Guardar un secreto puede ser perjudicial para la salud
- Se produce un nocivo estrés crónico porque el cerebro permanece en un estado de alerta permanente.
- Qué otras consecuencias provoca.
Guardar un secreto (aquello que se esconde o tiene una deliberada existencia invisible) implica un esfuerzo importante que puede resultar nocivo para la salud según sea su contenido, el tiempo que se guarda y el significado emocional que implique para la persona.
A fin de disimular esa doble vida -de exposición y de ocultamiento-, la mente activa una orden cada cierto tiempo y de manera automática, para asegurarse de que no se olvide ese objetivo de ocultar.
La consecuencia es que el psiquismo gira alrededor de la información ocultada, en un continuo rumiar sobre ello, lo cual implica un desgaste de energía que puede ser agotador ya que es necesario evaluar constantemente qué se puede y qué no se puede decir, cómo hacerlo, delante de quién, si alguien podrá sospechar o no y con la preocupación continua de cometer un error que libere lo que se oculta por un distraído descuido.
Es diferente guardar un secreto -que implica tensión- que mantener una información en el ámbito de lo privado, algo lícito y que no genera estrés. Por ejemplo, no decir cuánto uno gana es una cuestión privada mientras que ocultar una adicción o una infidelidad puede implicar otra carga emocional.Guardar un secreto implica tensión en el organismo. / Foto Shutterstock.
Guardar un secreto genera un nocivo estrés crónico ya que el cerebro está en un estado de alerta permanente para evitar que esa información salga a la luz.
Qué consecuencias puede producir en la salud
Esto produce un importante aumento en los niveles de la hormona cortisol, que se traducirá en consecuencias emocionales –ansiedad, miedo, depresión– o físicas, con repercusiones a nivel cardiovascular, inmunológico o gastrointestinal.
Algunos secretos son inofensivos y no generan malestar, pero otros dañan si generan un serio conflicto interno o existe el constante miedo al juicio negativo de los otros.
Los secretos que requieren de un mayor esfuerzo de control emocional son aquellos que resultan significativos para el individuo, contradicen su ética por un contenido que se considera negativo o puedan resultar socialmente dañinos.
Algunos secretos se ocultan por vergüenza y otros por culpa. En los primeros, la vivencia es “soy una mala persona” y se acompañan de sentimientos de desvalorización, culpa o impotencia; en los segundos se tiende a pensar “hice algo malo”, con remordimientos y ansiedad por lo realizado.Algunos secretos son inofensivos pero otros dañan si generan un conflicto interno. / Foto Shutterstock.
Quienes se sienten avergonzados suelen lastimarse o padecer distintos problemas de salud mental, mientras los que se sienten culpables tienden a mentir, engañar o traicionar la confianza de los demás.
Algunas investigaciones muestran hallazgos interesantes. Por ejemplo, que la reacción que se esperaba de las personas a las que se les confesaba el secreto no resultaba tan drástica como se esperaba; es decir, parece existir una tendencia a exagerar las posibles consecuencias de ese ocultamiento.
En otros términos, las respuestas a un juicio negativo suelen resultar más bajas por quienes reciben la información. Otra comprobación fue que la revelación del secreto, por el contrario, hasta suele tener un efecto opuesto al esperado, ya que aumenta la percepción de honestidad y confianza por parte de quien escucha.
Esto ocurre porque quien confiesa se centra en el contenido del mensaje mientras que quien escucha considera los rasgos positivos que implica haberlo revelado: valentía, confianza y honestidad.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/guardar-secreto-puede-perjudicial-salud_0_M6YAkoColm.html