¿Qué es la lumbalgia mecánica?
El dolor de las lumbares es de lo más habitual. De hecho, es la principal causa de discapacidad en el mundo. El sedentarismo y la falta de actividad tienen mucha culpa de la aparición de la lumbalgia. Te contamos qué ejercicios puedes hacer para combatirla
A casi todo el mundo le ha dolido la espalda en algún momento de la vida. La lumbalgia se produce cuando aparece dolor en la parte inferior o baja de la espalda (de L1 a L5), es decir, entre el límite inferior de las costillas y el de las nalgas. Según la Organización Mundial de la Salud, es la principal causa de discapacidad en el mundo y es más habitual en las mujeres.
La causa más frecuente de dolor lumbar (lumbalgia) es la lumbalgia mecánica, según BarnaClinic, del Hospital Clínico de Barcelona. “Se trata de una patología muy común en personas entre 30 y 60 años. Por otro lado, es la principal causa de limitación de movimientos en personas menores de 45 años y la alteración musculoesquelética más común entre personas de más de 65 años”, explican desde el blog de BarnaClinic.
Francisco M. Kovacs, director de la Unidad de Espalda del HLA Hospital Universitario Moncloa y de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (Reide), explica a CuídatePlus, que “la lumbalgia mecánica se debe a una alteración o una afección de las estructuras de la columna y no a una enfermedad sistémica, como un cáncer o una infección que se manifiesta en la espalda”.
Tipos de lumbalgia mecánica
El 4% de los casos de dolor lumbar se debe a alteraciones de la columna, como hernias discales o estenosis espinales. “Muchas personas sanas tienen hernias discales o imágenes radiológicas de estenosis espinal que si no irritan o comprimen un nervio resultan irrelevantes”, añade Kovacs. Cuando producen síntomas en los nervios aparece se puede presentar:
- Dolor lumbar.
- Dolor irradiado a la pierna.
- Ocasionalmente la pérdida de fuerza, de sensibilidad y, a veces, del control de esfínteres.
Los casos más habituales, a los que pertenecen el 96% de los pacientes, y que se denominan inespecíficos, están provocados por mal funcionamiento de los músculos, los ligamentos y los tendones.
¿Por qué aparece la lumbalgia mecánica?
Ese mal funcionamiento de las partes blandas puede deberse a esfuerzos repetidos, como sería el caso de una sobrecarga funcional, por ejemplo, en trabajadores. O en el extremo contrario, se deben a la gran cantidad de tiempo que se pasa frente al ordenador combinado con el estrés y el mantenimiento de posturas fijas.
“La causa más frecuente es la falta de coordinación entre la potencia y la resistencia de la musculatura. En condiciones normales una de las misiones de la musculatura de la espalda y de los grupos musculares que tienen que ver con ella, como los abdominales, los glúteos, etc., es mantener la espalda recta y el equilibrio cuando nos movemos”, explica Kovacs.
Con cualquier movimiento, la musculatura del cuerpo tiene que trabajar en grupo y para ello requiere potencia, resistencia y coordinación que debe entrenarse de forma constante. Así pues la actividad del cuerpo va más allá de la mera estética sino que mantener un cuerpo fuerte y tonificado nos ayuda a cualquier actividad del día a día y a mantenernos sin dolor. “Cuanto más físicamente activos estemos y más potente y resistente sea la musculatura menos riesgo de que haya un episodio doloroso y si aparece será más breve, aunque no necesariamente menos intenso”.
Ejercicios para el dolor lumbar
Por tanto, hay que tener claro que la principal medida preventiva para el dolor lumbar es el ejercicio. ¿Cuál es el más adecuado? Kovacs explica que en personas sanas lo más importante es que hagamos el ejercicio que más nos guste con tal de que lo mantengamos. Lo importante es moverse, huir del sedentarismo y del sofá.
En personas con dolor crónico que ya cuentan con desequilibrios musculares, lo ideal es que un profesional valore qué grupos musculares están más tensos, debilitados o acortados y determine qué ejercicio es el más adecuado.
Para el resto de los mortales, “no hay que hacer ejercicio que desencadene el dolor o aumente la intensidad del dolor si ya ha aparecido. Cualquier cosa que mantenga el riego muscular y la movilidad de la musculatura de la espalda, es decir, cualquier ejercicio, es mejor que ninguno”, añade Kovacs.
Empezar a hacer ejercicio
No vale empezar a levantar pesas en el gimnasio sin medida. Si no estamos entrenados hay que empezar por el principio y comenzar a mover y a trabajar la musculatura. Por ejemplo, hacer sentadillas con peso si no hay una musculatura desarrollada puede no ser buena idea. Antes de hacer cosas que puedan suponer un reto hay que prepararse.
Lo ideal es ganar primero forma física, ya sea yendo al gimnasio, haciendo tablas, empezando a hacer Pilates, Tai Chi… y cuando la musculatura esté ya más trabajada ampliar a otras disciplinas. “Los deportes que obligan a hacer torsiones rápidas con flexoextensión generan un riesgo un poco mayor para la dolencias de la espalda, pero si el individuo está bien musculado no hay nada que esté prohibido”.
Riesgo del dolor lumbar
El 80% de los episodios de dolor lumbar se resuelven solos en menos de 14 días. En el resto de los casos hay posibilidades de que dure hasta tres meses lo que implica que aumenta el riesgo de que se cronifique y no se cure de manera espontánea.
“Los tratamientos médicos están orientados a que el episodio sea menos limitante, menos doloroso y más llevadero”, así como a que se resuelva pronto y no se convierta en crónico.
Bibliografía
- Guía de Práctica Clínica lumbalgia inespecífica. Versión española de la Guía de Práctica Clínica del Programa Europeo COST B13.
- Blog Barnaclinic+. Dolor lumbar, ¿qué puede ser?
- Organización Mundial de la Salud. Lumbalgia.
Fuente: cuidateplus