Una psicóloga especialista en parejas describe cuáles son los cinco motivos de consulta más frecuentes. Además, algunas pautas para empezar a pensar en cómo resolverlos.

¿Cuáles son los principales motivos por los que las parejas consultan a un especialista? Entre las principales razones, se encuentran los siguientes problemas. Además, algunas propuestas para solucionarlos, que siempre van de la mano de un gran compromiso de todas las partes.

Pareja: los 5 problemas más frecuentes de consulta

1. Discronaxia o incompatibilidad sexual

Cuando los diferentes integrantes de un vínculo de pareja tienen diferencias en cuanto a las formas de expresión del deseo o apetito sexual esto lo denominamos discronaxia sexual. Es mucho más frecuente de lo que parece. Esto ocurre cuando las personas tienen una vida erótica, una educación sexual recibida diferente, así mismo una cultura erótica acorde a sus experiencias de vida.

Ambas posiciones -tanto la persona que tiene mucho deseo como la que tiene poco- son posiciones válidas y es importante sentirse escuchados y no presionados. Si esto no ocurriese, aparece como consecuencia un efecto totalmente contrario a la motivación sexual: se presenta un distanciamiento y evitación de encuentros sexuales y eróticos.

Es la función del especialista normalizar las diferencias y buscar un punto de negociación y acuerdos. Si bien es recomendable trabajar el tema en terapia, podemos recomendar algunas herramientas, tales como:

  • Comunicar sobre nuevas fantasías y experiencias a desplegar, siempre dentro de un diálogo de confianza y libertad.
  • Buscar distintos lugares poco frecuentes para situaciones de juegos, intimidad y complicidad.
  • Brindarse la posibilidad de desarrollar juegos de roles donde cada uno adquiere un personaje distinto a lo que realmente es, y dar lugar a lo lúdico como expresión genuina de la sexualidad y erotismo de la pareja.
  • Investigar, curiosear y amplificar la cultura sexual de ambos integrantes de manera consensuada, reconociendo los límites y capacidades de cada persona. Acá también le doy importancia a gestionar las expectativas para que sean encuentros reales, no ideales.
  • Viajar juntos. Los viajes tienen ese elemento revitalizante y sanador que colabora muchísimo con la conexión emocional y sexoafectiva.

2. Falta de comunicación

El segundo y gran motivo de consulta es la comunicación, madre de todos los malentendidos y posible “solucionadora” de secuencias y dinámicas vinculares.

Las parejas que consultan en terapia por este tema llegan pidiendo ayuda para conversar, porque solos ya no pueden. Por lo que el trabajo del terapeuta, en este caso, es desentrañar el texto del contexto; es decir, no lo que digo, sino cómo lo digo. Así, el terapeuta es un puente, un traductor de mensajes en el que, sin interrupciones o “ruidos”, los interlocutores puedan escucharse, con una amplificación clara y limpia.

Es clave incorporar recursos para expresar deseos y fantasías desde un lugar amoroso, amigable, sustentable y no reprochable. Te recomiendo sustituir reproches por genuinas demandas de amor. Por ejemplo,

  • podríamos evitar «nunca me mirás en las reuniones de amigos” por “me gustaría que, en los encuentros sociales, hagamos contacto visual de vez en cuando; eso me conecta, ofrece seguridad e intimidad emocional”.
  • los reproches nos ponen a la defensiva, nos alejan; mostrarnos vulnerables y empáticos nos acerca y nuestros interlocutores pueden escuchar activamente nuestros genuinos deseos.

3. Infidelidades

Las parejas que consultan frente a este contexto es porque aún consideran que tienen muchos valores por los cuales quieren seguir construyendo, a pesar de la crisis que atraviesan.

En el espacio psicoterapéutico puede ser que ambas personas pueden escucharse y darle lugar a que aparezca validado el dolor frente a la decepción, la traición y la ruptura de un contrato anterior de lealtad.

Cuando se pide ayuda para trabajar esta crisis -y la relación no termina con la infidelidad- es porque la pareja suele tener varios elementos a favor, como tolerancia, solidez, madurez, trabajo personal acerca de quién soy yo para la otra persona y por qué ahora ocurre esto.

El trabajo que se propone es dar lugar a un recontrato vincular, donde se pueda poner de manifiesto -si es posible- la reconstrucción de la credibilidad y la confianza, pilar indispensable para validar la proyección de nueva etapa, en el tiempo que sea necesario, respetándolo para sanar, reparar y volver a creer.

  • Darle lugar a la palabra cuando sea el momento indicado, validando la tristeza, el enojo, la decepción y las responsabilidades compartidas.
  • Intentar entender por qué justo es en este momento del ciclo de la pareja que se presenta este evento.
  • Salir del lugar de generalidades y posiciones extremas (víctima/victimario).
  • Considerar esta crisis como una oportunidad para un cierre respetuoso o una nueva posibilidad de co-construir un vínculo nuevo bajo contrato refundacional.

