Por qué duelen las rodillas cuando va a llover

Muchas personas experimentan esta correlación especialmente aquellas que padecen artritis o reumatismo. ¿A qué se debe este efecto? Algunos estudios desvelan por qué se puede producir este dolor cuando el clima cambia

Hombre con dolor de rodillas
  1. Marta Villalba

Algunas personas se quejan de dolores en la rodilla, el codo y en general en las articulaciones cuando está a punto de llegar la lluvia. No se trata de una simple creencia popular: varios estudios analizaron este fenómeno y concluyeron que la meteorología sí tiene un efecto en la salud de las articulaciones.

“El dolor en las rodillas antes de un cambio en el clima, como la llegada de la lluvia, es una queja común entre algunas personas, especialmente aquellas con afectación articular preexistente como la artrosis que se produce con el envejecimiento y por el desgaste de las articulaciones. La explicación más plausible para este fenómeno se podría relacionar con los cambios en la presión barométrica”, explica la doctora Raquel Almodóvar González, a portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y coordinadora del proyecto ReumaFIT. 

Las últimas investigaciones, apunta la especialista de la SER, sugieren que ciertas condiciones del tiempo pueden afectar más a algunas personas, porque la presión atmosférica baja puede coincidir con mayor humedad y modificar la presión intraarticular causando dolor. 

Además, “se ha observado que tanto el frío como la presión pueden alterar la viscosidad del líquido sinovial. Se trata de un líquido cuya función es lubricar las articulaciones y actuar de amortiguador ante posibles traumatismos o roces entre articulaciones. Si el líquido sinovial se apelmaza, este pierde sus propiedades y se puede dar más rigidez y fricción articular”, subraya la especialista, quien advierte que hay otros estudios que no han confirmado esa asociación. 

Este fenómeno no está completamente comprendido y no todos los individuos con afecciones articulares experimentan estos síntomas. La percepción del dolor también puede estar influenciada por factores subjetivos y psicológicos”, puntualiza Almodóvar. En la misma línea se expresa Javier Alonso,  entrenador personal online y readaptador de lesiones: “Hay estudios que han demostrado que hay cuerpos o articulaciones a las que estos cambios de tiempo sí que les afectan negativamente y les producen ese dolor, pero hay personas a las que no”.

 No obstante, Alonso coincide con la especialista de la SER en que una de las causas es el cambio en la presión atmosférica. “Se entiende que los fluidos y de la articulación se expanden cuando la presión atmosférica es baja y esto produce dolor o molestias”. Y pone otro ejemplo en el que también sucede este mecanismo: personas que bajan del avión después de un viaje largo y también sienten molestias por la presión.

Frío y humedad

Alonso añade que el frío y la humedad también incrementan el dolor en las articulaciones: “De hecho, a personas con artritis reumatoide, enfermedades inflamatorias, autoinmunes y demás se les recomienda que intenten, en la medida de lo posible, vivir en zonas que sean todo lo contrario, que sean cálidas y secas para evitar esas crisis de dolor articular”. Según la experiencia de Alonso en su consulta, “el cambio de tiempo causa molestias no solo en personas con enfermedades como artritis reumatoide, sino también con lesiones musculoesqueléticas, de menisco, recién operadas, por ejemplo de ligamento cruzado, o con esguinces.

Recomendaciones para mitigar el dolor 

Lo primeros que debe hacer una persona sería acudir al médico para valorar primero qué tipo de molestia padece y qué patología tiene la persona. “No es lo mismo una persona que ha tenido una lesión de tobillo o una lesión de rodilla o que la han operado que una persona que tiene una enfermedad como una artritis”. 

No obstante, además de tomar analgésicos, también podrían ser convenientes estas medidas, según Alonso: 

  • Aplicar calor en la zona dolorida 
     
  • Utilizar una rodillera 
     
  • Mantenerse lo más activo posible 
     
  • Caminar

Fuente: cuidate plus