Frenar el síndrome metabólico ayuda a prevenir el cáncer
El síndrome metabólico es un conjunto de trastornos que, cuando concurren en un mismo individuo, incrementan notablemente sus probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes. Pero no son los únicos riesgos, ya que cada vez son más las evidencias de su relación con el desarrollo de cáncer.
El síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que coexisten en un mismo individuo, entre las que se encuentra el exceso de grasa abdominal (obesidad central), hipertensión arterial, niveles elevados de glucosa en sangre, colesterol anómalo y elevación de las concentraciones de triglicéridos. Esta combinación de trastornos metabólicos aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre otras patologías. Una nueva investigación ahonda en su relación a largo plazo con el cáncer y cómo ponerle freno.
El estudio que se acaba de publicar en la revista Cancer se basa en un seguimiento durante una década a más de 44.000 adultos con una edad media de 49 años. Las personas que acumulaban más rasgos y factores del síndrome metabólico a lo largo del tiempo presentaron un riesgo significativamente más elevado de desarrollar cáncer y, especialmente, de mama, endometrio, riñón, colon e hígado.
Los participantes con puntuaciones persistentemente altas tanto de síndrome metabólico como de inflamación crónica mostraron un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, endometrio, colon e hígado, mientras que el riesgo de cáncer de riñón se observó predominantemente entre los participantes con puntuaciones persistentemente altas, pero sin inflamación crónica.
Riesgo de cáncer en hombres y mujeres con síndrome metabólico
El mayor riesgo de cáncer de las personas con síndrome metabólico ha sido objeto de una intensa investigación en las últimas décadas. Por ejemplo, en 2012 se publicó en Diabetes Care una revisión sistemática en la que se daba cuenta de la relación de este trastorno con diversos tumores frecuentes y se hacía hincapié en la existencia de diferencias por sexos en algunos de ellos. En los estudios realizados en hombres se relacionó con una mayor probabilidad de cáncer hepático, colorrectal y de vejiga. En mujeres, el síndrome metabólico mostró asociaciones más fuertes con los tumores de endometrio, pancreático, mama tras la menopausia, rectal y colorrectal.
En cuanto al cáncer masculino, según apuntan desde el Hospital Clínic de Barcelona, “de momento no se ha demostrado una asociación del síndrome metabólico y el tumor de próstata, aunque en pacientes obesos los tumores se suelen diagnosticar en fases más avanzadas”.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la acumulación de evidencias sobre la relación entre uno de los elementos primordiales del síndrome metabólico, la obesidad, y el riesgo de cáncer. El exceso de peso se ha asociado tanto al desarrollo como a una mayor agresividad de cánceres en casi todas las regiones anatómicas: colorrectal, mama, hígado, endometrio, páncreas, riñón, ovario, tiroides, estómago, esófago… Los mecanismos que están detrás de esta relación patológica pueden ser de diversa índole: aumento de los niveles de insulina y de ciertos factores de crecimiento, como el factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1); inflamación crónica de bajo grado; cantidades más elevadas de estrógenos producidas por el tejido graso (en tumores de mama o de endometrio); o bien la influencia de las células de la grasa en procesos que regulan el crecimiento de las células tumorales.
Cómo controlar el síndrome metabólico
«Esta investigación sugiere que el manejo proactivo y continuo del síndrome metabólico puede servir como una estrategia esencial en la prevención del cáncer«, según concluye el principal del estudio que se acaba de publicar en Diabetes Care, Han-Ping Shi, de la Capital Medical University, en Pekín. “Nuestro estudio puede servir como guía de investigaciones futuras sobre los mecanismos biológicos que vinculan el síndrome metabólico con el cáncer, lo que podría dar como resultado tratamientos específicos o estrategias preventivas”.
Según explica Robert H. Shmerling, de la Universidad de Harvard, la mejor estrategia frente al síndrome metabólico es la prevención: “Los hábitos saludables pueden tener un gran impacto en el mantenimiento de un peso saludable y niveles normales de azúcar en sangre, lípidos y presión arterial. Una vez diagnosticado, el síndrome metabólico se puede tratar con la pérdida del exceso de peso, mejoras en la dieta (tomando como ejemplo la dieta mediterránea o la dieta DASH) y, cuando sea necesario, con medicamentos (entre los que se incluyen aquellos que pueden mejorar los lípidos en sangre, reducir la presión arterial y disminuir la glucosa en sangre)”.
Fuente: cuidateplus