Pese al aumento de las prepagas seguirá habiendo copagos

Un aspecto que en algunos afiliados a las prepagas podría aflojar el malestar de las notificaciones de aumentos del 40% o más en las cuotas sería saber que el esfuerzo de bolsillo se traducirá, al menos, en una mejora para los médicos y otros prestadores de la salud. Hace meses que estos profesionales visibilizan públicamente los bajos montos que perciben y, en algunos casos, entre 45 y 120 días después de facturar la prestación brindada. Como se verá, en el binomio prepagas-prestadores hay poco consenso sobre si ese «derrame» está ocurriendo.

Uno de los argumentos de las prepagas para justificar el 40% de aumento que recayó en los afiliados es que así, entre otros aspectos, podrán normalizar los honorarios que les pagan a sus prestadores, lo que aplacaría el problema de los copagos ilegales o bonos adicionales -según el eufemismo que se prefiera- que recaen en los pacientes. Sin embargo, esa ecuación por ahora no parece estar garantizada.

Claudio Belocopitt, director de la Unión Argentina de Salud (UAS, entidad que nuclea a buena parte de las prepagas, entre otros actores) vino asegurando en los medios el alivio que generaría en el sector la desregulación de las cuotas establecida en el decreto del Presidente Javier Milei el 20 de diciembre. Esa suba, remarcó, redundaría en los honorarios de sus prestadores.

El tema es que mientras las prepagas aseguran haber consensuado para enero un alza de los honorarios del 36%, las repercusiones reales de ese porcentaje son variopintas.

Unos, los médicos, afirman no haber recibido ninguna notificación de un aumento semejante. Otros, las asociaciones que nuclean establecimientos como sanatorios o centros de diagnóstico (también formalmente “prestadores”), plantean -según el caso, con mayor o menor simpatía- que las prepagas les impusieron ese porcentaje de manera inconsulta, sin una adecuada negociación.En los centros de diagnóstico recibieron un aviso de aumento del 36 por ciento en las prestaciones. Foto: AFPEn los centros de diagnóstico recibieron un aviso de aumento del 36 por ciento en las prestaciones. Foto: AFP

Y se dividen en dos grupos: los que esperan pelear el 36% impuesto para los aranceles que se facturen en enero, y los que aceptarán el 36% pero confían en lograr una negociación para los meses por venir.

Los más complicados, parece, siempre son los médicos de cartilla, a quienes no solo les tocan -en muchos casos- honorarios que por consulta no alcanzan para un repelente de mosquitos, sino que el cobro, según la prepaga de turno, puede tener un desfasaje de hasta 120 días.

Hay tanto historias de, por ejemplo, psicólogos que este martes aseguraban haber recibido notificaciones por un aumento de menos del 10%, como otros que confirman no haber recibido notificación alguna.

También abundan los relatos como el de un gastroenterólogo que trabaja para dos clínicas de zona norte, a través de las cuales cobra lo facturado a varias prepagas para las que trabaja: “La situación es caótica, alarmarte y deprimente. Estamos cobrando un bono no retribuible, lo que obviamente enoja a los pacientes, pero a mí me denigra como médico cobrar una consulta a 120 días. En este momento estoy esperando que me paguen, a fines de enero o febrero, lo que facturé en octubre”.

Son consultas que, detalló a Clarín, promedian los 3.000 pesos. El mejor caso es de 5.425 pesos. El peor, de 2.425,63 pesos. “A esa prepaga le decimos ‘el vino de la casa‘”, ironizó, y dijo: “A esos honorarios descontales el 20% que me retiene el sanatorio, el 5% que retiene la caja de la Provincia, el 35% que le pago a la AFIP porque soy responsable inscripto y la inflación cuatrimestral. Finalmente, con una consulta no cargo ni medio litro de nafta”.

Prepagas y aumentos en salud: qué dicen los prestadores

Clarín diálogo con los voceros de tres entidades de medicina prepaga, uno de los cuales dio su nombre: Hugo Magonza, director general del CEMIC.Hugo Magonza, director general del CEMIC, reconoció que "los prestadores necesitan más aumento".Hugo Magonza, director general del CEMIC, reconoció que «los prestadores necesitan más aumento».

