Varices: qué son y por qué aparecen
Más del 40% de la población tiene varices. Este problema de salud, al que no se le da mucha importancia, puede tener repercusiones serias en la salud.
Las varices son un problema de salud casi universal. De hecho, más del 40% de la población sufre alguna forma de problema venoso, desde arañas vasculares hasta trombosis o varices. Estas últimas son “venas dilatadas y tortuosas”, explica a CuídatePlus Luis Izquierdo Lamoca, jefe del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU-San Pablo y director del Instituto Vascular Internacional, y «se producen porque las venas tienen unas válvulas que ayudan a que la sangre siga su camino hacia el corazón. Cuando estamos de pie, si no cierran bien, la sangre vuelve hacia atrás, se acumula, aumenta su presión en el interior de la vena y esta acaba por dilatarse”, apareciendo las temidas varices.
En opinión del experto, este “es un problema de salud al que no se le da la importancia que tiene”. Si bien, en las fases iniciales es un problema estético, la realidad es que “si no se tratan y se dejan evolucionar, pueden comportar un riesgo importante para la salud, ya que la piel se deteriora, se daña y aparecen úlceras que se hacen crónicas. Esto puede llevar a un grado de incapacidad y de dependencia similar al de una insuficiencia cardiaca congestiva”, advierte. Además, “supone un mayor riesgo de trombosis”.
Así son los síntomas y los tipos
En cuanto a los síntomas, además de los estéticos, se le añaden otros como “dolor, pesadez, sensación de cansancio e hinchazón o edema en el territorio de la vena afectada en las piernas”, apunta el experto. “Si hay dolor intenso”, advierte el experto en cirugía vascular, “suele significar una complicación como la trombosis”.
En cirugía vascular, las varices se clasifican en 6 grados y cada uno cursa con unos síntomas u otros:
- El grado 1 lo constituyen las varices pequeñas: las arañas vasculares, los capilares rotos, las telangiectasias y los derrames. “Estos son los molestos y antiestéticos vasitos azulados o rojos que aparecen en muslos, rodillas, pantorrillas. No tienen importancia desde un sentido estricto de salud pero comportan importantes problemas estéticos.
- Las varices grandes entrarían en el grado 2.
- Las que se caracterizan por ir acompañadas de hinchazón son las del grado 3.
- Si la piel está empezando a oscurecerse en los tobillos son el grado 4.
- El grado 5 lo reservamos para las úlceras cerradas después del tratamiento.
- Cuando se producen úlceras activas, es el grado 6.
Las varices “suelen aparecer en las piernas, aunque también pueden aparecer en el abdomen, alrededor de la matriz (en mujeres) y en el testículo (en varones) lo que puede dar lugar a dolor e, incluso, infertilidad”, explica Izquierdo Lamoca. Si las varices afectan a las venas del abdomen “se produce lo que denominamos congestión pélvica, que es como una sensación de hinchazón, dolor y pesadez pero en la zona del abdomen”. Esto suele aparecer, sobre todo, en mujeres, y suele estar relacionado con los ciclos menstruales. Este dolor puede interferir en las relaciones sexuales”.
¿Qué influye en su aparición?
Todas las varices grandes o pequeñas, azules o rojas aparecen por la misma razón: “Son grados o estadios de un mismo proceso”, señala Izquierdo.
No obstante, entre las circunstancias que hacen que aumente el riesgo de desarrollar varices están:
- La edad. Las varices aparecen generalmente entre las décadas de los 30 y los 70 años. Es una enfermedad crónica que progresa y empeora con el tiempo.
- El sexo. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar varices. Por ejemplo, los cambios hormonales durante el embarazo tienden a aumentar el riesgo.
- La herencia genética. Si otros miembros de la familia tenían varices, hay mayores probabilidades de padecerlas.
- La obesidad aumenta el riesgo de padecer varices.
- El estar de pie o sentado durante periodos largos de tiempo. Esto es así porque la bomba del músculo del gemelo no funciona en estas condiciones y la sangre venosa no fluye eficientemente por lo que aumenta la presión y la posibilidad de que aparezcan varices.
¿Los deportistas pueden tener?
El deporte, en general, es recomendable para evitar la aparición de varices, pero hay veces que los deportistas también las sufren. Como explica el experto, “es posible, sobre todo, en algunos deportes de alto nivel llevados al extremo que podrían favorecer la aparición de varices. En estos casos, su aparición no sería consecuencia sólo del deporte sino también de la predisposición genética asociada”.
Tratamientos (y novedades)
El tratamiento dependerá del grado de las varices. Según el experto, “en las arañas vasculares, el tratamiento de base será la escleroterapia, que consiste en la inyección de sustancias con agujas de finísimo calibre en el interior de las varículas que las destruyen provocando su conversión en una cicatriz”. Aquí “también se pueden usar métodos como el láser» aunque “siempre serán tratamientos complementarios de la escleroterapia”.
En el caso de las varices de gran calibre, “la mayoría de los tratamientos actuales se realizarán bajo anestesia local y con métodos mínimamente invasivos”. Algunos ejemplos son “el láser, la radiofrecuencia, la espuma o el sellado con pegamento”.
Además de estos procedimientos, “existe un nuevo dispositivo que es el tratamiento con ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU)”. Este dispositivo, llamado Sonovein, “consta de un ecógrafo doppler de alta resolución y un emisor de ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU). El ecógrafo localiza la variz y el emisor HIFU envía un haz de ultrasonidos concentrados al punto deseado de forma similar a como hace una lupa con la luz del sol, produciendo una elevación de la temperatura que vaporiza la variz, si dañar los tejidos que la rodean”, explica en detalle. “Es un tratamiento totalmente extracorpóreo, es decir, no invasivo y para el que no se requiere quirófano, ni preoperatorio, ni hay riesgo de infección o hemorragia”.
Otros consejos serían: “Llevar una vida sana y activa, evitar el sedentarismo, evitar el sobrepeso y evitar estar demasiado tiempo expuesto al calor o de pie sin moverse”. También es recomendable “usar medias de compresión, tanto si tenemos varices como si no, en caso tener profesiones que obligan a estar mucho tiempo de pie o sentado”.
Fuente: Cuidateplus.com