¿Por qué a algunas personas les cuesta tanto madrugar?
Existen varias razones por las que levantarse temprano puede ser una verdadera odisea.
Los hábitos de sueño varían dependiendo de la persona, ya sea por sus actividades diarias como por alguna condición médica o trastornos del descanso. Distintos especialistas comentan los problemas que puede traer descuidar las horas de descanso, así como dormir de más.
En general, los especialistas recomiendan dormir entre siete y ocho horas diarias en el caso de los adultos, aunque esto también puede cambiar de acuerdo al individuo. La doctora M. Ángeles Bonmatí, de la Universidad de Murcia en España, autora del libro Que nada te quite el sueño, asegura que «aunque la mayoría de las personas necesitan dormir este tiempo para funcionar bien y para mantener un buen estado de salud, existen casos en los que, por su fisiología, requieren menos«.
En este punto, ella menciona dos categorías: los dormidores de corta duración y los de larga duración. Existen personas que necesitan dormir menos de siete horas y hay otras que necesitan más horas de sueño, debido a su fisiología.Hay personas que necesitan menos horas de sueño, y otras más.
Es por esto, asegura la doctora, que hay personas que tienen más facilidad a la hora de madrugar, mientras que otras tienen más problemas para levantarse temprano.
¿Cómo hacer para madrugar más fácilmente?
Aunque la facilidad de madrugar y la frescura con la que se despierta dependerá de cada persona, hay algunos tips para hacerlo más sencillo. El profesor en el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Stanford Seiji Nishino es el autor del libro El arte del descanso, donde enumera una serie de prácticas que pueden ayudar en este tema.
Uno de los primeros que menciona es «apagar el interruptor de la mente». Esto consiste en realizar actividades monótonas y aburridas en lugar de estímulos visuales a través de pantallas. Algunas opciones pueden ser leer un libro, meditar o preparar la ropa para el día siguiente.
Otro truco es despertarse de a intervalos. Seiji Nishino recomienda programar por lo menos dos alarmas con 20 minutos de diferencia: una en el horario en el que deberías levantarte y otra veinte minutos antes. Esto se debe a que la fase REM del sueño (dormir ligero, con sueños y movimientos oculares) ocurre en ese período desde la fase anterior (fase no REM).
El método del doctor Nishino para lograr un sueño reparador pasa por darse un baño caliente unos 90 minutos antes de acostarse para aumentar la temperatura corporal y que luego vaya ajustándose para acoplarse a nuestro primer ciclo de sueño.
Y como la calidad del sueño se ve inducida por una disminución gradual de la temperatura interna, el investigador insta a usar un pijama transpirable y no usar muchas mantas ni abrigarse mucho. ¡Y mucho menos acostarse con medias! De hecho, la ciencia asegura que para la salud es mejor dormir en una habitación fría.
Por último, otro método muy efectivo para bajar la temperatura de la piel y contribuir a despertarnos y despejarnos es lavarnos la cara con agua fría, que refresca –física y mentalmente– de inmediato.
Fuente: https://www.clarin.com/internacional/-personas-cuesta-madrugar-_0_wk2mI3TRwD.html