Qué hacer si te pusieron algo en la bebida
En los casos de violación en los boliches de Palermo y Morón, las víctimas denunciaron que fueron “intoxicadas”. Cómo actuar ante una sospecha.
Droga líquida o en polvo en un trago. Las víctimas, en su amplia mayoría mujeres, lo toman engañadas y pierden el conocimiento. Luego son abusadas sexualmente. El dramático relato se repite. Quienes lo sufrieron en carne propia manifiestan haber sentido mareos, confusión y un efecto sedativo que, en algunos casos, incluso las llevó a quedar «en blanco». Solo esta semana se conocieron dos casos: uno en el boliche Pinar de Rocha, donde violaron a una chica de 14 años, y el otro en Crobar, en el que dos jóvenes de 17 años fueron abusadas.
La burundanga (o escopolamina) es una de las drogas que se utilizan con este fin. La otra posibilidad es que a una bebida le agreguen benzodiacepinas, sostienen los especialistas consultados, que cuentan detalles sobre estas sustancias y explican cómo actuar frente a la intoxicación.
Francisco Dadic, que es médico toxicólogo y cubre guardias nocturnas en el Hospital Durand, asegura que suele recibir consultas por este tema. “Son en su gran mayoría mujeres las que se acercan. Manifiestan sentirse mareadas y varias sospechan que les pusieron algo en la bebida. En general, se les hace un examen de orina en busca de algún sedante. Para chequear la existencia de burundanga se necesitan reactivos que no siempre están disponibles”, comenta.
Dice que esto también ocurre en clínicas privadas y que las personas que ingresan por guardia suelen quedar en observación por unas horas, hasta que pasa el efecto.
Una adolescente de 14 años fue abusada sexualmente cuando fue al boliche Pinar de Rocha, en Morón, según denunció su madre. Foto Rolando Andrade Stracuzzi
Sobre la burundanga, Dadic explica que su nombre técnico es escopolamina y que provoca una “sumisión química”.
Y agrega: “Se trata de un alcaloide derivado de dos plantas tóxicas y alucinógenas: de la brugmansia y la datura o chámico. Si bien las plantas están disponibles en Argentina, las personas que utilizan esta droga con fines delictivos, compran directamente la sustancia sintetizada en el mercado ilegal”, afirma Dadic.
Los efectos terapéuticos son pocos y muy específicos: sirve para disminuir secreciones en los bronquios asociadas a algunas patologías oncológicas y también se utiliza para dilatar las pupilas en ciertas cirugías oculares, según detalla el toxicólogo del Durand.
“En el resto de los casos, se usa con fines delictivos y el mercado es muy acotado”, sigue. Estima que seguramente exista algún laboratorio clandestino que sintetice esta droga en el país y que también puede que se importe ilegalmente.
La burundanga puede suministrarse en polvo o líquido y es muy difícil darse cuenta si alguien la mezcló en una bebida.
Su presentación es líquida o en polvo y si se suma a una bebida con alcohol resulta imperceptible. “No tiene ni un sabor ni un aroma particular, tampoco modifica el color del trago”, resalta. Aunque advierte que hay un primer momento de “embriaguez excesivo” previo a la sedación en el que la víctima puede llegar a reaccionar y pedir ayuda.
“La sensación inicial se puede confundir con un elevado consumo de alcohol. Pero hay casos en los que la persona llega a darse cuenta por sentir mareos luego de ingerir muy poca cantidad de alcohol o incluso después de tomar una gaseosa o agua”, precisa Dadic, que indica que, en general, puede haber un lapso de 20 minutos entre el cuadro de inestabilidad tras consumir la droga y la sedación.
“En ese período, ante la duda o sospecha hay que avisar a una persona de confianza para recibir asistencia y alejarse de la situación de riesgo”, destaca el médico.
¿Existe la intoxicación por contacto?
En tanto, aclara que, a diferencia de lo que se suele escuchar, la intoxicación por burundanga al tacto es muy improbable. “Es un mito que te pueden drogar tocándote o dándote un papel. La droga debería estar en contacto con la piel por un tiempo prolongado. No es algo inmediato”, agrega Dadic.
Robo de medicamentos
Las benzodiacepinas cuentan con múltiples usos clínicos: “Se las suelen robar de los hospitales donde se administran a los pacientes en ampollas. También se consiguen en pastillas pero su compra es bajo receta”. El efecto resulta similar al de la burundanga. Tampoco es fácil de detectar por su aroma, sabor o color. Por eso, la única forma de intentar evitarlo es pidiendo bebidas cerradas (en botella o lata) o mirando en el momento en el que preparan el trago.
“La mayoría de las drogas que se pueden utilizar con este fin no tienen un gusto llamativo por lo que es realmente difícil darse cuenta. Se ofrecen en formas líquidas o en pastillas”, coincide Héctor Berzel, toxicólogo del Hospital Gutiérrez y asesor de Toxicología del Same.
La única forma de intentar evitar la mezcla de drogas es pidiendo bebidas cerradas (en botella o lata) o mirando en el momento en el que preparan el trago.
