Aunque se recomienda que el jugo de naranja sea recién exprimido (o sea, “casero”), la opción de consumirlo envasado (siempre que se identifique con la palabra jugo) no sólo es válida sino que tiene beneficios saludables, según investigaciones recientes.

Un zumo de naranja
  1. Carla Nieto

Nadie lo duda: la mejor forma de consumir la fruta para acceder a todos sus beneficios es entera. Y, también, la recomendación “oficial” es que, si se opta por tomarla en forma de zumo, siempre es preferible -en el caso concreto de la naranja y otros cítricos- que sea recién exprimido.

Pero, ¿qué ocurre con la amplia variedad de jugos de naranja envasados que se pueden encontrar en supermercados y grandes superficies? ¿No hay que incluirlos nunca en la dieta o hay excepciones al respecto?

Ciertamente, estos productos arrastran una “mala fama” atribuida, entre otras causas, a su supuesta “artificialidad” o a la baja cantidad de zumo como tal de algunas “bebidas de naranja”. Sin embargo, evidencias científicas recientes han “restituido” en cierta medida el papel del zumo de naranja natural envasado dentro de las coordenadas de una dieta saludable.

En opinión de Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y doctor en Ciencias de los Alimentos, en esta especie de “estigmatización” a la que han sido sometidos estos zumos han tenido mucho que ver algunos de los mitos e ideas erróneas más extendidas en torno a ellos: “Por ejemplo, existe la creencia de que siempre llevan azúcar añadido o que su aporte de vitaminas es menor. Pero esto no es cierto: el zumo de naranja natural envasado es un producto sin contenido en azúcar y cuyo valor nutricional es prácticamente igual al de los zumos que se elaboran en casa”, explica a CuídatePlus el experto.

Sí, tiene beneficios (avalados por la ciencia) 

Iniciativas como Fruit Juice Science Centre (FJSC), un organismo de información científica especializado en proporcionar evidencias sobre los beneficios saludables de los zumos de frutas, han contribuido a matizar muchas de estas ideas erróneas y a favorecer la investigación sobre este tipo de productos. Estos son los resultados de los estudios más recientes con respecto al zumo de naranja:

Mismo nivel de polifenoles y cantidad de vitamina C similar al zumo recién exprimido

Una investigación publicada en Journal of Food Sciences and Nutrition comparó los zumos de naranja natural comerciales más populares en España, Alemania, Francia y Reino Unido con zumos de naranja (de la modalidad “Navelina”) recién exprimidos. Los autores llegaron a la conclusión de que los niveles de polifenoles (potentes compuestos bioactivos con propiedades saludables) de los zumos envasados son similares a los de los recién exprimidos

Otro dato arrojado por esta investigación es que, si bien el zumo “casero” contenía una cantidad de vitamina C mayor, esta se degrada significativamente con el tiempo, y se estima que alcanza los niveles de los zumos envasados al cabo de una semana. 

Para Cristina García-Viguera, miembro del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos del CEBAS-CSIC e investigadora principal de este estudio, “estos resultados indican que pasar tiempo exprimiendo naranjas en casa tiene pocas ventajas nutricionales, especialmente desde el punto de vista del contenido en vitamina C y compuestos bioactivos como los polifenoles”.

Efecto saciante y regulador de la glucosa

Un estudio de la Universidad Metropolitana de Toronto analizó los efectos sobre los niveles de glucosa de tres bebidas: agua, refrescos azucarados y zumo de naranja 100% natural. Los autores comprobaron que la respuesta glucémica (aumento de la glucosa en sangre) fue menor en el zumo de naranja que en los refrescos, y atribuyeron este efecto a los polifenoles del zumo. 

En la misma investigación también se estudió el impacto de estas bebidas sobre la saciedad. Así, una hora después de suministrarlas a los tres grupos, se ofreció a los participantes un buffet libre hipercalórico (a base de pizzas). El análisis posterior demostró que los del grupo del zumo habían consumido 88 kcal menos que los que bebieron agua y 118 kcal menos que los del grupo del refresco; y, además, su apetito disminuyó en las siguientes ingestas (según los investigadores, debido al efecto saciante del zumo), lo que se tradujo en una notable disminución de las calorías totales consumidas durante la jornada.  

Facilita la absorción de hierro

Otra investigación llevada a cabo en el Laboratory of Human Nutrition de la ETH Zurich (Suiza), demostró que beber un vaso de zumo de naranja junto con un suplemento de hierro facilita la correcta absorción de este mineral y, por tanto, ayuda a prevenir y controlar la anemia ferropénica en mujeres. El estudio comparó el nivel de absorción de hierro alcanzando cuando el suplemento, de 100 mg (habitualmente ingerido con el desayuno), se acompañaba de café o de zumo. 

