Falta de compromiso laboral
Así afecta a la salud mental y física
La falta de compromiso laboral repercute en el día a día de la actividad empresarial y afecta al bienestar de los trabajadores. Dos psicólogas explican qué pueden hacer las empresas para motivar a los empleados y cómo deben actuar estos para evitar problemas de salud mental y física.
El compromiso laboral no vive su mejor momento en España: el 20% de los trabajadores afirma sentir enfado a diario y solo un 10% se declara comprometido con su empresa, según el Informe sobre el Estado del Trabajo que elabora anualmente la consultora Gallup. Son malas noticias para la buena marcha de las empresas y, sobre todo, para los propios empleados, cuya salud mental depende en buena medida del bienestar en el trabajo.
Se puede definir como “la adhesión psicológica, y especialmente emocional, de la persona con la organización, con sus valores, con su propósito y con su cultura”, explica a CuídatePlus Mireia Cabero, profesora en los estudios de economía y empresa de la UOC, chief happiness officer y psicóloga organizacional. “Esta adhesión genera un nivel superior a la implicación, es la voluntad de ser propuesta de valor y talento para la organización y ser parte del éxito”, añade.
Este compromiso constituye, tal y como apunta Isabel Aranda, psicóloga del trabajo y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de la Psicología de Madrid, “ante todo, un deseo de la organización” y se plasma en la convicción del trabajador de “querer actuar a favor de ella más allá del contrato laboral”.
Lógicamente, un trabajador con unas condiciones laborales muy desfavorables y con un salario excepcionalmente bajo va a tener un compromiso laboral prácticamente nulo. El problema es que muchas veces la adhesión a la empresa sigue siendo escasa a pesar de que la retribución, el tiempo de trabajo y otros aspectos son buenos o, incluso, óptimos.
Causas de la falta de compromiso laboral en España
Aranda alude a la denominada Pirámide de Maslow para explicar los factores que influyen en la falta de compromiso laboral. Se trata de un modelo de necesidades humanas en el que la más básica, la supervivencia física, se sitúa en la base de la pirámide. El siguiente nivel es el de seguridad y protección, seguido de las necesidades sociales, como la pertenencia y el amor. En el ámbito del trabajo, el sueldo y un contrato fijo podrían situarse entre las necesidades más básicas que, una vez cubiertas, darían paso a otras más elevadas, como la de pertenencia a una organización o la autorrealización.
No hay un único motivo que explique la falta de compromiso laboral en España y otros países, pero Aranda apunta uno que considera muy extendido: “Hay es un desapego hacia las empresas que se entiende perfectamente porque venimos de un periodo en el que se han hecho despidos masivos”. Ante esta situación, “lo que ha aprendido el trabajador es que la empresa no es para siempre y le mantiene ahí mientras le interesa”. Según la psicóloga, muchos trabajadores se plantean la siguiente pregunta: “¿Por qué voy a ser fiel a alguien que no va a serlo conmigo?”.
Las nuevas generaciones, argumenta Aranda, ya no buscan trabajar en una empresa, sino en un proyecto y, “cuando deja de interesarles, se buscan otro proyecto”. Este cambio de enfoque se aprecia en menor medida en los trabajadores de más edad porque “tienen una estructura de gasto -generalmente asociada a la hipoteca y los hijos- que frena sus decisiones de movilidad”.
Otro factor importante son las relaciones jerárquicas dentro de las organizaciones. “Si preguntas a los trabajadores por qué se van a las empresas, más del 50% de las personas -según diversos estudios- te dicen que se van por el jefe”. Puede ser por diferentes motivos. En los casos más extremos el culpable es el acoso laboral o mobbing, pero también se puede deber a que no se sienten escuchados por su superior o no se identifican con los valores de la empresa. También influye el ambiente laboral y las relaciones entre iguales.
Consecuencias en la salud mental y física de los trabajadores
La tensión y el estrés que se acumulan cuando el trabajador no se siente satisfecho en su puesto de trabajo se terminan traduciendo (somatizando) en diversos problemas de salud física y mental. Estos son los más destacados:
Cómo deben actuar las empresas para motivar a sus empleados
Las empresas disponen de diversos recursos para fomentar el compromiso laboral. En palabras de Cabero, todos ellos conducen a un mismo fin: “Poner a los trabajadores auténticamente en el centro, como se pone a los clientes”. Para ello es necesario:
- Escucharlos.
- Incorporarlos en la visión de la organización.
- Tomar decisiones que les favorezcan.
- Ser asertivos y claros con ellos y ellas.
- Ser sensibles a sus necesidades.
- Dibujar un employee journey (trayectoria de un empleado dentro de la organización desde que entra hasta que se va) con ellos y ellas.
- Cuidar su llegada y su salida (onboarding y offboarding).
- Implicarlos en la toma de decisiones y diseño de retos de futuro.
Qué pueden hacer los trabajadores para mejorar su bienestar
Lo primero que tiene que hacer el trabajador que se siente poco motivado es, según Aranda, “plantearse en qué medida ese trabajo le vale aquí y ahora”. Para ello, debe tener en cuenta “que ya no existe el trabajo de por vida, salvo para los funcionarios, que son un mundo aparte”. No obstante, advierte sobre los riesgos de las decisiones precipitadas y resalta que “no necesariamente hay que huir del trabajo; a veces es posible lograr, mediante el diálogo, unas condiciones más adecuadas”. Y, en caso necesario, si alguien se siente excesivamente abrumado y desorientado, aconseja recurrir a un psicólogo especializado en asuntos laborales.
Cabero ofrece las siguientes recomendaciones a los trabajadores:
- Relacionar el trabajo con sus metas profesionales, con su visión de futuro y con su misión profesional. Activar, así, su motivación.
- Buscar organizaciones cuyos valores sean semejantes a los propios. Activar, así, su coherencia interior.
- Marcarse retos para activar su mentalidad de crecimiento y estimularse profesionalmente en su día a día. Activar, así, su posibilidad de crecimiento.
- Cuidar -y poner límites- su conciliación. Activar, así, su equilibrio.
- Disfrutar de su vida personal para regresar al día siguiente a su puesto de trabajo con energía, emocionalidad positiva y satisfacción. Activar, así, su satisfacción vital.
- Celebrar, reconocer y admirar la consecución de logros y retos profesionales. Activar, así, su satisfacción profesional.
- Construir redes sociales con sus superiores, con sus iguales y con su equipo que generen confianza, retos de altura y motivación. Activar, así, sus redes de confianza y un trabajo cooperativo.
Fuente: cuidateplus.com