Estrés en vacaciones
El estrés también se produce en vacaciones: claves para evitarlo. Recomendaciones para disminuir el estrés pre-vacacional que se genera durante el verano.
Por Redacción Docsalud –
Al igual que la vorágine que se vive en diciembre, el verano genera en algunas personas un clima de tensión, estrés y ansiedad, ya sea porque están demasiado involucradas en su entorno laboral y no son capaces de desconectar por completo durante sus vacaciones, o bien -a quienes todavía no les llegaron- los días de descanso parecen cada vez más lejanos, y se frustran porque se ven sin energía para completar todo el trabajo que les falta. En este último caso, a la adrenalina de estar a punto de alcanzar algo muy deseado durante meses se suma el estrés de planificar las vacaciones y de dejar todo listo en el trabajo.
Según el Dr. Conrado Estol, “Tal como indican estudios internacionales, el estrés puede aumentar el riesgo cardiovascular a través de varios mecanismos y puede ocurrir como un evento único aislado o ser repetitivo en el tiempo, por asociarse a actividades cotidianas como el trabajo, la familia, el estudio o puede ser precipitado por eventos negativos repentinos como la pérdida de un trabajo, la separación de una pareja o una enfermedad”.
En tanto, el neurólogo expresa que el estrés afecta a todas las personas, aunque de manera tiferente en cada individuo. “Todo tipo de estrés impone un riesgo para la salud cardiovascular, mental y física”. Asimismo, el experto menciona los estudios recientes que también han confirmado el aumento del colesterol en relación con el estrés y postulan como mecanismos al efecto de ciertas hormonas y a que individuos con estrés tienden a tener un estilo de vida (sin ejercicio y con mala alimentación) que favorece este aumento de colesterol en la sangre.
En ese contexto, Estol aconseja estos hábitos saludables para evitar o disminuir el estrés: no fumar, dormir bien -entre 7 y 8 horas idealmente-, tomar poco o nada de alcohol, hacer ejercicio frecuente y alimentarse de forma sana, además de desconectar progresivamente buscando tiempo de ocio (esto en forma limitada y esporádica ha mostrado efectos positivos en la creatividad mental), para que cuando lleguen las anheladas vacaciones la persona no sienta un cambio brusco, al pasar de estar hiper-activada a no hacer absolutamente nada.
Diversas publicaciones científicas demuestran que tanto la meditación, el mindfulness y el yoga, entre otras técnicas de relajación tienen un efecto sobre el estrés, asociado a una reducción del riesgo cardiovascular sobre la base de una sincronización en la respiración voluntaria y el centro respiratorio en el tronco cerebral. Aquellas personas que tengan controlados sus factores de riesgo vascular disminuirán el riesgo de sufrir una enfermedad si además utilizan técnicas como meditación, mindfulness, terapia cognitiva, entre otras para lograr un estado de bienestar. Una actitud optimista o positiva se asoció en varios estudios con una mayor expectativa de vida.
Fuente: DocSalud