mocos
  1. Joanna Guillén Valera

La mucosidad junto con la tos son los síntomas más molestos de los resfriados y de las enfermedades respiratorias. Tener muchos mocos hace que nos cueste respirar y que tengamos sensación de ahogo constante, sobre todo por la noche. Sin embargo, eliminarlos no es tarea fácil aunque hay cosas que podemos hacer para notar mejoría. Desde la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), Ester Marco, especialista en Rehabilitación Respiratoria, ofrece una serie de consejos y recomendaciones dirigidas a expulsar los mocos y mejorar las molestias. 

¿Por qué aparecen los mocos? 

Aunque el frío en sí no es la causa directa de estas infecciones, sí crea condiciones que favorecen la transmisión de virus. Entre los factores que incrementan el riesgo se encuentran la baja humedad, la permanencia en ambientes cerrados y una posible disminución temporal en las defensas inmunológicas del organismo. En este contexto, es común que la congestión nasal y la acumulación de mucosidad se conviertan en síntomas molestos y persistentes para muchos adultos.

En muchos casos, el exceso de mucosidad se produce como respuesta del cuerpo ante irritantes, como el polvo, el humo, o infecciones virales. “La mucosidad es una barrera defensiva que ayuda a atrapar partículas y microorganismos, protegiendo las vías respiratorias. Sin embargo, cuando se produce en exceso, puede acumularse, dificultando la respiración y favoreciendo la congestión”, señala Marco. 

Además de la incomodidad que provoca tener tanto moco, la acumulación excesiva de mucosidad puede tener otras consecuencias. La Sermef advierte que “cuando el moco se espesa o no se expulsa adecuadamente, puede obstruir las vías respiratorias, generando síntomas como dolor de cabeza, presión en el pecho, tos y malestar general”. En algunos casos, apunta la experta, “la congestión prolongada puede derivar en infecciones secundarias, como sinusitis bronquitis, al impedir que las vías respiratorias se mantengan despejadas”. Entonces ¿qué se puede hacer para aliviar y evitar estas infecciones más graves? 

5 ejercicios que ayudan a combatir la congestión

Para mejorar la respiración y aliviar la congestión, los expertos de la Sermef recomiendan una serie de ejercicios respiratorios que, junto a hábitos saludables, pueden facilitar la eliminación de la mucosidad y mejorar el bienestar general:

1. Respiración diafragmática

Este ejercicio consiste en colocar una mano en el abdomen y otra en el pecho. Inhalando profundamente por la nariz y exhalando por la boca, se consigue una expansión adecuada del abdomen, lo que ayuda a relajar los músculos respiratorios y a movilizar la mucosidad. “Es una técnica sencilla que cualquier persona puede realizar y que facilita una mejor ventilación de las vías respiratorias”, explican desde Sermef.

2. Tos controlada

Con una inhalación profunda y una ligera retención de aire, este ejercicio permite despegar la mucosidad mediante una tos controlada. Es ideal para aliviar la congestión en las vías respiratorias altas. “Este ejercicio es muy útil para las personas con exceso de mucosidad, pues ayuda a despejar las vías respiratorias de forma segura y controlada”, describe Marco.

3. Respiración en labios fruncidos

Este método, que se realiza exhalando lentamente con los labios fruncidos, ayuda a mantener abiertas las vías respiratorias, facilitando una respiración más profunda y reduciendo la sensación de opresión en el pecho. Según la Sermef, “esta técnica es especialmente útil para quienes sienten dificultad para respirar debido a la obstrucción de las vías respiratorias”.

4. Técnicas de drenaje postural

Utilizando la gravedad, este método consiste en adoptar distintas posturas (como inclinarse hacia adelante o hacia un lado) mientras se respira profundamente. Esta técnica ayuda a que la mucosidad se desplace hacia las vías respiratorias superiores. “El drenaje postural es muy efectivo en casos de congestión bronquial, ya que permite movilizar la mucosidad”, explica la portavoz de Sermef.

5. Inhalación de vapor

La exposición al vapor, ya sea en una ducha caliente o mediante la inhalación sobre un recipiente de agua caliente, es una técnica sencilla para aflojar la mucosidad y aliviar la congestión. “Inhalar vapor es una medida accesible y efectiva para reducir la densidad del moco y facilitar su eliminación”, recomiendan desde Sermef.

El color del moco

A diferencia de lo que la gente pueda pensar, el color del moco no está tan relacionado con el tipo de infección como con la evolución del proceso respiratorio que estamos teniendo. Como informa Lucía Galán, pediatra, en su libro Los virus no entran por los pies, “los mocos inicialmente son transparentes pero a medida que pasan los días, se vuelven blanquecinos”. 

Si la infección sigue inflamando la mucosa, “adquieren un color amarillo pálido y si dura unos días más, se harán amarillo mostaza terminando por ser verdes botella casi musgo”, describe. Si la infección avanza, “el moco puede pasar a un verde más oscuro, verde militar hasta llegar al verde radiactivo que es el que hace saltar las alarmas”. Esta es la evolución natural de los mocos. En base a esto, señala la experta, “el color del moco tampoco determina si necesitamos antibiótico, es más, la inmensa mayoría de las infecciones respiratorias que provocan mocos son víricas y estos no se tratan con antibióticos”. 

Lo que sí se tiene que tener en cuenta es que “si los mocos verdes duran más de dos semanas, son muy malolientes, existe fiebre o dolor intenso en la frente o la cara a ambos lados de la nariz, sí hay que consultar con el médico ya que, hay veces que el resfriado comùn se puede complicar con una sinusitis aguda que sí precisa de antibióticos”, informa la pediatra. 

Consejos para evitar resfriados

En cuanto a qué podemos hacer para prevenir los resfriados, la sociedad de rehabilitación recuerda las medidas básicas:

  • La higiene correcta de manos, lo que ayuda a evitar infecciones
  • La ingesta regular de agua para mantener la mucosidad delgada y fácil de expulsar
  • Evitar el contacto con irritantes como el humo y el polvo
  • Hacer lavados nasales para favorecer la eliminación de las secreciones nasales y deshacer el moco espeso.
  • Intentar mantener la humedad en las habitaciones entre el 40-60%
  • Realizar ejercicio físico general ya que puede mejorar la función respiratoria y la capacidad de expulsar mucosidades al estimular la actividad de los músculos respiratorios. 

Fuente: cuidate plus