Berzel señala que “en general, son depresores del sistema nervioso central que primero desinhiben y luego generan sueño y pueden hasta derivar en un coma”.
Dice que el tiempo entre el consumo de la droga y los efectos sedativos (pérdida del control del propio cuerpo y la conciencia) varía según la dosis administrada y la contextura de la víctima. Además, explica que varias de estas drogas las consiguen a través del mercado ilegal o a partir del robo de medicamentos.
En la mira de la Justicia
Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en violencias contra las Mujeres (UFEM) del Ministerio Público Fiscal de la Nación, confirma que están viendo casos de este tipo. De mujeres que fueron drogadas y luego abusadas. “La mayoría de las veces se registran en boliches, fiestas, previas y las víctimas son adolescentes jóvenes”, señala Labozzetta.
“Hablamos de víctimas de abuso sexual que sufren una disminución o pérdida de conciencia sin haber ingerido excesiva cantidad de alcohol por lo que se infiere que fueron drogadas. En muchos casos, ellas manifiestan que les pusieron alguna sustancia en la bebida”, precisa la titular de la UFEM.
Labozzetta destaca que está la idea de que “el abuso sexual tiene que ver con alguien que te ataca en un callejón oscuro y no es necesariamente así: hay muchos casos de abuso sexual intrafamiliar o del círculo cercano. Los victimarios no siempre son desconocidos”, aporta.
“Si la relación sexual no es libre y consentida, hay abuso. Son casos de violencia de género”, advierte. Y asegura que, en muchas ocasiones, reciben denuncias tardías por miedo o desconfianza al sistema judicial, entre otras razones.
“Todavía hay muchas deficiencias en el proceso, empezando porque se pone en duda a la víctima”, sostiene Labozzetta y remarca que desde la UFEM trabajan para revertir esta realidad.
Violencia y abusos
Según un informe difundido en noviembre del año pasado por el Ministerio de Justicia y Unicef, entre octubre del 2020 y septiembre del 2021, las consultas a la línea nacional 137 del programa «Las víctimas contra las violencias» aumentaron un 15% respecto al mismo período del año anterior.
Se registraron 9.989 niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia familiar y/o sexual y 3.219 de abuso sexual.
En todos los grupos etarios, el mayor porcentaje de víctimas pertenece al género femenino, representando casi 4 veces más que el masculino. La diferencia según género se amplía a mayor edad de la víctima. El 74,2% fueron violentadas por alguien de su entorno cercano o ámbito de confianza.
En tanto, solo en los dos primeros meses del año hubo en Argentina 54 femicidios, entre ellos 2 travesticidios, según un informe del observatorio «Adriana Marisel Zambrano», que coordina La Casa del Encuentro. Es decir que una mujer fue asesinada cada 26 horas y 43 chicos perdieron a su madre.
Los casos más recientes
En el último tiempo, se difundieron varios casos de mujeres que fueron abusadas en boliches (o a la salida). Pasó en Pinar de Rocha, ubicado en Villa Sarmiento, en la madrugada del sábado 23, donde los controles no funcionaron e ingresó una chica de 14 años, que fue violada, sospechan, en el VIP de la disco.
Su mamá, que se presentó en la Comisaría Vecinal 14 A de la Policía de la Ciudad, denunció que la joven tomó una bebida que le hizo perder el conocimiento. Fue trasladada al Sanatorio Güemes, donde la asistieron y constataron las lesiones.
Dos adolescentes de 17 años dijeron que fueron abusadas sexualmente en Crobar.
Otro caso de abuso sexual se registró el mismo sábado en el boliche Crobar, en Palermo. Las víctimas son dos adolescentes de 17 años que también relataron «haber perdido el control de sus sentidos” luego de tomar bebidas alcohólicas adulteradas.
Los atacantes serían dos RRPP (relaciones públicas) del local bailable. Aún no se identificó la sustancia con la que las drogaron. En este caso, fueron llevadas al Hospital Fernández y la investigación quedó en manos de la Fiscalía N° 58.
El 28 de febrero, una joven de 20 años fue víctima de una violación en grupo (fue abusada por seis hombres) dentro de un auto en Palermo. En ese caso, una testigo declaró que en el after en el que la víctima conoció a los abusadores, los imputados hacían circular un trago mezclado con pastillas de «meta” (metanfetamina).
En los últimos diez años en Argentina hay un promedio de un femicidio cada 30 horas. Según el último informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, durante 2020 se registraron 287 víctimas letales: 251 de femicidio directo y 36 de femicidio vinculado. La mayoría de los asesinatos ocurren en las casas de las víctimas y son cometidos por parejas o ex. Ante una duda o una urgencia, llamar al 144.
DÓNDE LLAMAR
Atención para mujeres en situación de violencia.Línea 137
Atención a Víctimas de Violencia Familiar.911 Emergencias
Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/drogas-abuso-sexual-salen-hacer-pusieron-bebida_0_OQJWEsBRXa.html