Sexualidad y vacaciones
La época de descanso siempre ha sido el momento ideal para relajarse y darle tiempo al saludable y placentero ejercicio de una vida íntima plena.
La actividad sexual en su significado más amplio está presente en la vida durante las 24 horas del día, nutrida por la energía vital y modulada por las hormonas y miles de sustancias químicas que contribuyen a que pueda desplegarse en sus diferentes aspectos biológicos, emocionales y espirituales.
Todos ellos en equilibrio conducen a un estado de bienestar que no solo satisface a la propia persona, sino que promueve también un apego saludable y entusiasta con la pareja, generando mayor energía y creatividad para muchas y diversas actividades de la vida cotidiana.
Beneficios para todos:
Son incontables las personas que encuentran en el ejercicio de una sexualidad saludable en vacaciones, un recurso energético importante para mejorar la salud general, el estado de ánimo, el vínculo con la pareja y hasta una mejor disposición para cualquier otro aspecto de su vida.
Las parejas que desean embarazarse, estén o no en un tratamiento de fertilidad, pueden encontrar en su sexualidad en vacaciones la plenitud que implica un cambio de escenario y la posibilidad de un encuentro amoroso libre de la ansiedad por alcanzar el resultado, lo cual va a favorecer a posteriori, el logro de la concepción.
Las parejas con hijos, por su parte, pueden encontrar espacios para crear su propia “miniluna de miel”, un reencuentro que refresca a la pareja y le permite encarar la convivencia con los hijos desde un lugar de mayor felicidad y energía.
Muchas personas con problemas de salud crónicos pueden incorporar a las rutinas saludables de alimentación, ejercicio y esparcimiento, el reencuentro con su “ser sexual”, logrando así mejorar su calidad de vida física y emocional.
Las personas mayores, al compartir en los lugares vacacionales diversas actividades, se revitalizan y se animan a relacionarse. Quienes están sin una pareja, tienen la oportunidad de descubrir sus recursos y habilidades sociales, como la empatía, la sintonía y el asertividad, entre otras, con personas que están solas como ellos y poner de manifiesto sus capacidades emocionales para generar situaciones interesantes, desafiantes y que estimulan al propio crecimiento como seres humanos.
La sexualidad se expresa con el intelecto, con las palabras y la voz, con la gestualidad, con las miradas, con todos los sentidos en acción. No somos sujetos sexuales “a veces y dependiendo de otro”, somos sujetos sexuales autosustentables; la biología nos creó de ese modo y, por su parte nuestra psiquis nos dotó de creatividad, capacidad de comunicación y de asociarnos para compartir emociones, experiencias y proyectos.
Tal vez una mal entendida sexualidad haya estado “de vacaciones” durante todo el año y este sea el momento de reencontrarse con la verdadera, comprenderla mejor y ponerla en acción.
Fuente: https://mia.perfil.com/noticias/salud/tu-sexualidad-tambien-se-toma-vacaciones.phtml
