Warming tea with honey, lemon and ginger

Qué hace y cuánta cantidad se puede tomar al día sin riesgo

Muchas personas utilizan la miel para aliviar los dolores de garganta y para reducir la tos pero ¿realmente funciona este remedio? Hablamos con expertos que nos resuelven las dudas.

miel
  1. Joanna Guillén Valera

¿Quién no se ha tomado un vaso de leche caliente con miel cuando está con dolor de garganta o tos? La miel es un recurso muy utilizado para aliviar los síntomas de los resfriados pero ¿realmente funciona? Como explica a CuídatePlus Maria José Cachafeiro, farmacéutica, “la miel es una sustancia natural, de sabor dulce producida por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de las partes vivas de las plantas. Las abejas recogen este néctar, lo transforman mezclándolo con enzimas propias y lo almacenan en los panales, donde madura hasta convertirse en miel. Este proceso convierte a la miel en un alimento energético y nutritivo, utilizado desde tiempos inmemoriales tanto para la alimentación como con fines medicinales​”.

La miel está compuesta principalmente “por azúcares simples, especialmente fructosa y glucosa, que constituyen alrededor del 80% de su composición pero también contiene agua, enzimas, aminoácidos, vitaminas (como la B6, tiamina, niacina, riboflavina), minerales (calcio, hierro, potasio, magnesio) y antioxidantes como los flavonoides y los ácidos fenólicos”, detalla a CuídatePlus Mónica Herrero, dietista-nutricionista del Consejo General de colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas. 

Propiedades de la miel

La miel es conocida por varias propiedades beneficiosas para la salud, incluyendo efectos “antioxidantes, antibacterianos, antiinflamatorios y antifúngicos”, señala la farmacéutica. Además, añade, “ayuda a la modulación del sistema inmunológico y puede ser útil en la cicatrización de heridas gracias a su baja acidez, alta concentración de azúcar y su contenido natural de peróxido de hidrógeno”​. También se ha sugerido que “puede tener propiedades antihipertensivas, hepatoprotectoras, y efectos beneficiosos en trastornos digestivos y respiratorios”​. Además, añade Herror, es un “energizante natural ya que su alta concentración de carbohidratos simples, la convierte en una fuente rápida de energía”.

Estos efectos se deben en gran medida a los flavonoides y a otros compuestos fenólicos que son los que “más destacan por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibacterianas”​ De hecho, “estos compuestos ayudan a proteger las células del daño oxidativo y contribuyen a muchas de las propiedades saludables de la miel”, apunta Cachafeiro. 

¿La miel sirve para la tos y el dolor de garganta?

La miel ha sido utilizada tradicionalmente para calmar el dolor de garganta y aliviar la tos gracias a su consistencia viscosa que crea una capa protectora. Esto es así porque, como informa Herrero, “actúa como un emoliente, ayudando a recubrir las mucosas de la garganta, lo que reduce la irritación. También posee propiedades antimicrobianas que pueden aliviar infecciones leves”.

Por otra parte, añade la farmacéutica, “ciertos tipos de miel, como la de eucalipto y tomillo, tienen propiedades expectorantes y antisépticas que ayudan en casos de catarros y gripes​”. También, “su acción antibacteriana y antioxidante podría ayudar a prevenir infecciones y problemas gastrointestinales”​.

En cuanto a la prevención de enfermedades, la nutricionista recalca que “no hay una evidencia de que pueda prevenir enfermedades”.

El azúcar de la miel

En base a lo que señalan las expertas, podemos decir que la miel sí es una ayuda frente a la tos y el dolor de garganta, sin embargo, su elevado contenido en azúcares hace que muchas personas no la tomen por miedo a engordar y porque creen que es insana. En este sentido, Cachafeiro recuerda que “aunque la miel es alta en azúcares, esto no significa que sus propiedades saludables se pierdan. Los azúcares presentes en la miel, como la fructosa y la glucosa, que son fácilmente absorbibles y proporcionan energía rápida”.  

Eso sí, como en todo, “hacer un consumo excesivo puede contrarrestar esos beneficios, contribuyendo a problemas como el aumento de peso y niveles altos de azúcar en sangre”, apunta la nutricionista. Por tanto, se recomienda moderación para aprovechar sus propiedades sin efectos adversos. 

“Es importante consumirla con moderación, ya que un consumo excesivo puede llevar a un aporte calórico y de azúcares elevado y, por tanto, efectos no deseados como el aumento de peso​, la diabetes tipo 2 o el hígado graso. La clave está en equilibrar el consumo y aprovechar los beneficios adicionales de los compuestos bioactivos presentes en pequeñas dosis de miel”. 

Cantidad de miel recomendada al día

En cuanto a la cantidad recomendada, las expertas señalan que no hay una cantidad específica recomendada de miel al día, pero “debido a su alto contenido en azúcares, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que los azúcares añadidos, incluida la miel, no superen el 10% de la ingesta calórica diaria”, indica la farmacéutica. En opinión de la nutricionista, “una cantidad moderada de miel sería la de una o dos cucharaditas (10-20 gramos) al día”. 

Esto “suele considerarse seguro y saludable para la mayoría de las personas”, informa Herrero. Como apunta Cachafeiro, “consumir pequeñas dosis diariamente puede ser beneficioso, siempre y cuando se ajuste a las necesidades calóricas individuales y no se abuse de ella”. 

¿Quiénes no deberían tomar miel?

Hay ciertos grupos de personas que deben evitar la miel como “los bebés menores de 12 meses, por el riesgo de botulismo, una infección grave causada por esporas bacterianas que el sistema digestivo inmaduro de los bebés no puede manejar”, informa Cachafeiro​. 

Además, “las personas con diabetes deben tener cuidado con su consumo, ya que la miel puede elevar los niveles de glucosa en sangre”. Si bien puede ser incluida en pequeñas cantidades bajo supervisión médica, “es importante que ajusten sus dosis de insulina en consecuencia”. Además, tampoco podrán consumir miel las personas que tienen “alergias al polen o a los productos derivados de las abejas ya que podrían tener reacciones alérgicas si la consumen”.

Fuente: cuidate plus