Además, se charló con Jorge Cherro, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA); con Marcelo Kaufman, presidente de la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM); con Jorge Iapichino, referente de la Confederación Médica Argentina; con referentes de la Asociación Médicos de la Actividad Privada de la ciudad de Buenos Aires (AMAP), y se suman el gastroenterólogo, una pediatra, un traumatólogo y un clínico, todos en cartillas de distintas compañías y que atienden tanto en consultorio particular como en centros específicos.

Hay que aclarar que el 36% de aumento sale de una decisión de no innovar, por lo menos en el primer mes tras el sorpresivo decreto desregulador de Milei.

Magonza lo explicó: “Se decidió mantener la misma manera de traslación que se acordó con el gobierno anterior, mientras las cosas se acomodan durante enero”. Se refirió, así, al cálculo de aumento acordado durante la gestión de Alberto Fernández, según el cual, médicos e instituciones perciben el 90% de lo que a su vez se aplica como ajuste a los afiliados. En otras palabras, 36% es el 90% de 40%. ¿Es un monto razonable?

Médicos y prestadores de las prepagas, en un delicado equilibrio

Magonza reconoció que “los prestadores precisan más aumento”, pero aclaró que “no se va a poder hacer todo junto. Los medicamentos de alto precio tienen un peso enorme y se rigen por el dólar, que pasó de menos de 400 pesos a más de 800. Todos están relegados, tanto prestadores como financiadores”, se lamentó.

Bien lo sabe Jorge Iapichino, de la Confederación Médica Argentina: “Se habla mucho de los honorarios pero no se concreta nada. Encima, los honorarios de las obras sociales están atados a las paritarias del sector. Es lamentable y los médicos continúan con el cobro al paciente para conformar un honorario digno. Esa es la realidad general, aunque cada provincia tenga sus particularidades”. Estimó que “para salir lentamente del cobro a los pacientes, el aumento de la consulta no debería ser menor al 100%”.

Magonza admitió que 36% no es una cifra que conforme a todos: “Hay prestadores que están pidiendo un 48%. Depende del grado de ejercicio de posición dominante de cada uno”.

ADECRA es una de las instituciones que por ahora no acepta el 36%, contó Jorge Cherro, su presidente, tras aclarar que no dialogaron con las prepagas todavía, a la espera de una reunión interna, este miércoles: “Fue por prudencia, hasta conocer la opinión de nuestros principales prestadores. Ellos (por la UAS) estaban apurados para sacar la carta con el aumento. Y para el futuro (las prepagas) quieren imponer traslados muy por debajo de lo que ellos aumentan. Por eso me interesa ver qué se planteará para enero y también después”.

Marcelo Kaufman, de CEDIM (institución que trabaja codo a codo con ADECRA, pero que se diferencia por su política arancelaria), explicó que, en principio, aceptan el 36%, aunque “febrero está sujeto a negociación”.

La salud, atada con alambre

Hay gran cautela en el sector. Hace años las cuotas de las prepagas están atadas a las políticas del Gobierno y tanta libertad genera, quizás, su propio riesgo de caos. “La salida de la regulación absoluta tiene que ser ordenada para todos. Desde el sector prestador ambulatorio creo que para el primer mes es un escenario razonable”, comentó Kaufman, en alusión al 36%.

Sin embargo, en AMAP, asociación que representa a unos 35.000 profesionales de la salud del sector privado de CABA, aseguran no haber recibido notificaciones de aumentos comparables al 40%. En cuanto a los médicos en relación de dependencia, “ni siquiera del 1%”, ratificaron.

Al cierre de estas líneas era difícil entender si por el Año Nuevo varias prepagas no habían llegado a emitir las correspondientes notificaciones del 36% para los médicos, cuestión que se desambiguará en los próximos días.

Por lo pronto, “esta semana habrá varias reuniones y febrero está abierto a la negociación”, resaltó Kaufman, cuestión que -no puede eludirse- redundará a su modo en las cuotas. “Tendremos mucho para competir y negociar”, apuntó el referente de CEDIM, y concluyó: “Será difícil”.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/pese-aumento-prepagas-riesgo-siga-copagos_0_4V2R3n2aqx.html