Hipertensión sin motivo aparente
Tengo 30 años, no fumo, no tengo obesidad, hago deporte y soy hipertensa
La hipertensión arterial no es un problema que sólo afecta a las personas mayores sino que cada vez son más los jóvenes que tienen esta patología. La falta de síntomas hace que haya mucho infradiagnóstico. Te explicamos qué debes saber.
La hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedad y muerte en España, sin embargo, son muchos los que tienen este problema de salud pero no lo saben. Según datos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-Lelha), se estima que en el mundo hay 1280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión y que el 46% de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección. ¿Por qué ocurre esto? Uno de los factores del infradiagnóstico de la hipertensión es que es asintomática, no tiene síntomas, por lo que la gente acude al médico cuando ya es tarde y se produce un evento cardiovascular grave. Además, la gente no está habituada a tomarse la presión arterial de forma habitual por lo que no sabe si es o no hipertensa.
Como recogen las guías clínicas, la hipertensión se define como una presión arterial elevada de forma mantenida. Las guías norteamericanas, propuestas por el American College of Cardiology y la American Heart Association, la definen como unas cifras de presión arterial iguales o superiores a 130/80 mmHg. Sin embargo, en Europa se mantiene el umbral definitorio de HTA en 140/90 mmHg16.
Hipertensión también en jóvenes
Para José Antonio García Donaire, presidente de la sociedad de hipertensión, es clave la medida de la presión arterial como rutina no sólo en adultos mayores y en ancianos sino también entre los jóvenes. “La hipertensión afecta también a los jóvenes y adolescentes y si se puede actuar antes mejor”, informó durante un acto celebrado en Madrid y organizado por Huawei para presentar el Watch D2 un smartwatch diseñado para monitorear la presión arterial en tiempo real. Y es que, es posible que muchas hipertensiones se solucionen con cambios en el estilo vida de los pacientes (alimentación, ejercicio y descanso) pero para ello el diagnóstico precoz es clave. Un diagnóstico precoz que consiste en “tomarse la presión cada cierto tiempo para controlar los valores”. Como indicó, “los médicos nos hemos dado cuenta de la importancia de informar y de que el paciente o las personas tomen conciencia de su salud”.
Durante el acto Esther Gómez, enfermera y profesora de la Universidad Autonóma de Madrid y conocida como @mienfermerafavorita, quiso dejar claro que la hipertensión no sólo es cosa de adultos mayores o de ancianos, sino que también afecta a los jóvenes. Es más, ella tiene 30 años, es delgada, come sano, se cuida y hace deporte pero es hipertensa. “No tengo sobrepeso, no fumo, no bebo pero tengo hipertensión”, expuso. Ella acudió al médico porque “tenía fuerte dolores de cabeza” pero “hay veces que no sientes nada y de ahí la importancia de los controles de la presión arterial”.
Cómo tratar la hipertensión
Como recogen las guías clínicas, las bases terapéuticas de la hipertensión son las modificaciones del estilo de vida (tratamiento no farmacológico) y el tratamiento farmacológico.” Las modificaciones en el estilo de vida constituyen la base del tratamiento de la hipertensión en particular, y de la prevención cardiovascular en general”, recuerdan desde la sociedad de hipertensión. Sin embargo, “la mayoría de los pacientes necesitarán además tratamiento farmacológico”.
El tratamiento de la hipertensión se ha considerado como uno de los grandes avances de la medicina de las últimas décadas. De hecho, los metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados que han incluido cientos de miles de pacientes han indicado que “una reducción de 10 mmHg en la presión arterial sistólica o de 5 mmHg en la presión arterial diastólica conlleva una reducción en torno a un 10-15% en la mortalidad, un 20% en complicaciones cardiovasculares mayores, un 35% en ictus, el 40% en insuficiencia cardiaca y un 20% en eventos coronarios”. Estas reducciones de riesgo se han observado de forma consistente e independiente en cualquier grado de hipertensión, en cualquier grado de riesgo cardiovascular y en cualquier edad, sexo, raza o comorbilidad.
Entonces, las personas que tengan hipertensión ¿qué deben cambiar del estilo de vida? Los expertos de la SEH-Lelha recuerdan que “las modificaciones del estilo de vida eficaces para controlar la hipertensión son la reducción del contenido de sal en la dieta, el control del exceso de peso, la práctica de ejercicio físico, el seguimiento de una dieta saludable, no fumar y eliminar o restringir el consumo de alcohol”. Estos cambios, “no son sólo eficaces como tratamiento antihipertensivo, sino que constituyen medidas de prevención cardiovascular y de enfermedad en general”, concluyen.