En el primer caso, se vio que el café tiene un efecto inhibidor del hierro, reduciendo su absorción en un 54%. En los que acompañaron el suplemento de zumo, la absorción aumentó casi cuatro veces, lo que se traduciría en unos 200 mg de hierro absorbido por el organismo, algo que, según los investigadores, se debe al ácido ascórbico (vitamina C).

Buena alternativa para prevenir la obesidad infantil

Según los resultados de un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, en el que se analizó la influencia de la dieta en 14.000 niños españoles desde el nacimiento hasta la edad adulta, el zumo de naranja natural se asocia a un mejor patrón alimentario y a un menor riesgo de obesidad en la edad adulta. Comparados con los menores que tomaban bebidas gaseosas de cola o derivados a edades tempranas, los que bebían habitualmente este zumo tendían a engordar menos, llevaban una dieta más alta en fibra y con menos grasa y azúcares y eran menos reticentes a comer más pescado, verduras verdes y hortalizas.

varios vasos llenos de zumo de naranja

Para conocerlo mejor

Ramón de Cangas comenta algunas de las peculiaridades del zumo de naranja natural envasado que hay que tener en cuenta al adquirir estos productos:

  • Materia prima. “Si hablamos de zumos envasado en general, el proceso es diferente según el tipo de fruta. En algunos casos, como ocurre con la naranja o la mandarina, son consumidos como tales (esto es, el zumo directamente extraído de la fruta). En otras frutas se obtienen purés (de melocotón, por ejemplo) que se deben mezclar con otras (en este caso con uva) para conseguir que su consistencia sea la adecuada”.
     
  • Proceso de elaboración. “También depende de la fruta, y por esta razón se utilizará un tipo de maquinaria u otra, aunque sí es cierto que se comparten una serie de etapas comunes que, en cualquier caso, no alteran de forma significativa las propiedades nutricionales del producto”, dice De Cangas.
     
  • En botella, en cartón… En línea con lo anterior, el especialista apunta a que ni el tipo de envase ni ninguna de las otras peculiaridades que pueda presentar el zumo “comercial” en su distribución influye de forma significativa en sus características nutricionales.  
     
  • Conservación. Ramón de Cangas alude a los estudios que evidencian que los zumos envasados tienen el mismo aporte de polifenoles y vitamina C que los recién exprimidos y recomienda qué hacer para conservar estos nutrientes: “Para conservarlos  adecuadamente y asegurar su calidad, una vez abiertos, hay que mantenerlos siempre refrigerados y evitar la exposición a la luz”.

Qué es (y qué no es) un zumo 100% natural

Ante la amplia variedad de variedades de zumos y otras bebidas a base de naranja que hay en el mercado, Ramón de Cangas aclara las principales “señas de identidad” del zumo 100% natural:

“Los zumos naturales (100% naranja exprimida) son zumos frescos que contienen muchas de las sustancias bioactivas presentes en la fruta. También se pueden comercializar en forma de zumo concentrado, el cual ha sufrido un proceso de concentración y posteriormente se le han añadido el agua que se había eliminado previamente”.

El dietista-nutricionista incide en que el zumo fresco es un producto que no ha sido congelado, ni procesado, ni pasteurizado, y cuya producción y composición está estrictamente controlada por una legislación europea específica, que prohíbe quitar o añadir nada al zumo de naranja 100%.

“En base a esta legislación, cuando aparece la palabra zumo en un envase significa que ese producto es similar desde el punto de vista nutricional al zumo que se elabora en casa”, añade el experto.

En cuanto a la información en la que hay que fijarse en la etiqueta de estos productos para comprobar que se trata de zumo de naranja natural, Ramón de Cangas apunta que “si el producto se etiqueta como ‘zumo’ supone que se trata, efectivamente, de zumo como tal y que, por tanto, no tiene azúcares añadidos ni otros aditivos. Lo que sí puede producir confusión es cuando se trata de néctar, que es el producto obtenido a partir de las frutas trituradas (hechas puré) a las que se les ha añadido agua, azúcar y ácidos de fruta”.

Una opción especialmente útil para…

Ramón de Cangas señala que optar por el zumo de naranja natural envasado es la mejor alternativa en algunas situaciones puntuales, “por ejemplo, para las personas que tienen dificultades para consumir fruta, los zumos envasados son una buena opción porque vehiculizan sustancias bioactivas presentes en la fruta y que son importantes para su salud. Y, obviamente, también son la mejor elección -y la más cómoda y asequible- cuando no existe la posibilidad de elaborarlo en casa o hay que transportar el zumo (excusiones, meriendas colegiales …)”. 

Fuente: cuidateplus