Por falta de dentistas en prepagas, hay largas colas en Odontología de la UBA
En septiembre pasaron más de 300 personas por día por la guardia de la facultad. Es porque conseguir turno por obra social es cada vez más difícil. Y los costos, mayores.
Es martes a las once de la mañana y la fila en la guardia de la Facultad de Odontología llega hasta la calle. Hay al menos 30 personas esperando ser atendidas por la sede de urgencia en la Universidad de Buenos Aires. La misma imagen se viene repitiendo día tras día.
En la calle, la multitud espera por distintas razones. Algunos necesitan una limpieza, otros cirugía, algunos fueron por caries, y otros simplemente para hacerse un control. La mayoría viajó desde provincia para atenderse. Y muchos se acercaron a pesar de tener obra social o prepaga.
Patricia Bejarano (49) viajó desde Merlo para que le hagan un control general. A pesar de tener una prepaga a través de su monotributo, optó por la guardia porque quería una atención pronta y ahorrar un poco de dinero. “Tenés obra social, la presentás, pero después no te cubre nada”, dice Bejarano. “Es mi alquiler o esto”, afirma.
Cuando Bejarano se atendía a través de su prepaga, por cada extracción de molar le cobraban alrededor de 3.500 pesos y cuando regresó por un arreglo, le cobraron 7.000 pesos.
Ahí es cuando se metió en Instagram y encontró un informe de un odontólogo de la guardia en la Facultad de Odontología. Cuando fue, le terminaron cobrando solo 1.600 pesos por el examen inicial y la radiografía.
En la fila hay muchos testimonios similares a los de Bejarano. Zulema Fernández (65) viajó desde Berazategui y ahora espera que la atiendan: “No tengo respuesta ni en PAMI ni en la Municipal de Berazategui, entonces tengo que venir acá. Varias veces vine y me han respondido y atendido”.
Fernández tuvo que recurrir a la guardia porque tenía un implante mal hecho y una caries que estaba mal arregladas. Le dolía la boca y no conseguía un turno rápido a través de su obra social.
“Tengo turno recién para diciembre y tengo la boca inflamada. Quería ver que me dicen aquí”, agrega.
Es cada vez más común que personas con cobertura se atiendan en la Facultad de Odontología de la UBA. Muchas veces sus obras sociales les hacen esperar meses para un turno y hoy en día está asumido que van a tener que cubrir algunos de los costos con dinero de sus bolsillos.
La guardia Odontología, en Marcelo T. de Alvear 2125, funciona 24 horas los 365 días del año, incluso los feriados. Durante la pandemia, mantuvo sus puertas abiertas.
Hoy la guardia recibe más de 300 pacientes por día. De acuerdo a un informe realizado por la guardia, en septiembre la Facultad de Odontología recibió a 29.277 pacientes en todos sus servicios (casi mil por día). De ese total, el 53,4% eran del conurbano.
“La queja más grande es la imposibilidad de poder resolver los problemas cerca de sus lugares de residencia. Los pacientes viajan horas para poder llegar a la facultad porque o no hay centros de atención o funcionan pésimo”, explica Silvio Prada, director del servicio de urgencias.
Hay varias razones detrás de este problema. Una que esgrimen los odontólogos es que tienen que invertir dinero en costos directos como herramientas, anestesia, o implantes para poder atender al paciente. Pero también tienen que financiar los costos indirectos como luz, gas y electricidad.
Otra razón tiene que ver con la relación entre el profesional y la cobertura. Al odontólogo, dependiendo de la obra social o la prepaga que le toque, recién le pagan unos tres meses -o más- después de haber atendido al paciente, comenta Daniel Casim, presidente de la Asociación de Odontólogos de la República Argentina.
«En un panorama económico inflacionario, el sueldo que recibe el odontólogo se ve muy devaluado y, después de haber cubierto todos los costos que conlleva manejar un consultorio dental, el profesional se queda con una diferencia mínima.Es matemática pura«, dice Casim y resume: “Todo eso hace que no puedas ejercer porque te desfinanciás totalmente”.
“Me pagan una cirugía de un tumor 15.000 pesos. Yo con 15.000 pesos hoy no hago absolutamente nada”, agrega Casim. “Tengo que reponer indumentaria y no la puedo reponer, no puedo atender a un paciente una hora y media porque no puedo pagarle el sueldo a la asistente”. Otros profesionales deciden comprar indumentaria de una calidad inferior para que sea menos costosa.
“Tenés que renunciar porque o bajás la calidad a punto tal que vas a hacer algo malo, que no lo podés hacer por una cuestión ética y legal, o te fundís porque no podés financiarlo.
Por estas razones hay algunos profesionales que directamente no trabajan con obra social o prepaga y los pacientes tienen que esperar cada vez más para ser atendidos a través de su cobertura, que en muchos casos no cubre el monto total de los costos.
“El gran problema es que terminamos siendo el único centro de atención», concluye Prada. “Tampoco es infinita la cantidad que podemos atender por día. Está claro que las colas que ves son justamente por eso y esa gran demanda termina colapsando algunos de nuestros servicios”.
Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/falta-dentistas-prepagas-crisis-largas-colas-odontologia-uba_0_znskmsMesy.html