La patología que hace ver caras de demonios
Existe una patología, denominada prosopometamorfopsia o PMO, que altera la percepción visual de los rostros, que llegan a parecer demonios. No es un trastorno mental, sino una disfunción de la red cerebral que controla el procesamiento facial.
¿Los demonios existen? Todo parece indicar que no, pero hay personas que los ven sin sufrir alucinaciones ni ningún trastorno mental. Padecen una afección muy rara, denominada prosopometamorfopsia (PMO), que es uno de los aproximadamente 40 tipos distintos de distorsión visual que pueden experimentar los afectados por lo que se conoce como síndrome de Alicia en el País de las Maravillas. Un equipo de investigadores de la Universidad de Dartmouth (Estados Unidos) ha conseguido plasmar en imágenes lo que ven estos individuos cuando miran el rostro de alguien.
Cuando contemplamos a otra persona, una compleja red de regiones del cerebro se encarga del procesamiento facial. El mal funcionamiento de esta red puede desencadenar diversas deficiencias, entre las que se encuentra la prosopometamorfopsia, que se llama así por las palabras griegas prosopon -rostro- y metamorphosis -cambio en la forma de algo-. Para quienes la sufren, mirar a otras personas puede resultar muy perturbador. Por suerte, la mayoría de los casos duran solo unos días o semanas, pero algunos pacientes perciben distorsiones en los rostros durante años. Únicamente se han publicado unos 75 informes de casos de PMO, lo que da una idea de lo extraordinariamente poco frecuente que es.
Las distorsiones que produce la PMO pueden plasmarse de distintas formas: rostros que caen, que parecen más pequeños o más grandes de lo normal, que parecen estirados… Además, la alteración visual puede afectar a distintas regiones de la cara.
Un paciente que ve rostros distorsionados… pero no en fotos
Un paciente de 58 años con una PMO muy especial es el que ha permitido llegar a la representación más fiel hasta la fecha de esta condición. Al parecer, percibe los rostros tal y como son cuando están en una pantalla o en papel, pero cuando mira directamente a una persona ve su rostro distorsionado de tal forma que parece demoníaco. En la mayoría de los casos de PMO las alteraciones se aprecian en todos los contextos, por lo que este caso supuso una oportunidad única para representar con precisión las percepciones alteradas. Los resultados del trabajo se publican en la revista The Lancet.
El procedimiento que permitió a los investigadores obtener las imágenes que permiten hacerse una idea de cómo ven las personas con PMO fue el siguiente: en primer lugar, tomaban una fotografía del rostro de una persona; a continuación, le mostraban al paciente de forma simultánea esa foto en la pantalla de un ordenador y el rostro real del individuo en cuestión. Durante ese tiempo, el paciente iba explicando las diferencias que notaba. Los investigadores utilizaron un programa de ordenador que les permitió modificar sobre la marcha la fotografía reflejada en la pantalla para que coincidiese con las distorsiones que percibía el paciente.
Según ha explicado el autor principal de este estudio, Antônio Mello, en otros estudios sobre esta enfermedad los pacientes con PMO no pudieron evaluar la precisión de las representaciones de las distorsiones que veían porque también percibían distorsiones en esas imágenes. En cambio, en este caso el afectado no veía ninguna distorsión en la pantalla, lo que permitió comparar con precisión el rostro real con la fotografía manipulada y dar el visto bueno a la representación obtenida por los investigadores con el programa de ordenador.
Un trastorno poco conocido y muy incomprendido
Este trastorno de la percepción visual es poco conocido entre la población general, pero también es mal comprendido entre los propios profesionales de la salud. Es frecuente que las personas con PMO oculten las distorsiones faciales que ven para evitar que sus familiares y amigos les descalifiquen o piensen que sufren una enfermedad mental. De hecho, ese es el diagnóstico que a veces reciben cuando acuden al médico.
«Hemos sabido de varias personas con PMO a las que los psiquiatras les diagnosticaron esquizofrenia y les recetaron antipsicóticos, cuando en realidad se trata de un problema en el sistema visual«, señalan los investigadores.
Fuente: cuidateplus