Hepatitis infantil
Los casos de hepatitis infantil grave de origen desconocido que se han detectado en varios países podrían tener una causa infecciosa. Los expertos creen que, al menos de momento, no hay motivos para la alarma social, pero sí para la alerta médica.
La investigación de casi 90 casos de hepatitis (inflamación del hígado) infantil de origen desconocido ha hecho saltar las alarmas entre la población de varios países. A pesar de que las certezas todavía son muy escasas, ya se empiezan a descartar algunos motivos de preocupación, especialmente la vinculación con la Covid-19.
Desde enero de 2022 se han detectado 74 casos de Reino Unido, 5 en España, 9 en Alabama (Estados Unidos) y un número no especificado en Dinamarca, Irlanda y Holanda. Los niños españoles proceden de Castilla-La Mancha, Zaragoza, Galicia y Comunidad de Madrid y han sido hospitalizados en el Hospital La Paz, en la capital.
Lo que llama la atención, según ha explicado a CuídatePlus Jesús Quintero, hepatólogo infantil del Hospital Vall d’Hebron, de Barcelona, es que “hay un porcentaje más alto del habitual de hepatitis graves en pacientes pediátricos -menores de 10 años- de causa desconocida”. La gravedad es tal que varios de ellos han requerido un trasplante hepático: seis en Reino Unido, dos en Estados Unidos y uno en España. Gracias a esta intervención no ha habido ningún fallecimiento.
Quintero puntualiza que, en términos absolutos, no es un número tan alto como para generar una alarma social y achaca el gran revuelo que se ha generado en torno a este brote a “la sensibilización de la población debido a la pandemia de Covid-19”. En su opinión, la alerta debería circunscribirse “a la comunidad científica y la red de médicos, que debe tener conocimiento de los casos para poder detectarlos y tratarlos de manera precoz”.
Posibles causas de los casos de hepatitis
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede deberse a distintos motivos, como el consumo de alcohol u otros tóxicos, el denominado hígado graso, el consumo de ciertos medicamentos o una infección. Todo apunta a que en este caso estamos ante esta última causa y, muy probablemente, se trata de un virus.
Quintero subraya que se ha descartado que el causante sea el coronavirus SARS-CoV-2 y tampoco hay ninguna base científica para establecer un vínculo con las vacunas frente al coronavirus. De hecho, las autoridades británicas han confirmado que ninguno de los 74 niños afectados en Reino Unido había sido vacunado frente al virus de la Covid-19.
Al parecer, tampoco está detrás de estos cuadros patológicos graves ninguno de los virus cuya diana principal es el hígado; es decir, no están causados por los virus de las hepatitis A, B, C, D o E.
Los nueve casos de Alabama se han relacionado con un virus concreto, el adenovirus 41. “Pero esto no se ha podido confirmar en Europa”, agrega Quintero, quien señala, no obstante, que este patógeno es, de momento, el principal sospechoso. En Reino Unido solo se ha confirmado la infección por adenovirus en algunos de los 74 pacientes sometidos a estudio.
“El adenovirus es un virus que no es nuevo en absoluto, está muy diseminado y que puede causar hepatitis. Lo que no es tan frecuente es que provoque lesiones hepáticas graves, hasta el punto de requerir un trasplante en algunos casos, y en un número tan elevado”, indica el hepatólogo. Lo más habitual es que se manifieste con cuadros de fiebre, catarro o diarrea, entre otros síntomas.
“Ni siquiera en Alabama se puede establecer con seguridad si la causa del fallo hepático es el adenovirus o si los niños tenían este virus y además hepatitis por otra causa”, precisa el experto.
Aparte del adenovirus, hay otros virus que no afectan al hígado de forma preferente, pero también pueden provocar, según Quintero “una elevación de las transaminasas que suele ser poco importante y autolimitada, es decir, que en pocos días desaparece sin dejar rastro de que ha habido una lesión el hígado”. Entre otros, cabe citar los herpes, citomegalovirus y virus de Epstein-Barr. No obstante, de momento no hay ningún indicio que que alguno de ellos esté detrás de las hepatitis que están bajo escrutinio médico.
En estos momentos se están investigando todos los casos de hepatitis aguda que ha habido en Europa desde enero para detectar aquellos que hayan pasado inadvertidos o no se hayan diagnosticado correctamente. En España se envían las muestras de pacientes a un laboratorio central de análisis situado en Majadahonda (Madrid) y se comunican al Ministerio de Sanidad.
Síntomas característicos de la hepatitis
Los síntomas iniciales de la hepatitis son similares a los de un cuadro de gastroenteritis: náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, dolor abdominal… A esto hay que añadir una elevación muy importante de de las transaminasas, que se observa en los análisis de sangre, así como un aumento de la bilirrubina, que es la responsable de que el paciente se ponga amarillo o ictérico. Donde mejor se aprecia esa coloración amarillenta es en la esclera (la parte blanca de los ojos).
“Parece evidente que es un virus y que su transmisión no es tan efectiva como la del coronavirus”, concluye el especialista. “No hay una explosión de casos alrededor de cada paciente”. Si finalmente se confirmase que es un adenovirus, la transmisión de este patógeno es a través de las gotitas de saliva que se generan al estornudar, al toser o al hablar, y también por las heces o, incluso, por tocar superficies contaminadas y llevarse poco después las manos a la boca.
Por lo tanto, los consejos preventivos serían los que ya se están siguiendo: lavado de manos, toser utilizando el codo, usar pañuelos desechables para sonarse los mocos… “No deberíamos tener que adoptar ninguna medida adicional”, refiere el hepatólogo.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/familia/nino/2022/04/19/casos-hepatitis-infantil-queda-conocer-179721.html