Tratamiento para depresión resistente
La estimulación magnética craneal (EMT) es una técnica para pacientes con depresión a los que ni los psicofármacos ni la psicoterapia les sirven para tratar su enfermedad. Aunque se desarrolla desde los 90, los expertos aplauden su evolución en los últimos años.
No es interminable, pero casi. El proceso del desarrollo de un fármaco es largo, muy largo. La investigación inicial, los ensayos clínicos, el lanzamiento… puede tomar entre unos 10 y 15 años. Imagina esperar todo ese tiempo para nada. Que se descubra un medicamento que acabe con una enfermedad que sufres, pero que a ti no te valga. Es lo que le ocurre al 30% de las personas con depresión. De ahí que esta patología venga en estos casos con el apellido ‘‘resistente’’.
‘‘Entra dentro de este grupo los que pacientes que, con al menos dos antidepresivos a dos dosis completas y máximas durante cuatro o seis semanas no responden al tratamiento. Se considera entonces que tienen depresión resistente’’, puntualiza a CuídatePlus Álvaro Moleón, psiquiatra del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sobre por qué a un tercio de estos pacientes estos fármacos no les sirve, el experto alude a las depresiones endógenas, en las que se produce un mal funcionamiento del cerebro: ‘‘La depresión endógena se considera resistente porque los neurorreceptores que tiene el cerebro no son sensibles a los efectos de las medicaciones’’.
La buena noticia es que la ciencia está hecha a base de prueba y error, y si algo no funciona, siempre habrá caminos para nuevas alternativas. Y, aunque quién sabe cuáles deparará el futuro, ya hay una que es presente: la estimulación magnética craneal (EMT). Tres palabras que Moleón define así: ‘‘Se trata de una técnica de neuromodulación que se encarga de modificar el funcionamiento de determinadas redes neuronales, ya sea excitándolas o inhibiéndolas. Es un tratamiento que se lleva desarrollando desde los años 90, pero que en los últimos años ha evolucionado sobremanera, alcanzando numerosas certificaciones de agencias reguladoras como la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) o a nivel europeo para diferentes patologías psiquiátricas como la depresión’’.
Acerca de las ventajas que presenta la EMT sobre los antidepresivos o la psicoterapia, el psiquiatra apunta que la primera es que esta técnica es más rápida: ‘‘Hay protocolos actualizados y recientes de 50 sesiones de EMT en 5 días. Con un 70% de éxito, esto nos hace ver que la terapia es rápida y efectiva’’.
Por otra parte, el especialista subraya que es un tratamiento muy bien tolerado y con muy pocos efectos secundarios: dolor de cabeza en un tercio de los pacientes y convulsión en uno de cada 30.
Por tanto, eficacia, rapidez de acción y buen nivel de tolerancia. Moleón añade un cuarto punto más y es su efecto duradero. ‘‘La respuesta a los psicofármacos y a otras técnicas intervencionistas es más corta. Hay estudios que concluyen que si el paciente responde a la EMT sin dar sesiones de mantenimiento, el 70% de los casos no recae en un año’’, indica, y recuerda que se refiere a cuadros de depresión graves y resistentes.
La eficiencia de la EMT respecto a otros tratamientos es una de las novedades en el campo de la EMT que Moleón presentó el pasado viernes en su ponencia ‘‘Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) en depresión resistente: De la clínica a la investigación’’, enmarcada en la celebración de las II Jornadas de Actualizaciones en Neuromodulación, organizadas por la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica (SEPC), que reunieron a más de 200 expertos en Aula Magna del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla.
¿Para qué pacientes está indicada la EMT?
En España, la EMT está aprobada para la población adulta, pero es una técnica que Moleón espera que se pueda utilizar más adelante en niños y adolescentes. ‘‘De hecho, la FDA en marzo de este año ha aprobado para una marca de dispositivos EMT el tratamiento para depresión resistente en la población de 15 años’’, informa.
Según el experto, las cifras de respuesta mostradas por la EMT en adolescentes con depresión resistente son bastante similares a las de los adultos, pero destaca que, de acuerdo con algunos estudios, estos resultados son aún mejores en el grupo de población de 12 a 15 años. “Esto tiene mucho sentido, porque cuanto más jóvenes somos, mayor capacidad neuroplástica tenemos y menos distancia existe entre el cráneo y la sustancia gris, con lo cual el magnetismo de la EMT llega con más facilidad al cerebro”, argumenta.
‘‘Es una situación cotidiana que los padres no quieran que sus hijos tomen psicofármacos porque piensan que se van a enganchar o tener efectos secundarios. Esto es una técnica muy bien tolerada que abre un nuevo un nuevo abanico para el abordaje de la depresión resistente en chicos adolescentes’’, concluye el especialista.