Ronquidos: qué tratamientos funcionan

Muchas personas se resignan, sufren las consecuencias de no poder dormir bien, y que tampoco lo hagan sus compañeros de cama.Opciones de tratamientos quirúrgicas y no quirúrgicas.

Los ronquidos son fuente inagotable de conflicto en parejas que duermen juntas. Foto Shutterstock

“Nos mudamos hace poco, y una condición era que haya un cuarto separado para que duerma mi marido, que ronca todas las noches. Probé hasta con tapones en los oídos, pero me daban otitis”, se lamenta Mariana.“Le dijeron que la solución es operarse, pero le da miedo”, añade.

“Ya me resigné: duermo mal o me separo”, plantea Jimena, que vive una situación parecida: su marido ronca todas las noches y ella vive cansada porque no logra un sueño profundo y continuado.

La realidad que muchas parejas experimentan una vez que se apaga la luz puede convertirse paradójicamente en una pesadilla a ojos abiertos: el martirio de no poder dormir. “Ya le planteé a mi marido que para mí es un verdadero trastorno, trabajo cansada, pero él no sabe qué hacer, y tampoco es su culpa”, analiza Jimena.

Ahora bien, la duda que inmediatamente surge es: ¿se puede hacer algo al respecto? ¿Es la resignación el único camino posible? ¿Debería, como dice Mariana, plantearse en términos de “operarse o nada”?

Clarín se comunicó con tres expertos para dar cuenta de las opciones que tienen quienes roncan, y cómo armar una hoja de ruta para que puedan emprender un camino que los ayude a solucionar, o al menos a manejar, este molesto problema, que perjudica tanto su calidad de vida como sus vínculos personales.

Ronquidos: qué son

Lo primero que hay que saber es que los roncadores pueden ser ocasionales o habituales.

Los ronquidos habituales son comunes y ocurren en más del 40% de los hombres y el 25% de las mujeres que tienen entre 30 y 60 años, asegura Sofía Luján, médica neuróloga del Laboratorio de Sueño de FLENI.

“En Estados Unidos es la tercera causa de divorcio, después de los problemas económicos y los conflictos vinculares”, admite Alberto Rabino, especialista en Medicina y Cirugía del Sueño, encargado del área de Ronquido y Apneas del Sueño del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico de Buenos Aires.

Ahora bien, que sea algo común, no significa que sea un problema frente al que nada puede hacerse. Para eso, es importante entender qué son.El cansancio extremo puede ser una de las causas de los roncadores ocasionales. Foto Shutterstock.

“Los ronquidos son un sonido fuerte y áspero que ocurre durante el sueño cuando el flujo de aire que pasa por la vía aérea superior o vías respiratorias se obstruye parcialmente, generando que los tejidos vibren”, precisa Sebastián López, otorrinolaringólogo experto en Medicina de Sueño del sector de ronquidos y apneas del sueño del Hospital Italiano de Buenos Aires.

López añade que “son patológicos y traen consecuencias de salud, ya que fragmentan el sueño y hacen que no descansemos de una forma correcta”.

“Cuando dormimos, tenemos que seguir respirando por la vía aérea, que nace en la nariz, se continúa con la garganta y sigue por la tráquea y los pulmones. Lo que ocurre es que la parte de la garganta no tiene un sostén rígido que la mantenga abierta permanentemente. Existe una relajación muscular natural que la estrecha un poco. Cuando se estrecha bastante, empiezan a vibrar todas las estructuras de la garganta y se genera el ronquido”, aclara Rabino.

«Si eso evoluciona para mal, se produce una obstrucción: las apneas del sueño, que son una patología un poco más grave, donde se detiene el flujo aéreo, y la persona se queda sin respirar unos segundos hasta que el organismo mismo, con un reflejo lo destraba y la persona vuelve a respirar.”

Rabino explica que mientras se producen esos reflejos de destrabar, la apnea, y volver a respirar, hace que no se mantenga un sueño profundo y prolongado y que se permanezca en un sueño superficial, lo que también puede ocurrir con el ronquido. Ambos problemas derivan en una suerte de estrés crónico.

Causas: por qué roncamos

Rabino, que pertenece a la Sociedad Iberoamericana de Cirugía del Sueño y a la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, afirma que uno de los problemas a la hora de tratar los ronquidos es precisamente su multicausalidad.

“El ronquido es algo bastante común, y se debe a un montón de factores, no a una sola causa, que es lo que se cree siempre, entonces intentan tratar esa causa, y por eso la mayoría de los tratamientos fracasan”, esboza.El dispositivo de avance mandibular es similar a un mordillo y ayuda a mantener una correcta posición. Foto Shutterstock.

¿Por qué es tan común en hombres de más de 40? Rabino encuentra dos explicaciones: la primera, es que, según aduce, el aumento de peso en los hombres se ve por lo general reflejado en el cuello, el tórax y la panza (a diferencia de lo que suele suceder en las mujeres, que se da más que nada en las piernas y las caderas).

A su vez, postula la cuestión hormonal ya que, como afirma Luján, las hormonas tienen en este sentido un rol protector.

