El fenómeno incel en los adolescentes

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Claves para entender el fenómeno incel, según la psicología

El fenómeno incel vuelve a estar de actualidad por la serie de televisión ‘Adolescencia’. Más allá de sus connotaciones sociológicas, se han descrito algunos rasgos psicológicos que caracterizan a los hombres que se sienten identificados con este movimiento.

Hombre apretando el puño
  1. María Sánchez-Monge

La serie Adolescencia ha vuelto a poner sobre la mesa a los incels, acrónimo de involuntary celibate (célibe involuntario). Los psicólogos y expertos en comunicación llevan años advirtiendo sobre las consecuencias del avance de esta subcultura. Según informa la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), “estos grupos de hombres se caracterizan por una fuerte frustración hacia las relaciones afectivas y sexuales, a menudo canalizada en discursos misóginos y antifeministas”. 

Sin embargo, no siempre fue así. El término incel se acuñó en un principio para describir a los hombres que no logran encontrar pareja romántica o sexual a pesar de desearlo. Por lo tanto, se consideraba como una autodescripción neutral que adoptaban algunos jóvenes en las comunidades de redes sociales, generalmente vinculada a sentimientos de soledad, rechazo social o frustración, pero sin ir más lejos.

Con el tiempo, especialmente a partir de 2010, lo incel se fue convirtiendo en un movimiento más relacionado con la rabia u odio hacia las mujeres que, supuestamente, son las culpables de esa ausencia no deseada de relaciones sexuales o románticas.

Movimiento incel y violencia

Aunque muchos incels simplemente inundan las redes con sus comentarios, este movimiento tiene también un lado oscuro, simbolizado por actos de violencia que han tenido algunos momentos especialmente críticos. En 2014, Elliot Rodger, de 22 años de edad, se convirtió en un héroe de la ideología incel. Después de asesinar a 6 personas en Estados Unidos, describió sus motivaciones en un vídeo que subió a YouTube (que posteriormente fue retirado por la plataforma digital), en el que manifestaba su deseo de castigar a las mujeres por rechazarlo y a los hombres sexualmente activos por vivir una vida mejor que la suya. 

En 2018, Alek Minassian, de 25 años, asesinó en Canadá a 10 personas, a las que atropelló con una furgoneta. Dejó un mensaje en Facebook en el que se podía leer: “¡La rebelión incel ya ha comenzado! ¡Derrocaremos a todos los Chads y Stacys! ¡Saluden al supremo caballero Elliot Rodger! En la jerga incel, los Chads son los hombres atractivos y con éxito social y las Stacys sus equivalentes femeninas.

Perfil psicológico de los incel

Según los expertos de la UOC, “el movimiento incel tiene sus raíces en distintos factores sociales y psicológicos”. Lo que lleva a un individuo a abrazar esta ideología es, en muchos casos, “la falta de habilidades sociales, combinada con experiencias de rechazo y una frágil autoestima”, lo que “contribuye a la consolidación de este sentimiento de marginación”. Esto, “sumado a una cultura que todavía perpetúa modelos de masculinidad rígidos, genera un terreno propicio para que estos individuos atribuyan su situación a fuerzas externas, en lugar de hacer frente a sus propias inseguridades”.

Una investigación publicada en 2022 en la revista Evolutionary Psychological Science reveló que el 75% de quienes se identificaban como incels tenían un diagnóstico clínico de depresión grave o moderada y el 45% sufrían ansiedad grave. Además, un estudio elaborado recientemente por la Comisión para la Lucha contra el Extremismo del Ministerio de Interior del Reino Unido ha realizado una encuesta a 561 hombres que se identifican como incels y ha detectado altos niveles de percepción de victimización, ira, misoginia y problemas de salud mental entre los participantes.

En palabras de Aleix Comas, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, muchos de los hombres que se identifican como incels «presentan dificultades para establecer relaciones sociales y afectivas, a menudo por baja autoestima y problemas de ansiedad social, lo que los lleva a culpar a las mujeres de su situación». 

Difusión del movimiento incel en internet

Un factor clave, según Anna Clua, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, es la influencia de otras tendencias sociales más ampliamente difundidas. «El discurso incel se ha integrado en una narrativa más amplia de extrema derecha, antifeminismo y supremacismo masculino. Esto hace que el problema no sea solo de unos pocos individuos, sino de una estructura social que da cabida a estas ideas», explica.

Joven usando un ordenador portátil

Hay que tener en cuenta que, aunque los incels no son una organización formal, su actividad se concentra en foros y comunidades digitales, donde comparten experiencias y consolidan un ideario basado en la victimización y la rabia hacia las mujeres. Su discurso se refuerza en espacios virtuales como Reddit, 4chan y distintas plataformas de la llamada machosfera, que es un grupo difuso de influencers y creadores de contenidos audiovisuales que defienden una identidad masculina que consideran amenazada. «Las redes sociales han sido clave para la expansión del imaginario incel», corrobora Clua. «El hecho de poder expresarse con total impunidad y sin fronteras otorga una sensación de heroicidad que atrae la atención».

Cómo frenar este fenómeno

Los expertos de la UOC se refieren a la necesidad de afrontar el fenómeno incel desde múltiples perspectivas. Para empezar, “la educación emocional es clave para que estos individuos aprendan a gestionar sus frustraciones de forma más sana y no caigan en dinámicas de odio y resentimiento”, resalta Comas. También considera conveniente promover una masculinidad alternativa, menos ligada a estereotipos de poder y dominación.