¿Los casos de Alzheimer están disminuyendo?

Según distintos estudios, la incidencia del Alzheimer ha disminuido en los últimos años. Sin embargo, hay dos factores a tener en cuenta: la mejora del control de riesgo cardiovascular y el mayor nivel educativo. 

Una figura de un cerebro gigante junto a otra de un anciano
  1. Alicia Cruz Acal

El Goya a la mejor película iberoamericana se lo llevó este año “La memoria infinita”, un entrañable documental sobre la historia de amor entre el periodista Augusto Góngora, diagnosticado de Alzheimer, y la actriz Paulina Urrutia. A pesar de la cara terrible de la enfermedad, que va borrando poco a poco los recuerdos de él, conmueve la paciencia y el cariño, tan presentes en el largometraje, para enfrentarla.  

Este sábado 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer, la causa más común de demencia que afecta a más de 800.000 personas en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). El envejecimiento de la población ha llevado a que su prevalencia (casos existentes) haya aumentado de forma brutal. Sin embargo, es curioso comprobar que la incidencia (nuevos afectados) sí ha disminuido. Así concluyen al menos varios estudios de epidemiología.

Adolfo Jiménez Huete, especialista en Neurología en la Clínica Universidad de Navarra (CUN), explica a CuídatePlus que, aunque es cierto que estas investigaciones apuntan a una bajada de la incidencia, “luego se ha puesto en duda porque es posible que este descenso sea dependiente de, sobre todo, los casos de deterioro vasculares. Es decir, más que por el Alzheimer, la menor incidencia puede ser debida a la mejoría de las lesiones cardiovasculares”. 

El especialista no solo hace referencia al mayor control de riesgo vascular, sino también al componente de la educación. En este sentido, las personas con mayor nivel educativo obtienen mejores puntuaciones en los tests que sirven para diagnosticar la demencia.  

Hay desencadenantes en el desarrollo del Alzheimer contra los que no se puede hacer nada, como el principal de todos, la edad. Otros son los genéticos. No obstante, existen muchas causas sobre las que sí se puede actuar para prevenir. Una de ellas son los ya mencionados factores de riesgo vascular. Los más importantes son, según Jiménez, la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia y el tabaco. “Deben estar controlados desde edades medidas. Si hay deterioro cognitivo, la prevención ya no es primaria y lo que habría que intentar entonces es cambiar el curso de la enfermedad. Por eso, hay que actuar desde edades precoces”, advierte. 

El neurólogo también alude al estilo de vida saludable, basado en una dieta mediterránea (rica en Omega 3, beneficiosa para la salud cerebral) y en la actividad física. Según el experto, “cada vez hay más evidencia de que el ejercicio puede mejorar el curso de la enfermedad. Debe ser de cierta intensidad si no hay contraindicación médica en ello”. Por otra parte, el estrés o la depresión crónica pueden contribuir a medio y largo plazo en el desarrollo del deterioro cognitivo. 

La detección precoz frente al infradiagnóstico

dibujo de un cerebro sostenido por una mano

Lamentablemente, no existe aún una cura del Alzheimer, pero sí se puede detectar a tiempo para mejorar su transcurso. Los datos apremian a ello: alrededor del 50% de los casos no se diagnostica hasta que el paciente ha desarrollado una fase moderada de la enfermedad. Además, entre el 30 y el 50% de las personas que padece algún tipo de demencia no llegan a ser diagnosticadas formalmente, por lo que la tasa de infradiagnóstico es muy alta

Montse Alegret, profesora de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona), asegura que prevenir la enfermedad es posible en casi la mitad de los casos de demencia. Para ello, insta a la necesidad de actuar sobre los factores de riesgo modificables.  

Respecto a los tratamientos existentes en la actualidad, los especialistas recuerdan que no existe todavía una cura para el Alzheimer. No obstante, Xavier Morató, profesor del Departamento de Medicina de UIC Barcelona, ha explicado que existen dos fármacos que, “por primera vez, han demostrado ralentizar el progreso del deterioro cognitivo en un 27-35% en fases precoces de la enfermedad”.

Estos tratamientos, uno de ellos aprobado recientemente para uso clínico en Estados Unidos, Reino Unido, Japón, China, Corea del Sur, Israel, Emiratos Árabes, y el otro únicamente en Estados Unidos, son “anticuerpos monoclonales dirigidos contra el amiloide y son muy eficaces para eliminar esta proteína que se acumula en el cerebro durante más de 20 años antes de mostrar los primeros síntomas”.