Estas con las cuestiones que se asocian con el hábito de roncar:

• El aumento de peso y la obesidad

• El consumo de alcohol

• La edad (con los años disminuye la fuerza muscular, y eso afecta a la garganta)

• El cansancio

• El embarazo

• La congestión

• Consumo de determinados psicofármacos como benzodiazepinas (clonazepam)

• Determinadas características anatómicas, como el tamaño de las amígdalas

Ronquidos: diagnóstico y tratamientos

El tratamiento es personalizado y se brinda al paciente luego de poder identificar la causa.

No todos los pacientes son candidatos para todos los tratamientos, porque no es lo mismo ser un roncador ocasional que uno frecuente, y tampoco es lo mismo que las causas sean anatómicas a que estén ligadas a los hábitos de la persona, como fumar o respirar por la boca, o factores como el sobrepeso, explica López.Una correcta higiene del sueño forma parte de los tratamientos para dormir sin ronquidos. El cigarrillo, afuera. Foto Shutterstock.

Y es por eso que hacen tanto hincapié en la consulta con un profesional que se especialice no solo en medicina del sueño, sino específicamente en trastornos respiratorios del sueño, como ronquidos y apneas.

Hay soluciones quirúrgicas y otras no quirúrgicas, entre las cuales la primera medida es controlar el peso si es que se está excedido, y una correcta higiene del sueño (no tomar alcohol ni fumar antes de dormir, cenar liviano y hacerlo por lo menos dos horas antes de acostarse).

Tratamientos no quirúrgicos contra los ronquidos

• Dispositivo de avance mandibular: es una suerte de mordillo que tracciona la mandíbula hacia adelante y ayuda a aumentar el espacio de la vía aérea superior, por donde pasa el aire, detalla Rabino.

• Si se trata de una patología nasal (como la nariz desviada) se pueden hacer lavados nasales con solución fisiológica o usar algún spray nasal, explica López.

• Ejercicios musculares: “para fortalecer el paladar, la lengua y los músculos de la boca”

• Tratamiento posicional: almohadas y dispositivos electrónicos para dormir de costado.

• Mouth tapping: “o cerrar la boca con una cinta en aquellos que tienen el hábito de respirar por la boca sin tener problemas nasales, en esos casos, uno puede entrenar al paciente para que empiece a dormir con la boca cerrada”, explica Rabino.

• CPAP, cuyas siglas significan “presión positiva de aire continua en la vía aérea”, se trata de un equipo de ventilación usado como parte del tratamiento de primera línea para apneas, que busca mantener la vía aérea abierta. “Si el ronquido avanza se producen apneas, que pueden ser en grado leve, moderado o severo, y se acompañan de síntomas, por lo general la somnolencia diurna, lo que indica que el sueño no es reparador”, destaca el profesional.

Tratamientos quirúrgicos contra los ronquidos

“En los últimos 10 años este tipo de cirugía ha evolucionado enormemente”, se entusiasma Rabino.

Estas intervenciones pueden ser cirugías de partes blandas (amígdalas, lengua) o esqueletales, como hacer avanzamientos de mandíbula o de maxilar, y se determina en base a un estudio que se llama somnoscopia (DISE, por sus siglas en inglés) para poder identificar cuáles son las regiones que se obstruyen, y apreciar cómo vibran, cómo se comportan las estructuras y poder determinar el tratamiento adecuado, explica.El CPAP es un dispositivo que se usa para las apneas del sueño. Foto Shutterstock.

Si bien suelen provocar resistencia, porque la zona a operar es incómoda e implica un postoperatorio con molestias para tragar y hablar durante aproximadamente 15 días, Rabino indica que suele tolerarse bien con analgésicos y que tiene una tasa de éxito del 80% en el caso de partes blandas y un 95% en las esqueletales.

“En el último caso, los candidatos son aquellos pacientes que tienen mandíbula pequeña, con caras alargadas, que suelen tener bocas chicas todos los dientes amontonados y paladares ojivales. En cambio, pacientes con problemas de respiración nasal, que tienen amígdalas grandes, palatinas, que tienen flacidez de la epiglotis, que tienen una lengua muy grande, se pueden tratar con cirugía de parte blanda, con excelentes resultados”, resume.

No solo vivir: estar mejor

“El ronquido no es saludable, una persona que ronca no está bien. Lo más saludable es dormir en silencio, con una respiración tranquila», dice Rabino.

«Es importante que la gente sepa que hay forma de tratarlo, y que es conveniente hacerlo. Mucha gente no se da cuenta de que duerme mal, porque le pasa hace mucho tiempo, pero si se despiertan con somnolencia y dolor de cabeza algo anda mal, si se durmió lo suficiente, uno se tiene que levantar despejado y con energía», se explaya.

“Siempre les digo a mis pacientes -continúa, para cerrar-, el corazón, el pulmón, son parte de sistemas que te mantienen con vida. Pero el sueño es el único que te da calidad de vida; se trata de mejorar, de la diferencia entre lo bueno y lo óptimo. ¿Vivís? Sí. ¿Estás bien? Sí. Pero podrías estar mucho mejor. Y para eso, necesitás dormir bien.”

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/ronquidos-producen-tratamientos-funcionan-expertos_0_biElW12NGF.html