La edad oficial para ‘morir de viejo’

 Fact Checked¿Qué significa “morir de viejo”? ¿Cuál es la edad máxima a la que puede llegar el ser humano? ¿Existen seres vivos inmortales que solo pueden desaparecer por causas externas? Te contamos las conclusiones a las que ha llegado la ciencia.Actualizado a: Jueves, 19 Septiembre, 2024 14:30:11 CEST

Hombre mayor lee el periódico
  1. María Sánchez-Monge

La expresión “morir de viejo” está muy extendida y es muy útil en el día a día. Cuando alguien fallece a los 100 años o más, nadie se pregunta la causa. El mes pasado murió en Olot (Girona) María Branyas Morera a los 117 años de edad. Considerada la persona más anciana del mundo, se fue mientras dormía, según comunicaron sus familiares. Si fue por un infarto, un tumor o un ictus, deja de ser importante a esa edad. Está claro que murió de vieja.

Lo que ya no es tan fácil de decir es a partir de qué edad se considera que una persona muere porque le ha llegado la hora, ya que depende de la época (hace no tanto tiempo, a alguien de 60 años ya se le consideraba un anciano), así como del lugar geográfico (en Japón las personas llegan a viejas con mucha mayor frecuencia que en Chad, por ejemplo). Por eso, desde el punto de vista de la ciencia, es algo demasiado impreciso y variable. Por eso, no existe una edad oficial para “morir de viejo”, sino que se suelen emplear conceptos como esperanza de vida, expectativa máxima de vidalongevidad… Que son objetivos y medibles.

Seres mortales ¿e inmortales?

Siempre hay una causa de la muerte y tenemos fecha de caducidad porque estamos programados para morir. En otras palabras: la muerte es una consecuencia de la vida. ¿Es así siempre? En el caso del ser humano, sí, pero no para todos los seres vivos.

El científico del CSIC Carlos Briones señala en su libro ¿Estamos solos? En busca de otras vidas en el cosmos (Crítica, 2020) que la muerte “no es una consecuencia de la vida, sino de la pluricelularidad”. De hecho, el origen de la muerte en la Tierra fue “2.500 millones de años posterior al origen de la vida”. Es más, considera que “podríamos encontrar un planeta con vida, pero sin muerte”.

Un ser vivo unicelular, como por ejemplo una bacteria, cuando llega el momento sufre un proceso de mitosis, se divide en dos y el resultado son dos bacterias genéticamente idénticas. Por eso puede afirmarse que la bacteria original no ha muerto, sino que se ha dividido en dos y sigue viva a través de ellas. De este modo, son inmortales, pero no invulnerables, ya que pueden ser destruidas de diversas formas químicas o físicas.

De ahí que también se pueda decir que los óvulos y espermatozoides de los humanos y otros animales, así como los genes que portan, son inmortales. Pero nosotros, como seres individuales, somos mortales de forma inexorable. Si no morimos por agentes externos, nuestra propia naturaleza nos aboca a un deterioro progresivo que acaba siendo incompatible con la vida. No obstante, siempre hay una causa física última; al menos para la ciencia.

reloj que se descompone

Principales causas de muerte en España y en el mundo

El Instituto Nacional de Estadística publica de forma periódica informes sobre las causas de muerte en la población española. La muerte por envejecimiento no figura, lógicamente, entre ellas. Según los datos correspondientes a 2023, los tumores se situaron como primera causa de muerte, con un 26,6% del total de defunciones, seguidos de las enfermedades del sistema circulatorio (26,5%).

En el mundo, según los últimos datos de los que dispone la Organización Mundial de la Salud (OMS)la principal causa de muerte es la cardiopatía isquémica, responsable del 13% del total de fallecimientos. Desde 2000, el mayor aumento de muertes se ha producido por esta enfermedad, que aumentó de 2,7 millones a 9,1 millones de muertes en 2021. Como causa de muerte emergente, la covid-19 fue la responsable directa de 8,8 millones de decesos en 2021 y, en consecuencia, desplazó a otras causas de muerte. En lugar de ser la segunda y la tercera causa de muerte como en años anteriores, el ictus y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pasaron a ser la tercera y cuarta, responsables de aproximadamente el 10% y el 5% del total de muertes, respectivamente.

Esperanza de vida y longevidad máxima

La esperanza de vida es, tal y como explica el INE en un informe reciente, “el indicador más ampliamente utilizado para realizar comparaciones sobre la incidencia de la mortalidad en distintas poblaciones y, en base a ello, sobre las condiciones de salud y nivel de desarrollo de una población”. Entre 2002 y 2022, la esperanza de vida en el momento del nacimiento de los hombres en España ha pasado de 76,4 a 80,4 años y la de las mujeres, de 83,1 a 85,7 años.

Una cosa es la esperanza de vida y otra muy distinta los años que puede llegar a vivir una persona. Son numerosos -aunque no tantos como desearíamos- los ejemplos de supercentenarios como María Branyas. Ahora bien, la longevidad máxima es más difícil de calcular que la esperanza de vida.

Las cifras de longevidad máxima que aventuran los expertos son muy diversas: 115, 120 e incluso hay quien la sitúa en 150. El límite no está claro: lo único cierto es que existe… ¿O tal vez no? “No sabemos cuál podría ser el límite de edad. De hecho, al ampliar las líneas de tendencia, podemos mostrar que la esperanza de vida máxima y promedio podría seguir aumentando en el futuro previsible”, aseguraba hace unos años el biólogo Siegfried Hekimi, de la Universidad McGill (Montreal, Canadá) a raíz de un artículo publicado en la revista Nature.

Bibliografía

Fuente: Cuidate Plus