4. Celotipia (más que «simples» celos)

La celotipia corresponde a la creencia fija de ser engañado por la pareja, que no puede superarse, aunque exista la presencia de argumentos razonados o evidencia en contra. Puede formar parte de un trastorno delirante, parte del delirio en la esquizofrenia y otros cuadros como demencia o alcoholismo. (Seeman Mary V. 2015)

Las personas desarrollan sentimientos de celos que son muy intensos y que se vuelven el centro de su vida, guían sus pensamientos y su forma de actuar. La persona que tiene esta problemática tiene elevados niveles de ansiedad, están constantemente angustiadas con la idea de la infidelidad de la pareja. No pueden desarrollarse con normalidad en su vida diaria, afecta el desempeño en las diferentes áreas: trabajo, familia, social y académica.

Afecta más a hombres que a mujeres después de los 30 años.

Es importante destacar que existe una íntima relación entre la celotipia y las consecuentes reacciones, actitudes de control, sometimiento y violencia de género que trae aparejado.

Estos celos patológicos provocan violencia, agresión verbal, hostigamiento y una conducta extrema en que se utilizan formas de control, como llamar a la pareja de 10 a 20 veces en una hora con el pretexto de estar preocupados, recriminarle cuando no contesta el teléfono y hasta ir diariamente por la pareja a su trabajo, sin importar la hora o distancia.

¿Cómo saber si una persona tiene celotipia? Algunas diferencias:

  • Celos normales: son producto de infidelidades reales, hay una aceptación real y proporcional.
  • Celos neuróticos: hay una reacción inadecuada con efectos desproporcionados y posiblemente vinculados algún trastorno de la personalidad.
  • Celos delirantes: existe la creencia inquebrantable e irracional, posiblemente un deterioro irreversible y monotemático de la pareja.

¿Qué hacer si soy pareja de un celópata? Si sos pareja de una persona que sufre de celos delirantes recomiendo pedir ayuda a un especialista y dejarse acompañar en un proceso complejo.

Al celópata, se lo puede acompañar de manera individual dentro de espacios psicológicos con orientación cognitiva y psicofarmacología que acompaña la desarticulación del fenómeno delirante. A nivel general, en estos casos es sumamente trabajoso transformar y revertir la situación de celotipia en confianza y credibilidad.

5. Desgaste

Las parejas que transitan un tiempo importante compartiendo -más allá de la convivencia o no de sus integrantes- suelen consultar cuando sienten que ya no experimentan similares intensidades. Se da cuando ambos se encuentran en diferentes momentos de su ciclo vital con respecto a sus proyectos personales, con deseos postergados o nuevas expectativas que se ilusionan compartir y no encuentran eco en sus vínculos.

La convivencia, el estrés, el ritmo de trabajo, el cuidado de nuestra salud mental y sexual condicionan muchas veces la manera en que cuidamos nuestras relaciones. El dejaste en las parejas es un proceso natural, pero no irreversible.

El ser humano necesita de cambios, renovaciones, nuevos aires y la ilusión de la conquista y/o cacería constante. En los vínculos donde la rutina, previsibilidad, calidad de tiempo compartido y ciertas dinámicas repetitivas suele producir en muchas relaciones un desgaste, falta de interés y una posible erosión del amor y el romanticismo.

Sugiero poner en práctica estas recomendaciones. Eso sí, requiere de una mirada atenta, escucha activa y por, sobre todo, una sensibilidad que asegure que estás presente y en conexión.

Tomá nota de estos simples detalles que reenamoran.

  • Dedicá diariamente a establecer conexión visual y preguntar cómo se siente, escuchando la respuesta.
  • Empleá unos minutos diarios a besarse, de esos besos que solo indican “sos importante para mí (no son sexuales, solo sensuales)”.
  • Intentá armar un programa original para el finde, por ejemplo, una salida al aire libre con la posibilidad de estar en contacto juntos y con la naturaleza. Esta experiencia suma energía y saca de la rutina doméstica: caminar, dialogar, hablar sobre proyectos personales.
  • Solo vos sabés lo que ella o él espera y lo ubica en un lugar especial, diferente al resto: puede ser un detalle, como unas flores, invitación a recitales, espectáculos o cocinarle ese plato que es tan personal y se conecta con el amor de quien es cuidado y “consentido”.

Muchas parejas se regalan estas escenas y cambian muchas cosas e instancias de lugar.

Nuestros vínculos son importantes y solo nosotros hacemos la diferencia. Encendamos la llama; de detalles está presente la vida.

Fuente: https://www.clarin.com/relaciones/5-problemas-frecuentes-parejas-solucionarlos-_0_8OiQt5sVIn.html