras cosas, “muchos de ellos son grandes polinizadores”. Solo pican las hembras porque necesitan la sangre para poner los huevos, pero “todos tienen su función ecológica y también son alimento de otros animales”, subraya el microbiólogo.
Mosquitos vectores y enfermedades que transmiten
Los mosquitos transmisores de patologías no tienen por qué ser exóticos o raros. “El mosquito común (Culex pipiens) puede transmitir algunas enfermedades, pero es cierto que la mayoría de mosquitos no pueden hacerlo, al menos no a los humanos”, reconoce Álex Richter-Boix, coordinador de proyectos científicos de Mosquito Alert (CEAB-CSIC). Esta entidad ha desarrollado una app que permite a cualquier persona notificar mediante una foto el posible hallazgo de un mosquito transmisor de enfermedades. El objetivo es vigilar y combatir esta amenaza mediante la colaboración ciudadana.
En todo el mundo hay alrededor de 3.500 especies de mosquitos, pero solo unas pocas son responsables de la transmisión de patógenos y parásitos a humanos y animales. Aun así, se estima que su potencial es enorme: más de la mitad de la población está expuesta al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los mosquitos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades de transmisión vectorial (que se contagian a través de mosquitos y de otros artrópodos, como las garrapatas) representan más del 17% de todas las enfermedades infecciosas y cada año provocan más de 700.000 muertes. Pueden estar causadas por parásitos, bacterias o virus.
Estas son algunas de las especies de mosquitos que más preocupan y las patologías que pueden desencadenar:
‘Culex pipiens’ (mosquito común)
Es capaz de transmitir, entre otras infecciones, el virus del Nilo Occidental, que suele circular entre las aves y ocasionalmente salta a personas y caballos por la picadura del mosquito.
También se ha demostrado que el mosquito común puede ser portador del virus de la encefalitis japonesa, así como las dirofilarias, que afectan principalmente a perros.
‘Aedes albopictus’ (mosquito tigre)
El mosquito tigre es originario del sudeste asiático. En las últimas décadas ha invadido muchos países y ya está presente en Asia, África, América, Australia y Europa. En 2004 se detectó por primera vez en España en la provincia de Barcelona.
Entre las principales enfermedades que puede transmitir se encuentran el dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla. En experimentos de laboratorio se ha constatado que es capaz de infectarse con hasta 22 patógenos, entre ellos el de la fiebre del valle del Rift, el virus la encefalitis japonesa o el virus del Nilo Occidental.
‘Aedes aegypti’ (mosquito de la fiebre amarilla)
Esta especie de mosquito originaria de África se ha expandido en los últimos siglos en zonas amplias de todos los continentes. En la actualidad se encuentra, sobre todo, en la región tropical de África, Sudamérica y parte de Norteamérica, Oriente Medio, el Sudeste de Asia, las islas del Pacífico y el norte de Australia. En Europa estuvo presente hasta la primera mitad del siglo XX y ahora se teme que pueda volver a colonizar el continente.
Además de la fiebre amarilla, es un eficaz transmisor de dengue, chikungunya y Zika. También se cree que es capaz de transmitir el virus del Nilo Occidental.
‘Aedes japonicus’ (mosquito del Japón)
Es originario del este asiático y se encuentra principalmente en Japón, Corea, Taiwán y el sudeste de China. En los últimos años, el comercio internacional ha favorecido su expansión hacia zonas de Norteamérica y Europa.
El virus que este mosquito transmite de forma más eficaz es el de la fiebre del Nilo Occidental. De forma experimental se ha comprobado que también puede ser vector y diseminar la encefalitis japonesa y el virus La Crosse, así como -aunque en menor medida-, el dengue y el chikungunya.
‘Anopheles’
El Anopheles es un tipo de mosquito con una amplia presencia geográfica (África, América, Asia, Europa y Oceanía). De las 515 especies que se conocen, 70 (entre ellas, las del complejo Anopheles gambiae) pueden transmitir los parásitos del género Plasmodiumque causan la malaria en humanos.
La malaria provoca cada año, según la OMS, unos 219 millones de casos en todo el mundo y más de 400.000 muertes. La gran mayoría se producen en África.
Medidas para controlar los mosquitos
Si bien es cierto que no es posible que desaparezcan todos los mosquitos, se puede minimizar su impacto evitando que proliferen excesivamente. Para ello, las fumigaciones solo son recomendables en casos muy puntuales, ya que no siempre son eficaces y favorecen que los insectos se vuelvan resistentes.
En el caso del mosquito tigre y el de la fiebre amarilla, entre otras especies, es fundamental la colaboración ciudadana para dejarles sin su principal recurso: el agua. “En un solo dedo de agua ya son capaces de depositar sus huevos y reproducirse”, asevera Richter-Boix. En las regiones en las que el dengue es endémico la población está concienciada y sabe que es crucial retirar de forma habitual el agua que se acumula en pequeños recipientes (platos sobre los que reposan las plantas, cubos, bebederos de animales, etc.) en los balcones, patios y jardines. Los ayuntamientos se encargan de hacer lo propio en las plazas y zonas ajardinadas municipales.
Cómo protegerse de las picaduras
Además de las medidas de control de la proliferación de mosquitos, es fundamental la protección individual para evitar las picaduras de mosquitos que pueden transmitir enfermedades. Estas son las pautas más importantes:
- Por la noche, el mejor sitio para estar es el interior. Es aconsejable no estar al aire libre entre el atardecer y el amanecer, ya que en este periodo de tiempo los mosquitos tienen una mayor actividad.
- Evitar la luz. Intentar tener la luz apagada porque estos insectos tienden a ir a ella.
- Utilizar el aire. Tanto el aire acondicionado como los ventiladores son herramientas muy útiles para alejar a los mosquitos.
- Usar mosquiteras. Se pueden colocar en diferentes lugares de la habitación, como en la cama, ventanas o puertas. También se pueden rociar con permetrina o deltametrina, sustancias que otorgan una mayor protección.
- Cuidado personal diario. Con una buena higiene diaria se puede prevenir la picadura de estos insectos, ya que la sudoración y el olor les incitan a actuar.
- Precaución con los perfumes. Los olores dulces de las colonias y los jabones con perfumes o aerosoles para el pelo los atraen.
- Cubrir la piel. Es aconsejable proteger la piel con ropa que sea clara y no brillante. En lugares de alto riesgo lo mejor es ponerse manga larga y pantalón largo.
- Evitar las zonas en las que los mosquitos suelen estar y ubican sus nidos como cubos de basura, balsas de agua o jardines en flor.
- Utilización responsable de los repelentes. Hay que seguir las indicaciones aportadas por los fabricantes acerca de cómo y cuándo hay que aplicarlos. El primer paso que hay que realizar es aplicar el fotoprotector solar y posteriormente, tras un tiempo de veinte minutos, usar el repelente.
Fuente: Cuidateplus